VENEZUELA/Fascismo transmedia

Por Larissa Costas/Resumen Latinoamericano/Misiónverdad, 5 de junio 2017.

De las inquisiciones antibolivarianas

Sobre las olas llegó la inquisición. Mis antepasados, de la tribu los caquetíos, fueron exterminados. Diao fue el último de los Manaure, que no era entonces un apellido, sino aquel que tenía la habilidad de hablar con los dioses. Antes de dialogar con los españoles, entregó el liderazgo a su hija, Judibana. Le recomendó observar el horizonte al atardecer cuando necesitara consejo. Judibana fue capturada y arrastrada por las rocas hasta que ya no le quedó aliento.

Simón Rodríguez dejó constancia histórica en la Defensa de Bolívar todas las acusaciones contra el Libertador: sus enemigos decían que la aspiración de Bolívar era coronarse, esclavizar al pueblo, que tenía una conducta vengativa, violenta y cruel, que renunciaba al poder para garantizarse lo mejor para él, que se rodeó de gente mala en lugar de buena, que agotó el tesoro público de Perú para favorecer a Colombia, que era un monstruo. Aunque le llamaban zambo, al mismo tiempo, entablaron el mito que proclamó -sin ser atendido- la libertad de los esclavos, tenía por diversión en la infancia matar a negritos con un cortaplumas. Solían resumirse las calumnias bajo la palabra “tirano”.

Rodríguez destacó también, con su extraordinaria capacidad de ir a lo radical del pensamiento, lo que realmente consumó el Libertador. Como en un paralelo histórico, tal vez mágico, a mí me resuena el nombre de Chávez junto al del Libertador.

“Si algunos hombres que, ahora pocos años, erraban en tinieblas, gozan cosa hoy de la inesperada fortuna de figurar en el mundo político… si otros que la suerte condenaba a un olvido perpetuo ven sus nombres contados entre los materiales de la historia de América… si tantos de los que, ni en secreto se atrevía a decir lo que pensaba, habla hoy sin pensar e impunemente, más de lo que la decencia permite… si los que creían morirse pensando, tienen hoy la libertad de publicar impresa sus ideas… ¿a quién deben estas satisfacciones? (…) ¿por quién los claustros se han transformado en asambleas políticas? ¿Por quién, tantos hombres, perdidos en ocupaciones insignificantes, se ven hoy reunidos en Congreso, tratando del bien público? ¿Quién lo sacó de su mediocridad para elevarlos a la dignidad de legisladores?… En fin… quien ha operado el prodigio de hacer hablar de política”. Simón Rodríguez y Manuela Sáenz, el núcleo político más directo del Libertador, fueron perseguidos hasta llevar a la Generala de Brigada a morir en Paita, enterrada muros afuera del cementerio como castigo al adulterio y su digna rebeldía y, el maestro, solo en una fábrica de velas para llenar de luces a este continente herido de oscurana.

El bolivarianismo nunca ha excluido a sus adversarios, ni hace doscientos años, ni en la actualidad. Nosotros, hijos de la izquierda que llora miles de víctimas del terrorismo de Estado de la Cuarta República, jamás hemos llamado al exterminio de aquellos que fueron verdugos de nuestros seres queridos. Lo que sí hemos pedido es justicia, una justicia que ha sido insuficiente para las víctimas y complaciente para los victimarios.

Experiencias web de estigmatización del chavismo

En los últimos 18 años, nuestros adversarios políticos han impulsado en la web no solo el posicionamiento de una mitología antibolivariana que poco tiene que envidiar en inmoralidad y calumnia a los que hace doscientos años atentaron contra el honor de nuestro Libertador, sino primitivas formas de persecución que tomaron estructura en páginas como reconocelos.com, innavegable en la actualidad.

Surgió en medio de una aventura muy violenta de la oposición al gobierno de Hugo Chávez: durante el paro-sabotaje petrolero de finales de 2002 y principios de 2003.

