PALESTINA: Policía israelí irrumpe en la mezquita de Al-Aqsa y detiene a los guardias palestinos, mientras centenares de israelíes llegan al lugar sagrado / Trump da luz verde a Israel para continuar construcción de asentamientos / Los jóvenes judíos norteamericanos que luchan contra la ocupación israelí / Las escuelas israelíes ayudan a sabotear las perspectivas de paz

Resumen Latinoamericano / Agencias / 24 de mayo de 2017 –

Policía israelí irrumpe en la mezquita de Al-Aqsa y detiene a los guardias palestinos, mientras centenares de israelíes llegan al lugar sagrado

JERUSALÉN (Reuters) – Tres guardias de seguridad palestinos de la Mezquita de Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén Oriental ocupada, fueron agredidos y detenidos por la policía israelí el miércoles, mientras centenares de israelíes y colonos de derecha llevaban a los santos Sitio en la celebración del “día de Jerusalén.” El Día de Jerusalén es celebrado por la comunidad sionista religiosa ultra-derecha para conmemorar la anexión israelí de la Jerusalén Oriental ocupada en 1967, el mismo día en que los palestinos recuerdan el “Naksa”, que significa “retroceso”, refiriéndose al desplazamiento masivo Territorio Palestino. Como resultado de la guerra, Israel tomó el control de Jordania y Egipto sobre la Cisjordania y la Franja de Gaza, pobladas mayoritariamente por palestinos, que permanecen ilegalmente ocupadas y bloqueadas, respectivamente, hasta el día de hoy.

El director del complejo de Al-Aqsa, Sheikh Omar al-Kiswani, dijo a Ma’an que las fuerzas de la policía israelí atacaron a un grupo de cuatro guardias de la mezquita en Lion’s Gate, después de que los guardias “se opusieron a los comportamientos provocativos de los colonos israelíes durante su incursión en Al Aqsa . ” Al-Kiswani identificó a los cuatro heridos como Arafat Najib, Khalil al-Tarhuni, Nour Abu Hadwan y Nidal al-Waari. Dijo que Najib fue tratado inicialmente en la clínica del complejo, pero más tarde fue trasladado a un hospital para recibir atención médica adecuada, mientras que los otros tres guardias heridos fueron detenidos por las fuerzas israelíes “a pesar de su necesidad de tratamiento médico”. Al-Kiswani afirmó que 708 colonos israelíes asaltaron el complejo, representando un “número sin precedentes de asentamientos de colonos en el complejo”. “Lo que sucedió hoy es un procedimiento planificado y sistemático por parte de las autoridades israelíes para imponer el control por la fuerza y ​​aterrorizar a los guardias para que no hagan su trabajo”, dijo Al Kiswani, añadiendo que el incidente fue “una clara y provocativa medida antes del Ramadán , “Refiriéndose al mes sagrado musulmán que se espera comience el viernes.

El portavoz de la policía israelí, Luba al-Samri, emitió una declaración tras el incidente, diciendo que mientras “los visitantes judíos” salían del recinto, “algunos de ellos se detuvieron y comenzaron a cantar el himno nacional israelí. Las fuerzas de policía israelíes que los escoltaron comenzaron a sacarlos del recinto cuando los guardias de al-Aqsa también comenzaron a responder con cánticos contra los visitantes e intentaron atacarlos. Mientras las fuerzas de policía “detuvieron” a los guardias, al-Samri afirmó que los guardias agredieron a los agentes de policía, pero no mencionó a los agentes de policía que asaltaron e hirieron a los guardias, a pesar de los videos mostrando que las fuerzas israelíes detuvieron violentamente al menos un guardia, De uno de los guardias que fue llevado al hospital con una lesión en la cabeza.

Al-Samri también dijo que dos guardias, no tres, fueron detenidos para ser interrogados, agregando que un grupo de israelíes fueron detenidos después de “inclinarse a orar” en el recinto. El incidente se produjo cuando decenas de israelíes de derecha y colonos ultra-religiosos marcharon y recorrieron Al-Aqsa bajo la protección de las fuerzas policiales en celebración del Día de Jerusalén. Los colonos recorrieron la Ciudad Vieja y realizaron rituales religiosos a las puertas de la Mezquita Al-Aqsa, mientras docenas entraron en el complejo en grupos separados a través de la Puerta Marroquí. Mientras tanto, un grupo de activistas que denuncian el desfile del Día de Jerusalén sostenido por extremistas israelíes fue asaltado por fuerzas israelíes el miércoles por la tarde fuera de la puerta de Damasco en la Ciudad Vieja de Jerusalén, según un reportero ma’an en la escena. Los activistas palestinos ondeaban banderas palestinas en la escena, mientras que los activistas de paz internacionales e israelíes formaron una cadena humana, cuando las fuerzas israelíes los dispersaron violentamente, golpeándolos y empujándolos.

