Venezuela: Los cultores de la posverdad en realidad de la mentira alevosa

POR ALBERTO “CACHO” RODRIGUEZ    / Resumen Latinoamericano/ 1 de agosto 2017 .-
Bajo el paraguas de la posverdad, palabra que muy pocos entiende y que quien escribe esta líneas tuvo que ir a buscar en el diccionario, se esconden las más increíbles y alevosas mentiras, que se repiten sin solución de continuidad, particularmente en la boca de dirigentes políticos, más particularmente en los de la derecha y en medios de comunicación. Con la inspiración de Goebbels, Ministro de Propaganda del nazismo, el emulo y admirador de Hitler, el  ecuatoriano Durán Barba le ha dado letra al macrismo para sus campañas electorales y para sus acciones de gobierno.
Del Presidente para abajo todos y cada uno de sus funcionarios, legisladores y “cuadros” del PRO, repiten sin sonrojarse, de manera monocorde, el libreto escrito al que, normalmente, en ningún debate luego pueden sostener. La repetición es una condición indispensable para que la mentira, aún aquella que contrasta más evidentemente con la realidad sea creída.
El mismo procedimiento uno puede observar en diarios como Clarín y La Nación , en programas y noticieros televisivos como los de Lanata, Majul, Los Leuco, etc.
El caso Venezuela es un ejemplo de ello. El Gobierno argentino acaba de pronunciarse caracterizando como “ilegales” a las elecciones Constituyentes que se llevaron a cabo en ese país.   Macri y su Ministro de Relaciones Internacionales las calificaron además como “inconstitucionales”, cuando ninguno de los dos; de Macri no hay duda alguna, leyeron la Constitución de ese país.
Al mismo tiempo que declaraban lo “antidemocrático” de una elección dispuesta por el Ejecutivo (en el marco de su mandato), avalada en la Justicia y el Tribunal Electoral, con padrones oficiales, con un sistema de votación que el ex Presidente de los EE.UU., Jimmy Carter declaro como el mejor del mundo, con electores con su documentación y su huella digital impresa certificando su voto, etc. Son los mismos que, en el colmo de la hipocresía comparaban la Constituyente con otra elección llevada a cabo unos días antes, convocada como “plesbicito” por un conjunto de fuerzas políticas de la derecha, con el declarado objetivo de desestabilizar al gobierno y al país, al margen de ley o constitución alguna, con un claro contenido golpista, sin padrón (los votos se anotaban en cuadernos que al final se quemaron), sin documentación ni prueba de sus resultados, que el Gobierno, caracterizado, allá y aquí, como “dictadura” dejó realizar sin ningún tipo de entorpecimiento ni represión.
Con la misma hipocresía mentirosa no tuvieron empacho para justificar como una “acción en los marcos de la democracia” el golpe en Brasil que destituyó a Dilma Ruseff (electa con 54 millones de votos) y que con un pare de centenares de votos comprados en el Parlamento convirtió en Presidente a M. Temmer (5% de aprobación en la población). 
Medios y periodistas del establisment haciendo coro y tratando de dar alguna prueba de justificación a esta construcción política antivenezolana, ponen el centro en los más de 100 muertos que se han producido por el accionar de bandas fascistas y asesinas en las calles cargándoselos al gobierno revolucionario cuando la mayoría de ellos fueron chavistas, o sospechosos de chavistas, y miembros de la Policía y las FF.AA. En los EE.UU., “cuna de la democracia” para algunos, en el año 2014 se produjeron 8.124 muertes por disparos de armas de fuego, en México se produjeron 1938 homicidios solo en el mes de enero, entre ellos decenas de periodistas y en Colombia, a pesar de los acuerdos de paz, paramilitares y bandas fascistas matan a un nivel increíble a dirigentes sindicales, campesinos, políticos, etc. Pero de esto no se habla.              
La Policía Bolivariana, que actúa sin portar armas de fuego debe enfrentar a bandas armadas que quemaron edificios públicos, hospitales, comercios, hasta intentaron tomar un cuartel, que quemaron vivos a 8 jóvenes, que cortan calles, no con gente protestando, sino con lo que llaman “trancas”, con árboles, cascotes, etc, para paralizar el país, que el día 30/7 hasta quemaron centros y máquinas de votación con el uso de armas cortas y largas, bombas molotov, explosivos incendiarios. Estos émulos de “ISIS”, en cuyas filas se encuentran paramilitares y parapoliciales colombianos, están orientado y dirigidos, hasta hoy de manera impune, por diputados de la oposición del MUD, servicios de inteligencia extranjeros, ONG radicadas en Miami y la cúpula de la Iglesia Católica que los anima y respalda. (Cualquier comparación con el rol que los obispos argentinos jugaron en la desaparición y torturas a militantes populares durante la Dictadura Militar del 76 en nuestro país, no es pura casualidad).
Está claro que todos ellos se mueven bajo las órdenes del Gobierno de los EEUU y la CIA y con el respaldo de cuanto cipayo hay en A.L. y Europa, que desgraciadamente no son pocos.
Pero la alevosa contradicción es que son mostrados como demócratas, patriotas, respetuosos de la ley y otros calificativos por el estilo.
Pero la realidad no es fácil de ocultar y ayer el Gobierno de la República Bolivariana y el pueblo de Venezuela obtuvieron una importante victoria que debe afirmar, con el mismo criterio de ofensiva con que encararon las jornadas previas y la elección constituyente, en todos los planos en que se plantea la lucha, particularmente el de la economía. Cuentan con la solidaridad de las fuerzas populares del continente.
Venezuela es hoy la Patria Grande , defender su proceso revolucionario es defendernos a nosotros mismos.

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