Crónica de un nuevo amanecer venezolano 

Por Edson Marcos Bagnara / Resumuen Latinoamericano/ 31 de julio 2017 .-

(Coordinador de la Brigada Internacionalista Apolonio de Carvalho -MST / Venezuela)

 
 

Venezuela.

Hoy amanecimos con una Venezuela renovada, esplendorosa de energía.

La energía que llena a cualquier militante revolucionario de mística, de esperanza, la elección para la Asamblea Nacional Constituyente devolvió la energía revolucionaria que se sentía en el período del Comandante Chávez.

En los 18 años de la Revolución, el 8,53% del electorado venezolano, la mayoría de los votantes, la mayoría de los votos, No es la victoria final, pero, sin duda, una gran victoria.

¿Por qué es tan importante esta victoria?

Desde la muerte de Chávez, la revolución venía sufriendo un debilitamiento de su capacidad de convocatoria política. La crisis económica (fruto de la baja de los precios del petróleo, visto la dependencia económica del grueso, que históricamente fue impuesta a Venezuela), la derrota en las elecciones legislativas del 6 de diciembre de 2015, el cerco a la pérdida del líder de la revolución, Internacional impuesto por el imperio norteamericano y las acciones (casi siempre violentas) de la oposición venezolana, que no dan un día de tregua.

En abril desde año, una nueva ofensiva de la derecha internacional y de la derecha interna, pasaron a atacar con más fuerza la revolución. De fuera el cerco político, mediático y económico que señalaba hacia adentro el caos, resultando la subida artificial del dólar, la inflación provocada, desaparición de los alimentos y medicinas, bloqueo de calles, ataque a organismos públicos y establecimientos privados, asesinatos, quema de personas , Quema de vehículos. Todo para intentar derribar al gobierno revolucionario y colocar al país en la línea del neoliberalismo, al servicio del Imperialismo Norteamericano, así como Brasil y Argentina.

Con todos los ataques sufridos, aparentemente, la revolución no tendría fuerzas para resistir. Fue entonces que el Presidente Maduro, el 1 de mayo de 2017, en el acto del día del trabajador, convocó a Venezuela a una Asamblea Nacional Constituyente (ANC). El objetivo de la ANC era entregar al pueblo venezolano la responsabilidad de definir qué país quiere, es decir, empoderar al pueblo, eligiendo una nueva ANC para rehacer la Carta Magma del País.

Desde la convocatoria la sociedad venezolana pasó entonces a centralizar todas sus energías en torno a aprobar o derrotar a la ANC. Por parte de la derecha se intensificó la violencia, buscando provocar las fuerzas revolucionarias a la confrontación (que se transformaría en una guerra civil). La confrontación sería a la derecha la oportunidad de solicitar ante la comunidad internacional la intervención militar en el país (modelo utilizado en Libia y Siria). El chavismo de manera muy serena, soportó todas las formas de presión, y dedicó su energía a discutir con la sociedad Venezuela, lo que estaba en juego (la soberanía del país). Fue un gran ejemplo de trabajo de base y empoderamiento popular.

Los números logrados en la elección de ayer representan la superación de todos los esfuerzos realizados hasta el presente momento. Los ataques que el pueblo venezolano ha sufrido, desde la muerte de Chávez, son inimaginables cuando son vistos desde fuera. La gente vio su poder de compra desaparecer, vio sumir los remedios, los alimentos. El dólar subió de 500 a 10.000 bolívares en menos de un año, soportó filas interminables para conseguir algo para comer, vio el país entrar en una crisis que parece no acabar, vio dirigentes revolucionarios y gente del propio pueblo ser asesinado por la oposición apátrida.

Con todos esos ataques, en lugar de rendirse, dio la mayor victoria electoral que la revolución ha tenido.

El resultado de ayer fue importante porque reavivaba la mística revolucionaria, porque muestra que el pueblo sabe a dónde tiene que caminar cuando el destino de la nación se pone en sus manos.

Muestra que es posible derrotar al Imperio, en suma son incontables las lecciones que se pueden sacar de la gran victoria del 30 de julio de 2017.

La victoria que no es sólo de Venezuela, sino de todos y todas que están construyendo otro mundo, construyendo el Socialismo.

 

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