Contrario a la afirmación de al-Kiswani de que más de 700 israelíes entraron en el complejo, el director general de la Fundación Islámica, o Waqf, que dirige el compuesto Sheikh Azzam al-Khatib, dijo a Ma’an que más de 470 israelíes habían recorrido el complejo desde el miércoles por la mañana , Observando que se esperaba que tmore entrara en el compuesto durante todo el día. Al-Khatib dijo a Ma’an que el gobierno israelí “está intentando por todos los medios cambiar el status quo” en el recinto, resaltando que el ministro israelí de Cultura Miri Regev llamó a todos los israelíes hace unos días para aumentar su presencia en el Compuesto y llevar a sus hijos a realizar rituales religiosos allí. Testigos dijeron a Ma’an que los colonos israelíes asaltaron el complejo en grupos y realizaron oraciones, en violación de un acuerdo firmado entre Israel y el gobierno jordano después de la ocupación ilegal de Jerusalén oriental en 1967, afirmando que mientras se permite la visita judía al complejo, El culto no musulmán está prohibido.

El tercer lugar más sagrado en el Islam, Al-Aqsa también es venerado como el lugar más sagrado del judaísmo, ya que se sienta donde los judíos creen que el primer y segundo templos una vez se levantó. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que el complejo de la Mezquita Al-Aqsa – conocido por los israelíes como el Monte del Templo – y el Muro Occidental “permanecerá para siempre Soberanía israelí “, informó el diario israelí Haaretz. Las autoridades israelíes permiten regularmente a visitantes judíos entrar en el sitio – a menudo bajo guardia armada. Tales visitas son típicamente hechas por derechistas que intentan desestabilizar el statu quo en el sitio, y coinciden con restricciones en el acceso palestino, incluyendo prohibiciones en la entrada y detenciones. Mientras tanto, las fuerzas israelíes han detenido e incluso han asaltado a los guardias de seguridad de Al-Aqsa en varias ocasiones.

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Trump da luz verde a Israel para continuar construcción de asentamientos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado luz verde al régimen de Israel para continuar la construcción de asentamientos en los territorios ocupados palestinos.

Así lo ha anunciado el canal 2 de la televisión israelí, al indicar que durante su reciente visita a los territorios ocupados palestinos, Trump no hizo ninguna referencia a la construcción de asentamientos, lo que significa la luz verde de Washington a esta medida.

De acuerdo con las autoridades israelíes, hay un cambio fundamental en las políticas de Estados Unidos ante la construcción de asentamientos y se espera que anuncien en las próximas semanas diversas licitaciones para la construcción sin precedente de viviendas en los territorios ocupados palestinos.

Además han aseverado que se ha allanado el terreno para ampliar la construcción de viviendas y ejercer soberanía sobre otros asentamientos en Cisjordania.

El primer ministro del régimen de Tel Aviv, Benyamin Netanyahu, tiene previsto explicar este miércoles los detalles de la visita de Trump a los territorios ocupados palestinos, donde llegó el lunes después de visitar Arabia Saudí, según el canal 2 de la televisión israelí

El régimen de Tel Aviv sigue sus políticas expansionistas en los territorios ocupados palestinos pese a que la construcción de asentamientos israelíes en tierras palestinas es considerada “ilegal” por las Naciones Unidas, la Unión Europea y un gran número de países y organismos internacionales.

Más de medio millón de israelíes viven en más de 120 asentamientos ilegales construidos en los territorios palestinos de Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén), ocupados desde la Guerra de los 6 Días, en 1967.


Los jóvenes judíos norteamericanos que luchan contra la ocupación israelí

“Seremos la generación que termine con el apoyo de nuestra comunidad a la ocupación”. Así se anuncia en la página web de IfNotNow, una organización que trata de unir a los judíos norteamericanas críticos con las políticas del gobierno israelí.

Desalojo del Campamento de la Libertad Summud. Foto: IfNotNow.