En la exposición de motivos indicaban que el propósito de la página era que “los venezolanos de bien y todos los ciudadanos del mundo conozcan las caras y antecedentes de los protagonistas de este proceso político”, lo que era igual a decir que los chavistas somos los venezolanos del mal.

Acusaban al gobierno de Chávez de impedir al pueblo expresarse a través del voto, aunque nunca en Venezuela se realizaron tantos procesos electorales como en el gobierno de Chávez. También le reprochaban al Presidente el haber dividido al país, aunque Chávez no fue el que inventó la sociedad de clases y, por el contrario, su proyecto es la construcción de una sociedad con mayor igualdad e inclusión.

Se exponían los rostros de políticos, periodistas, fiscales y hasta simpatizantes de la Revolución Bolivariana. Entre los perfiles publicados se encontraba el del fiscal Danilo Anderson, asesinado en un atentado terrorista, ejecutado después de una feroz campaña de odio. Al día siguiente del homicidio, el perfil fue removido de la página web.

Algunos reprocharán la llamada Lista Tascón, que fue difundida en la página web del diputado Luis Tascón con el interés de demostrar el fraude perpetrado por la oposición en la convocatoria a revocatorio contra Chávez. Las personas podían comprobar en la página si su identidad había sido usurpada para el revocatorio. El bautismo de la lista es un fallo histórico: la autoría de la base de datos es de Súmate, una organización encabezada por María Corina Machado, que pretendía usurpar las funciones del poder electoral. Fue Hugo Chávez el que llamó a “enterrar la lista” creada por la derecha, advirtiendo que podía prestarse para la discriminación de personas.

Rescatando la experiencia de reconocelos.com, Dólar Today no sólo ha funcionado como un instrumento al servicio de la manipulación del mercado cambiario del país. Con frecuencia publican información de personas identificadas con el chavismo e, incluso, algunos opositores que no les resultan amigables. Profieren amenazas de toda índole. En una entrevista con The Wall Street Journal, la cara visible de la página web admitió: “Es irónico que con DolarToday en Alabama haga más daño al gobierno que lo que hice como militar en Venezuela”.

La nueva modalidad es un mapa interactivo en el cual se señala la ciudad, dirección de residencia, nombre y apellido de diplomáticos, familiares vinculados a funcionarios chavistas o de personas que han manifestado alguna vez simpatía por la Revolución Bolivariana.

Se ha impuesto una narrativa de odio transmedia, compuesta de mensajes aislados impulsados por generadores de opinión específicos, que en conjunto conforman un llamado a la acción depredadora en turba para el acoso, la segregación, la persecución en un amplio abanico que puede derivar en la comisión de delitos de odio.

En el año 2014, el movimiento paramilitar y terrorista conocido como la salida tuvo distintas expresiones de odio en redes sociales. Vale recordar el lúgubre tuit de una actriz opositora (Belén Marrero) que decía: “Debemos entender que para Cuba mantenerse en nuestro territorio disponiendo de nuestros recursos es vital. Por lo tanto matar es válido”.

A la par, sectores ultraderechistas en redes sociales difundieron fotografías de ciudadanos simpatizantes con la Revolución Bolivariana, indicando su número de teléfonos y dirección y calificándolos de “sapos” (delatores).

Denunciada por sus copartidarios, la señora Claudia Alsina -de larga trayectoria como dirigente de la oposición en Bello Monte- fue cargada a la lista de delatores. En abril de este año, los señalamientos con su fotografía volvieron a circular en redes sociales. Su hija escribió un largo post en Facebook en el que decía:

“La foto de ‘La Sapa de Colinas’ fue todo lo malo que le pudo ocurrir a mi familia. Consiguieron su número de teléfono y la dirección de nuestra casa. No podía salir a la panadería sin que alguien le gritara algo. Recibimos llamadas telefónicas muy feas y amenazas de muerte, gente que fue vecina por 20 años dejó de hablarnos. Incluso, gente con la que fui al colegio dejó de tratarme a mí y a mis primos simplemente por un rumor difundido en redes sociales”.

