(Opinión) Chávez: economía y política petrolera (I)

Por Rafael Ramírez Carreño/ Resumen Latinoamericano/Panorama, 5 de junio 2017.

En medio de la confrontación política, agudizada en nuestro país con fuertes episodios de violencia y trágica cuenta sangrienta de venezolanos muertos y heridos de ambas partes, además de señales preocupantes de fascismo, intolerancia, injerencia extranjera y prevalencia de las ambiciones e intereses personales y grupales como motores de la política, me preocupa que se pretenda dejar por sentado, así, sin ninguna discusión y de manera irresponsable y ligera, que la culpa de esto es del Comandante Chávez y de su manejo de la economía y de la política petrolera.

Creo que en el campo de la revolución se comete un grave error, al no discutirse este tema, por la razón que sea, puesto que, no solo es el legado del Comandante y los principios de nuestro proceso Bolivariano, sino que omitir discusión nos priva de aprendizajes para profundizar la acción política y la toma de decisiones de cara al futuro.

Lo anterior nos convierte en presa fácil de los reduccionismos simplistas, atajos “tácticos” y al final de la restauración, a plenitud, del capitalismo rampante y atrasado que mantuvo a nuestro país, por casi cien años, como una factoría petrolera, un satélite de la economía norteamericana, sin posibilidad de elevar las condiciones de vida del pueblo y mucho menos de implantar el socialismo como sistema alternativo.

Le juré lealtad eterna al Comandante Chávez, es lo que he hecho y seguiré haciendo, no solo porque estoy de acuerdo y comprometido ideológicamente con todas nuestras acciones, sino porque estoy convencido de que fueron correctas en la batalla frontal contra el capital y la dependencia extranjera; había que asegurar la conquista de nuestra plena soberanía y dar el salto a las transformaciones políticas, económicas y sociales impostergables. Además, con el Comandante siempre actuamos apegados estrictamente a nuestra Constitución y Leyes.

Pretendo con esta columna, insistir en este tema, desclasificar documentos y mostrar al pueblo lo que sea necesario en defensa del Comandante Chávez, y acciones. No permitiré que en medio una refriega callejera y de odio, se despache el legado del Comandante, entre cálculos políticos e incomprensión de lo que hizo, por qué lo hizo y para qué lo hizo. Tengo clara conciencia de mis tareas históricas y todos los elementos y legitimidad para avanzar en este debate.

Cada quien debe asumir su rol y aportar a esta discusión, sin excluir a nadie, de manera constructiva, jamás permitir que se pretenda confundir al Pueblo sobre las motivaciones del Comandante Chávez. Él ya no está entre nosotros para avanzar como solía hacer, como un huracán, llevando la verdad al pueblo y al mundo. Lo haremos nosotros, invito al pueblo Chavista, al PSUV, a los cuadros de la revolución y los que han desempeñado o desempeñan altas responsabilidades en el gobierno bolivariano, a levantar su voz y defender con pasión y sin cálculos egoístas nuestro modelo, la obra y legado del Comandante Chávez.

Claro, de mi parte me concentraré en el tema Petrolero, abarcando tanto la Política Petrolera, que siempre debe prevalecer, como también a nuestra querida PDVSA, su gestión y transformación hasta el momento que la conduje. Hay elementos absolutamente nuevos e incomprendidos, que fueron los creados por el Comandante para distribuir masivamente la renta petrolera, así como apalancar otros sectores económicos del Estado, en su esfuerzo siempre orientado a superar el rentismo petrolero y construir el Socialismo, su base material.

De esta ofensiva de las ideas, saldremos más unidos, fortalecidos y daremos a nuestro pueblo las razones sagradas para el combate diario, sistemático, irreductible en defensa de nuestra revolución, por Chávez y la Patria toda.

De esta crisis saldremos, no tengo dudas, pero hay que salir victoriosos, no se trata de salir como sea, se trata de salir de pie, caminando firmes hacia el socialismo, sin haber cruzado “La Línea Roja”, sin haber entregado nada del Legado de Chávez, ni concedido “ni un tantico así”, como decía el Che, al imperialismo. Necesitamos mantener la ofensiva para preservar nuestras conquistas y objetivos estratégicos. Lo contrario, será un salto al vacío y vendrá la violencia del sistema restaurador, serán años de desestabilización.

Hay mucha confusión sobre el tema petrolero, me sorprende el discurso de los factores de oposición: unos abiertamente claman por la entrega del petróleo a las transnacionales y la privatización de PDVSA, por ello la campaña permanente y sistemática contra nuestra empresa nacional, creando la matriz de su colapso (de ello hablaremos en otro artículo), hablan como lobistas de las transnacionales. Otros muestran mucho desconocimiento del tema.

A propósito de esto, quiero aclarar una nota de El Nacional. Me encontré en el área de turistas de la ONU a un grupo de venezolanos liderados por un otrora dirigente político, tenían nuestra bandera al revés y tomaban fotos para el “tuiter”. Nadie en la ONU los recibió. Les reclamé su ofensa al país y los guardias de seguridad de la ONU los sacaron del edificio, porque no se permite propaganda política en las instalaciones. Ya en la calle y como tenían la bandera de manera correcta, me aproximé y en el marco del respeto hablé con este antiguo dirigente. El Nacional ni lo menciona, nueva forma de hacer política: invisibilizar. En todo caso me preocupo su desconocimiento del tema petrolero y su defensa a la apertura, es un ejemplo de cómo anda la oposición.

Por supuesto, que ya desde la aparición de la Agenda Bolivariana, el Comandante Chávez estaba convencido de la necesidad de recuperar el manejo soberano del petróleo, nuestros recursos naturales, PDVSA y las Empresas Básicas, como elementos fundamentales para nuestro desarrollo económico. Era un enunciado estratégico, luego, ya en el Gobierno, quedaba por delante la gran tarea: ¿cómo lograrlo?