La noche del pasado 20 de mayo, soldados israelíes destruyeron el Campo de la Libertad Summud, en las colinas del sur de Hebrón, erigido por cerca de 300 activistas palestinos, israelíes y judíos norteamericanos unos días antes. Se trataba de una acción simbólica para denunciar la ocupación de los territorios palestinos, donde hasta 1998 se encontraba Sarura, un antiguo pueblo palestino despoblado tras varios años de acoso por parte de los colonos y soldados israelíes. Durante el desalojo del campamento los soldados agredieron a varios activistas, pero no hubo detenciones. Desde la cuenta de Twitter de la organización norteamericana IfNotNow relataban al minuto lo que iba sucediendo: “si nos agreden así siendo judíos, imaginad lo que le pasa cada día a los palestinos. La ocupación no es mi judaísmo”, explicaban pasada la medianoche.

Las acciones de este colectivo norteamericano formado por jóvenes judíos contrarios a la ocupación ha hecho saltar las alarmas de los defensores a ultranza de las políticas israelíes. Y ya van dos veces en dos meses que están dando mucho que hablar. IfNotNow congregó el pasado 25 de marzo a cerca de un millar de jóvenes judíos ante el edificio donde se celebraba la conferencia anual del poderoso lobby pro-israelí AIPAC (Comité de Relaciones Públicas Entre Estados Unidos e Israel) en Washington. Tras una pancarta con el lema “Los judíos no serán libres mientras que los palestinos no lo sean también. Abajo el AIPAC, abajo la ocupación” y el hashtag #JewishResistance (resistencia judía), los jóvenes cantaban, bailaban y se encadenaban a las puertas del Walter E. Washington Convention Center. Otros manifestantes incluso lograron entrar y desplegar una pancarta ante los asistentes al congreso pro-israelí más importante del mundo.

IfNotNow lleva desde 2014 alzando su voz para demostrar que ser judío no implica apoyar las políticas de los sucesivos gobiernos israelíes. Fue durante la Operación Margen Protector (el eufemismo que usó el gobierno israelí para referirse al ataque contra Gaza que se saldó con más de 2.300 palestinos muertos, entre ellos medio millar de niños), cuando jóvenes judíos de los Estados Unidos empezaron a coordinarse para dar una respuesta conjunta ante la masacre y exigir el final de la ocupación sistemática de los territorios palestinos. Los líderes de las comunidades judías norteamericanas, que siempre han apoyado incondicionalmente las políticas de Israel, ven ahora cuestionado su papel. Ellos son el centro de las críticas de los jóvenes de IfNotNow, tal y como avanzan en la portada de su página web: “Hoy en día, la comunidad judía se enfrenta a una elección. ¿Vamos a dejar nuestra tradición en manos de líderes fuera de contacto, o pelearemos por una comunidad judía vibrante y liberada que apoye la libertad y la dignidad de todos los israelíes y palestinos?”

Tamara y Sarah son dos jóvenes judías norteamericanas residentes en Nueva York. Nos citamos en una cafetería de Manhattan, cerca de la New York University (NYU), en un barrio plagado de restaurantes y cafeterías repletas de jóvenes donde residen y hacen su vida miles de estudiantes de todo el mundo. No quieren fotografiarse ni hablar en nombre de la organización, tan solo explicar porqué se unieron a IfNotNow.

“Crecimos en una comunidad donde estamos siempre alerta, a la defensiva. Fui a Israel muchas veces, crecí en un contexto muy sionista. En la universidad empecé a tener conversaciones con gente que opinaba diferente sobre Israel, empecé a leer a mucha gente también de Israel que es muy crítica con su gobierno. Volví a Israel y vi que lo que pasaba, que todo lo que no me creía, era real. No puedo seguir callada. Esto no puede seguir así.” La ocupación de las tierras palestinas es el eje central de las campañas de IfNotNow. Las activistas no se sienten representadas por los portavoces de las comunidades judías en su país: “Nuestros líderes no pueden hablar por nosotros, especialmente por los jóvenes. Ellos afirman que la seguridad de los judíos pasa por la ocupación. Nosotros pensamos justo lo contrario. Estamos tratando de preguntar a la cara de toda la comunidad judía de EEUU de qué lado están: de la ocupación o de la libertad y dignidad de todas las personas. Hay que hablarlo. También porqué todas las instituciones están apoyando la ocupación. Pero primero debemos preguntar a los miembros de nuestra comunidad. La ocupación es nuestra causa central. Es nuestra estrategia poner este tema sobre la mesa. Estamos hablando de la vida cotidiana de las personas, y cada día que pasa es un día más de opresión. Podríamos discutir de muchas cosas sobre el conflicto, pero ahora hay que empezar por esto. Hay que parar la ocupación. Los líderes deben afrontar estos temas, es lo que tratamos de visibilizar. Es un movimiento para cambiar corazones y mentes.”