El día 2 de mayo, este mensaje se coló en una emisora radial:

En nuestras leyes está tipificado como un acto terrorista aquel que por su naturaleza o contexto pretenda “obligar indebidamente a los gobiernos o a una organización internacional a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo”.

A principios de mayo, la oposición venezolana inició una campaña nacional e internacional de presión al defensor del pueblo, Tarek William Saab, para que declarara que los Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia cometieron una “falta grave” en la publicación de una controversial sentencia que fue inmediatamente corregida. El objetivo político de la oposición con las amenazas al Defensor del Pueblo es conseguir su censura contra los magistrados para proceder a la destitución.

El 4 de mayo, en Beirut, un grupo de venezolanos radicados en ese país acosó a Saab, con el propósito de presionarlo para tomar decisiones que atentarían contra un poder público de la nación. La oposición envió varios mensajes conminando al defensor a “pensar en sus hijos”. Yibram Saab, a través de YouTube, manifestó su apoyo a la oposición instando a su padre a compartir su posición política.

Apelar a los hijos como recurso de amenaza no es exclusivo para altos funcionarios. El día 6 de mayo, desde una cuenta especializada en la identificación de chavistas, la publicación de sus documentos confidenciales, e incluso, la dirección de trabajo o residencia de los mismos para que sean hostigados, se publicó un conjunto de fotografías de una familia común sugiriendo que se les agrediera por expresar posiciones políticas contrarias a la de los dirigentes Leopoldo López y Lilian Tintori. En el debate entre opositores se planteaba: “hay que exterminarlos a todos, hasta el más chiquito, para que nadie siga con el germen comunista en el coco” y “no se deben dejar futuros enemigos, ni mucho menos resentidos comunistas vengativos”.

El 7 de mayo, la hija del Alcalde de Caracas, Lucía Rodríguez, fue atacada en Australia, país en el que se encuentra realizando estudios universitarios. La agresora, paradójicamente, es descendiente de judíos, y practicante de acciones similares a las de los nazis.

Desde el día lunes 15 de mayo hasta el miércoles 17 registramos al menos a 40 personas que han estado trabajando como funcionarios del Estado cuyos familiares (sobre todo hijos) han sido expuestos en redes sociales, bajo el argumento de que a partir del momento en el que un niño cumple 5 años, sabe distinguir qué es bueno y qué es malo, en consecuencia y cito: “nadie es inocente“. No me sumaré a la distribución de información para el acoso de los hijos de funcionarios públicos, pero si me permitiré dejar por acá el tuit más pecaminoso que borraron, tal vez… por temor a la justicia.

Otro opositor (Federico Alves) indicaba: “Mujer que se enrede con un enchufado (término despectivo con el que se refieren al chavismo), ladrón y asesino de jóvenes (crímenes cuyas autorías definen ellos mismos en redes sociales y tildan a cualquiera de homicida o corrupto) debe ser tratada como las colaboracionistas de los nazis en Francia”.

Este mes, en Europa se han registrado numerosos asedios a sedes diplomáticas venezolanas en Europa y el continente americano.

El 11 de mayo, ocurrió el asedio al Centro Cultural de la Embajada de Venezuela en Madrid. Un grupo de oposición mantuvo secuestrados durante varias horas a diplomáticos venezolanos y ciudadanos españoles. La policía actuó de forma complaciente con los ultraderechistas que vitoreaban consignas a favor del dictador Francisco Franco y contra Nicolás Maduro.

Si bien se ha profundizado en el análisis de la violación de la Convención de Viena por parte de las autoridades españolas, poco se ha destacado que en el lugar se encontraban las víctimas de la violencia fascista del año 2014: personas que perdieron a seres queridos, o que resultaron heridos con huellas que jamás podrán borrar de sus cuerpos, eran el blanco del hostigamiento.

Otra expresión del odio gregario fue la agresión a un ciudadano peruano en Madrid, al que confundieron con venezolano y presumieron que, seguramente, sería chavista.

La oposición que tanto catequismo recita sobre la libertad de expresión y democracia está muy lejos está de cumplirlo. Acá observamos cómo militantes de la oposición advierten a un periodista español para que no publique videos de las acciones violentas que cometen en España.