La primera acción en esa dirección estuvo dirigida a restablecer nuestro rol y liderazgo en el seno de la OPEP. Es decir, detener la política volumétrica de la apertura petrolera, de las transnacionales, y restablecer una política de defensa de precios.

Recordemos que a finales de los años 90 el precio del petróleo colapsó, tanto producto de la crisis económica de los llamados “tigres asiáticos”, así como por el incumplimiento de los acuerdos de producción en el seno de la OPEP. La violación a las cuotas de producción era liderada por Venezuela, donde la vieja PDVSA marcaba la Política Petrolera.

El último Ministro de Petróleo de la Cuarta Republica proclamaba que la OPEP era un “club de pinochos”. Ya Venezuela estaba decidida a abandonar la OPEP, en estricta subordinación a los intereses de los países consumidores y de sus transnacionales que ya se les había entregado la Faja del Orinoco, durante la apertura petrolera: se producía Orimulsión y “crudo sintético” fuera de las cuotas de la OPEP. Se mintió descaradamente a nuestros países hermanos y a todo el país, para vergüenza de nuestra Patria, todos los países de la OPEP sabían que se mentía y que nuestro país era gobernado por las transnacionales, perdiendo el respeto histórico que teníamos en la organización.

El Comandante Chávez, impulsó y llevó a cabo con éxito la II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los Países miembros de la OPEP, restableciendo la unidad y coordinación en el seno de la Organización. El Comandante conquistó y se ganó un puesto de liderazgo y respeto en el seno de los países productores, OPEP y no OPEP, incluyendo Rusia, al ser exitoso en detener la caída del precio y luego proponer un sistema de bandas, entre 22 y 28 $/Barril como un precio justo para el petróleo. En este periodo hay que hacer una necesaria mención a nuestro querido compañero Alí Rodríguez, quien fue el primer Ministro de Petróleo del Comandante Chávez entre 1999 y 2001, donde luego salió a Viena como Secretario General de la OPEP.

Ya, desde el principio fue notable la resistencia de la vieja PDVSA a las decisiones y subordinación al Estado Venezolano. Recordemos que ya la apertura petrolera había avanzado a profundidad en el país y su mentor y perpetrador de la entrega en PDVSA, Luis Giusti, era una especie de príncipe de las transnacionales. Realmente ese grupo político que se enquistó en la dirección de la vieja PDVSA, fue el principal impulsor del interés extranjero en el país y entregaron el petróleo, la Faja del Orinoco y PDVSA a las empresas transnacionales petroleras, como nunca antes había sucedido, ni siquiera cuando Juan Vicente Gómez.

Si alguien hiciese una correlación entre la apertura petrolera y la crisis económica de final de los años 80 y 90, se dará cuenta perfectamente que, en la medida que se desmontó el régimen fiscal petrolero y se impusieron las transnacionales, el país cayó sumido en una profunda crisis económica que empezó con el llamado “Viernes Negro” con la devaluación de nuestra moneda y culminó en el paquetazo de Carlos Andrés, “El Caracazo”, con sus más de tres mil asesinados en las calles de Caracas y el colapso de la Cuarta República. Todo lo que pasa y pasará por mucho tiempo en nuestro país, en términos de economía, desarrollo social y política tiene que ver con el petróleo. Tendremos que seguir lidiando con el modelo rentista petrolero. Acá lo vamos a dejar hasta los próximos artículos. No puedo dejar de comentar otro suceso, este si muy importante y que por cierto es poco o nada reseñado por los grandes medios: nuestra victoria en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Los Estados Unidos fracaso hace tres semanas en su intento de llevar al Consejo de Seguridad de la ONU la situación interna de Venezuela, buscando una actuación en un órgano muy peligro donde ellos tienen un importante control para promover una intervención extranjera en nuestro país. Los derrotamos, ningún país lo acompaño en su aventura.

El pasado miércoles, intentaron otra maniobra. Durante la elección de las autoridades de la Asamblea General para el 72 periodo de sesiones, un evento muy importante en la ONU. Nosotros nos postulamos para ocupar la vice presidencia de la primera comisión (desarme), la cual se produjo sin novedad. También nos postulamos como Presidentes (en mi persona) de la Cuarta Comisión, responsable de las Operaciones de Paz, Descolonización y el tema de Palestina en las Naciones Unidas. Esta sí le preocupó mucho a los EEUU, tanto por los temas, como por el hecho de que ocupáramos la Presidencia. Nuestra candidatura estuvo apoyada desde el principio, se usa el término “endosada”, por nuestro grupo regional de América Latina y el Caribe, el GRULAC. Pues bien, EEUU en una maniobra fuera de toda la práctica de la Asamblea, donde si a un Grupo Regional le corresponde un puesto por rotación y el grupo tienen un solo candidato, nadie cuestiona la decisión del grupo, EEUU pidió votación. De esa manera, EEUU le dice a América Latina y el Caribe y al resto de los grupos regionales: que sin importar su decisión, quiere que nos contemos. Estos no respetan a nadie, se creen los amos del Mundo.

Bien, no le tememos a las elecciones, estamos seguros del apoyo con el que contamos. Fuimos a elección como pidió EEUU (por cierto la embajadora se salió de la sala) y sacamos el 95.6 % de los votos. En buen venezolano, eso se llama ¡una paliza al imperialismo! Bien, a pesar de esta maniobra y las presiones que ejercen sobre los países, seguimos venciendo desde acá, tenemos un fuerte apoyo internacional. Los seguiremos.

Fuente: Panorama

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