Esa era la intención de su espectacular acción en Washington dos meses atrás: “AIPAC trata de decir que todos los judíos debemos aprobar las políticas de Israel, de quien también depende nuestra seguridad en EEUU. Tratan de hablar en nombre de todos los judíos. Por eso fuimos a protestar, porque no nos representan”. Ambas activistas habían participado en la protesta, pero no se conocían hasta el día de esta entrevista. Una de ellas se encadenó a las puertas del edificio. La otra permanecía en el exterior junto con los otros cientos de manifestantes. Hasta ahora no habían entablado conversación. Se sienten orgullosas de ser judías. Reivindican su identidad y se sienten con el deber de actuar ante las injusticias, tal y como su fe les ha enseñado. Antes de la protesta contra AIPAC rezaron. Durante la protesta, cantaron varias canciones judías.

Los discursos racistas de Trump han reforzado sus razones: “Islamofobia, racismo y antisemitismo están totalmente conectados”, afirman. Por eso organizaron en noviembre de 2016 el “Jewish Day of Resistance” (Día judío de la resistencia) contra las políticas del nuevo presidente, y que consistió en distintas acciones de protesta en más de 30 ciudades estadounidenses al mismo tiempo. Muchas de estas protestas señalaron a un importante asesor de Trump, Stephen Bannon, ex director de la web ultraderechista Breitbart News, famosa también por sus habituales ‘fake news’ (noticias falsas) y considerado ideólogo de la ‘Alt-Right’ norteamericana, es decir, la autoproclamada ‘derecha alternativa’, que es como se hace llamar la ultraderecha estadounidense. Bannon fue nombrado miembro del Consejo de Seguridad Nacional por el Presidente a finales de enero y cesado a principios de abril. “En Washington, igual que en Europa, muchos antiguos antisemitas como Bannon, que escribieron contra los judíos hace años, hoy apoyan abiertamente a Israel y han cambiado su target. Ahora el enemigo es el Islam. A lo largo de los años los judíos hemos estado en todas las luchas por los derechos civiles. Ahora también debemos estar”, concluyen las activistas de IfNotNow mientras nos despedimos a las puertas de la cafetería justo cuando bajan las persianas.

Fuente: Miguel Ramos, La Marea


Las escuelas israelíes ayudan a sabotear las perspectivas de paz

Un alarde del estilo de la política comunitaria israelí ante una audiencia de cientos de jóvenes escolares fue capturado en video la semana pasada. ¿Eran niños de 10 años a los que se les ofrece consejos de seguridad vial, consejos sobre qué hacer si se perdieron o cómo informar de alguien sospechoso que pasa alrededor de la escuela?

Foto: Archivo

No. En Israel, se hacen las cosas de manera diferente. El vídeo muestra a cuatro oficiales en una puesta en escena de un simulacro de operación antiterrorista en un parque cerca de Tel Aviv. El equipo hacía rugir sus motos y disparaba sus fusiles sobre el “terrorista”.

Mientras el “terrorista” yacía gravemente herido, los agentes vaciaban sus cargadores sobre él desde corta distancia. En Israel se conoce esta acción como “confirmar la matanza”. En cualquier otro lugar se llama ejecución extrajudicial o asesinato. Podía oírse a los niños aplaudiendo.

Fue un incómodo recordatorio de una ejecución casi idéntica capturada en un video el año pasado. A un médico joven del ejército, Elor Azaria, se le ve disparando una bala a la cabeza de un palestino incapacitado en Hebrón. En febrero un tribunal militar lo condenó a 18 meses por homicidio.

Ha habido pocas señales de introspección desde entonces. La mayoría de los israelíes, incluidos los funcionarios públicos, llaman héroe a Azaria. En la reciente fiesta religiosa de Purim, vestirse como Azaria era uno de los disfraces favoritos entre los niños.

Hay muchas pruebas de que los servicios de seguridad de Israel todavía están ejecutando regularmente a palestinos.

