Se sabrá que Venezuela se ha convertido en una dictadura el día en que los medios dejarán de hablar de ella

Por Viktor Dedaj /Traducido por  María Piedad Ossaba / Resumen Latinoamericano/ 1 de agosto 2017 .-

En Venezuela (como en otros lugares), la diferencia entre una dictadura de derecha y una dictadura de izquierda es la siguiente: bajo una dictadura de derecha, los opositores «desaparecen». Bajo una dictadura de izquierda, los opositores pasan todas las noches a la tele y en todos los medios internacionales para denunciar la dictadura.

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« Dictadura de izquierda »

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 « Teocracia » amiga

Como siempre, comienzas por alzar una ceja. Entonces ahí tienes una prueba: cíteme  una sola dictadura de derecha. Me refiero a un régimen de derecha que los medios de comunicación califiquen de dictadura. ¿Arabia Saudí? Fallado. No es una «dictadura» sino un «reino», y no es «de derecha» sino «teocrática»* ¿Otro ejemplo?

Usted no encuentra la respuesta, y es normal.

En Venezuela (como en otros lugares), se ignora la cuestión de  « ¿quién es quién? » excepto para uno de los «quiénes». Como si el contexto no tuviera ninguna importancia, como si la naturaleza del adversario de un proceso no determinara el curso del proceso. Anunciar 100 muertos durante las manifestaciones implica una multitud de cosas tan falsas, las unas como las otras. Esto implica que todos estos muertos son «opositores». Esto implica que no hay ningún representante de las fuerzas del orden público entre las víctimas. Lo que eso no implica al contrario, es la desviación ética periodística   – que me parece eminentemente voluntaria – que consiste en  no insistir demasiado en la identidad de estos muertos. Ya que eso demostraría una cosa: rara vez  un gobierno ya habrá dado muestras de tanta moderación ante las violencias sistemáticas, violencias que buscan provocar víctimas. Y raramente las fuerzas del orden de una dictadura (que esté ya establecida o incipiente) habrán contado en sus propias filas a tantas víctimas sin una reacción, digamos, «determinada».

 
 Venezuela, febrero de  1989: las fuerzas armadas masacraron a miles de personas durante una manifestación popular

Eso implica también que el número es «excepcional» (si no, ¿por qué mencionarlo?). Cuando se habla de un país que ha visto – pero fue durante la democracia apacible y bucólica de antaño –  manifestaciones saldarse por millares de muertos, asesinados con artillería pesada por el ejército de aquel entonces. Eso implica que no se han descubierto las decenas de fosas comunes en la vecina Colombia – algunas de la cuales contienen hasta 2.000 cadáveres – bajo el reino de una clase que hoy como ayer sigue en el poder y que – oh ironía – encuentra al gobierno venezolano poco frecuentable. USA a la cabeza. Pero no son los únicos.

Hace algunos días en la radio pública France-Inter, uno de los comentaristas de la mañana se libró a un nuevo ataque contra el presidente de Venezuela, Nicolas Maduro. Explicaba que un vídeo que pedía a los electores votar en la elección de la Asamblea Constituyente (que acaba de tener lugar) pasaba en la televisión, y que esta última estaba « por supuesto, controlada por el régimen ». Y en los millones de mentes de los oyentes todavía envueltos  en sus brumas matinales, la imagen se impregna de un país donde los medios son “controlados” por el poder. Pocos sabrán, oirán  o entenderán  que es  exactamente todo lo contrario, y que los llamados medios son de una virulencia extraordinaria.

Una costumbre bien arraigada – en la izquierda, en particular, aún en su fase de autoflagelación por causa de búsqueda de credibilidad ante los medios – quisiera que yo inicie aquí la cantinela tipo « es cierto que  el gobierno venezolano cometió errores, no niego los problemas, etc…». No cuenten conmigo. Sí, sí, lo sé, camaradas. Es necesario  evitar apoyar procesos que no lo merecen. Pero si usted espera un proceso que merece ser apoyado, observando el mundo a través del prisma de sus grandes medios preferidos, va a esperar largo tiempo.

En cada elección, en cada consulta, en cada referéndum, Venezuela «da un paso hacia la dictadura». Pero verá: hace un año, Venezuela ya era calificada de dictadura por los medios. Ahora, aún no lo es totalmente pero no va a tardar en serlo mientras que ya lo era antes de llegar a serlo. Va a ver que un día tendrán razón. Y usted sabrá exactamente cuándo  porque será precisamente el día en que los medios dejarán de hablar de ella.

Viktor Dedaj

« No olvidé Honduras – ni a los otros »

(*) Para aquellos y aquéllas a quienes la ironía de la frase se les hubiera escapado: Arabia Saudí es evidentemente una dictadura de derecha… pero nunca (o muy raramente) es presentada como tal.

 

 

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