Proceso Constituyente de 1999 es la primera gran victoria de la Revolución Bolivariana

Resumen Latinoamericano / AVN / 30 de juliod e 2017 – La instalación de una Asamblea Nacional Constituyente el 3 de agosto de 1999, electa por el pueblo de forma inédita a través del voto directo, fue el primer gran triunfo político del comandante Hugo Chávez como presidente de la República, que dio inicio a una nueva era de transformación social con características profundamente democráticas y participativas.

Esta idea de crear un texto constitucional de forma colectiva para refundar la República fue la principal promesa de Chávez durante su campaña electoral, que ratificó en su juramentación como Jefe de Estado ante el extinto Congreso Nacional el 2 de febrero de 1999, día en que firmó el Decreto presidencial Nº 3 para convocar al pueblo a un referéndum consultivo en el que fue aprobada su propuesta.

El objetivo fundamental de crear una nueva Constitución fue sustituir el modelo representativo burgués para dar paso a una democracia participativa, en la que el pueblo sea protagonista de los procesos políticos.

Ante la inminente pérdida del control político que le favoreció durante toda la historia republicana, la burguesía buscó impedir el proceso constituyente valiéndose de campañas de desprestigio y maniobras legales; sin embargo, la Corte Suprema de Justicia reconoció la legitimidad de la consulta al pueblo, depositario del Poder originario.

El 25 de abril de 1999 por primera vez le fue consultado al pueblo mediante un referéndum si estaba de acuerdo con iniciar un proceso constituyente para impulsar “las transformaciones democráticas necesarias para que la República nueva tenga una Carta Magna adecuada a los nuevos tiempos. Transformar el Estado y crear un nuevo ordenamiento jurídico”, propuesta aprobada por el 81% de los electores.

A partir de esta primera gran victoria popular se inició el proceso para las elecciones, en el cual se postularon 1.167 ciudadanos, dirigentes obreros, sindicalistas, docentes, dirigentes revolucionarios y ciudadanos independientes, que optaron por las 128 curules en la Asamblea Nacional Constituyente.

Desde su instalación y durante los siguientes seis meses, fueron debatidas las ideas y basamentos fundamentales de la nueva República, al tiempo que se consultó y discutió con sectores sociales del país el conjunto de propuestas impulsadas por los constituyentes.

Mediante un referéndum aprobatorio, el 15 de diciembre de 1999, el pueblo venezolano aprobó mediante el Sí la nueva carta magna de la naciente V República, con más del 71% del apoyo (3 millones 301.000 votos) cercano a triplicar los votos obtenidos por el No, que llegaron a un poco menos de 1.300.000.

En aquella fecha Venezuela inició una nueva era republicana, con la transformación social como proyecto de país constituida en un “Estado democrático y social de Derecho y de Justicia”.

Desde entonces, el presidente Hugo Chávez destacó en varias oportunidades la importancia del poder constituyente como mecanismo de adaptación de los basamentos y ordenamiento jurídico nacional, en concordancia con los nuevos tiempos que transite el país en el camino de la construcción de una sociedad justa.

Durante una alocución presidencial, años después, indicó que era tarea de la organización revolucionaria “seguir con la Constituyente, seguir con el proceso constituyente, desarrollar a fondo los principios fundamentales de la Constitución Bolivariana como terminar de construir, darle forma al Estado social de derecho y de justicia, para que como decía (Vladímir Ilich) Lenin, el Estado burgués termine de extinguirse, se vaya apagando, desapareciendo, desapareciendo como desaparece la noche cuando sale el sol. Yo estoy de acuerdo en que hay que seguir impulsando el proceso constituyente”.

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