El grupo de derechos humanos israelí B’Tselem denunció la semana pasada el asesinato de una joven estudiante de 16 años de Jerusalén, Fatima Hjeiji, con una lluvia de balas. Se quedó paralizada en el lugar después de sacar un cuchillo a cierta distancia de un puesto de control policial. No representaba una amenaza, concluyó B’Tselem, y no tenían por qué asesinarla.

La policía no se arrepintió de la ejecución, que calificó de “una experiencia positiva” de demostración para los jóvenes. No fue un caso excepcional.

Este mes, en las comunidades de todo Israel, el ejército celebró el Día de la Independencia de Israel poniendo sus “atracciones” habituales -tanques, cañones y granadas- para que los niños jugasen con ellas mientras las familias observaban a los perros del ejército buscando más “terroristas”.

Mientras tanto, en un asentamiento de Cisjordania, el ejército pintó brazos y piernas de jóvenes con heridas de metralla. Un líquido ilustraba la sangre goteando convincentemente de maniquíes con extremidades amputadas. El ejército dijo que el evento era un modelo del que “muchas familias disfrutaron”.

El propósito de exponer a los niños de una edad impresionable a tanta sangre derramada y al asesinato no es difícil de adivinar. Se crían niños traumatizados, desconfiados y temerosos de cualquier persona de fuera de su tribu. De esta manera se convierten en soldados más flexibles, de gatillo fácil, ya que gobiernan sobre los palestinos en los territorios ocupados.

Algunos educadores han comenzado a percibir que son cómplices de este abuso emocional y mental.

El día de la conmemoración del Holocausto, recordado en las escuelas israelíes el mes pasado, evita en gran medida mensajes universales, como el de reconocer la humanidad de los demás y luchar por los oprimidos. En vez de eso a los alumnos de las escuelas, incluso a los de solo tres años, se les dice que el Holocausto sirve como advertencia para estar siempre alerta, que Israel y su ejército fuerte son los únicos que impiden otro genocidio perpetrado por los no judíos.

El año pasado Zeev Degani, director de una de las escuelas de prestigio de Israel, causó un gran revuelo cuando anunció que su escuela ya no enviará a los alumnos a los viajes anuales a Auschwitz. Se trata de un rito de iniciación para los alumnos israelíes. Denominó la mala utilización del Holocausto de “patológica” y dijo que pretende “generar miedo y odio” para inculcar el nacionalismo extremo.

No es por casualidad que estos viajes –que imparten el mensaje de que un ejército fuerte es vital para la supervivencia de Israel– se lleven a cabo justo antes de que los adolescentes comiencen un proyecto militar de tres años.

Cada vez reciben en la escuela menos mensajes alternativos. Degani fue uno de los pocos directores que invitaron a la organización Rompiendo el Silencio, un grupo de soldados que denuncian, para hablar de su participación en la comisión de crímenes de guerra.

En respuesta el ministro de Educación Naftali Bennett, líder del partido de los colonos, ha prohibido los grupos disidentes como Rompiendo el Silencio. También ha prohibido los libros y los viajes de grupos de teatro que puedan fomentar una mayor empatía con aquellos de afuera de la tribu.

Las encuestas muestran que esto está dando sus frutos. Los escolares son aún más ultranacionalistas que sus padres. Más de cuatro quintas partes piensan que no hay esperanza de paz con los palestinos.

Pero estas actitudes cultivadas no sólo sabotean el proceso de paz. También impiden cualquier posibilidad de que los judíos israelíes vivan en paz con la gran minoría de los ciudadanos palestinos que viven en el mismo lugar.

La mitad de los escolares judíos creen que a estos palestinos, uno de cada cinco de la población, no se les debe permitir votar en las elecciones. Este mes el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, llamó “nazis” a los representantes de la minoría en el Parlamento y sugirió que deberían compartir un destino similar.

Este chovinismo extremo fue traducido la semana pasada en la legislación que define a Israel como el Estado-nación del pueblo judío en todo el mundo, no para sus ciudadanos. La minoría palestina se convirtió efectivamente en poco más que extranjeros residentes en su propia tierra.

Degani y otros están perdiendo la batalla de educar para la paz y la reconciliación. Si el futuro de una sociedad se encuentra en sus hijos, las perspectivas para los israelíes y los palestinos son sombrías.

Fuente: How Israeli schools help sabotage peace prospects

Fuente: Jonathan Cook, Jonathancook.net / Rebelión (Traducido del inglés para Rebelión por J. M.)


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