El 12 de mayo, la cadena internacional Europa Press difundió el video de un grupo de Opositores en Madrid que confundieron a uno de sus integrantes con un chavista e intentaron agredirlo.

El odio gregario enceguece: un video difundido en redes sociales era mostrado como evidencia de un “asedio a Maripili Hernández”. Días después, el mismo hecho registrado desde otra perspectiva y otorgando nuevas georeferencias era publicado por medios de comunicación como un acto de repudio contra la Almiranta Carmen Meléndez. Es decir: no saben a quién atacaron y quizá lo hicieron sencillamente porque llevaba una chaqueta roja.

El odio gregario, incentivado por dirigentes políticos a nivel nacional e internacional, nutrido con las mentiras de la mediática va inoculando códigos que si bien no pueden conceder una fachada legal a estas agresiones, simplifican la ética hasta conducirlos a estados primitivos de conducta que ya no necesitan cruzar el filtro de los principios o valores, sino que busca el aplauso de la manada.

Este mecanismo queda patente cuando una señora se siente complacida de grabar la agresión que comete contra una mujer panadera en Colombia porque tiene un afiche de Chávez en su local.

Una pareja en Madrid registra el ataque que efectúa a Eimar Vivas, merideño, luthier y artista venezolano, reconocido por sus tapas de violín hechas a mano y que le regaló una vez un cuatro al Comandante Chávez.

El hombre que grabó con su teléfono el asedio a Eugenio Vásquez Orellano, agradece en su página en Facebook el millón de reproducciones de un acto de acoso que es severamente penalizado en EEUU, porque ya no valoran la ley ni la ética, sino el aplauso de la tribuna virtual.

En el festín fascista un chat público en Facebook fantasea con formas de acosar, torturar o asesinar a Andrés Izarra. Una de las participantes advierte “algunos alemanes recomiendan no hacerlo” porque “podría verse como los métodos de persecución nazis”. Y otra decía “Internet es público” por lo que era mejor discutirlo en privado.

Como mi audiencia en sectores de la oposición parece que está creciendo, aprovecho de pedirle que les avisen a los sectores del fascismo transmedia que los nazis no tenían Facebook, pero fueron severamente juzgados por la historia. Como lo será cualquier practica fascista sobre la tierra porque el fascismo es contrario a la HUMANIDAD.

La arenga no se detiene: referentes públicos de la oposición como Patricia Poleo realizan este llamado en programas de televisión:

Ramos Allup reconoce que se trata de un trabajo político de los venezolanos en el exterior. Vale preguntarse: ¿bajo su dirección? Seguramente porque en la ineficacia del juicio de la turba se agreden a inocentes.

Estos juicios inquisitoriales de fuegos ligeros también han sido alentados por el caricaturista Edo que justifica las agresiones trazando como monstruoso al chavismo y criminalizando sus simbologías.

Alentados, desde distintas formas de comunicación, los seguidores de la oposición se sienten apoyados y proponen: marquemos sus carros para que sientan vergüenza de ser chavistas, como lo hacían los nazis en los locales y hogares judíos.

O claman por la dirección de residencia de reconocidos tuiteros de izquierda, para matarlos y quemarlos.

César Miguel Rondón no pudo ocultar su satisfacción ante el acoso y se preguntó, sin escurrirse las babas, “¿Cómo se siente ser escupido en todo el planeta? ¿Qué no haya sitio dónde esconderte, avión dónde volar? ¿Qué ya no tengas paz jamás?”.

Voy a cerrar con las palabras del poeta Adal Hernández:

“Cuando vengas por mí

como has amenazado tan iracundamente

seguiré alzando mi palabra por encima de la intimidación y el chantaje

sé que no será suficiente

sé que no detendrá tus ganas de saciar tanto rencor inoculado

pero al menos dejaré por sentado

como quien sacude el puño sobre la mesa

antes de ser injuriado

que ni yo soy el monstruo que imaginas

ni tú eres el verdugo que necesitamos”.

 

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