Guerra Civil española. “Incomunicado” (historia revolucionaria)

Resumen Latinoamericano / Maité Campillo, Kaos en la Red / 21 de mayo de 2017

‘Yo ni me rindo ni me vendo’ (Sandino)

“Todo ello; la ideología, me permitía actuar con cierta ventaja, sabía que resistir era vencer. También sabía que fuera de la comisaría, la situación en la cárcel me desenvolvería, cambiaría por completo, aunque sólo fuera por el aumento de la posibilidad de espacio, asimismo por el número de detenidos o encarcelados. Sí, allí, en la cárcel sería todo diferente, no como en el calabozo y en el despacho de interrogatorios, de torturas. La verdad sea dicha, los interrogatorios del día anterior me habían dejado muy tocado. Recuerdo que todo el sistema nervioso se había roto, había saltado: Las dificultades para contener el aliento, el control o dominio de la respiración. La aceleración del mismo se escapaba al compás y control natural bajo el influjo de la tensión. Los sofocos y los ahogos se apoderaban de todo mi ser y me comportaba como un juguete destartalado, roto; con muy poca voluntad de vivir. Por mi mente surcaban ideas conducentes a la imposibilidad de resistir, es más, estaba ya en la raya de que ya nada me empujaba a hacerlo. Ya mismo me daba cualquier tipo de desenlace, en la desesperación me daba lo mismo morir que matar, aunque quizá el único halo de fuerza o de vida que me quedaba era el odio a muerte (ideología) contra aquellos que me estaban destruyendo”.

En el nombre del padre en honor a la madre y en memoria del hijo

“Tengo, vamos a ver. Que no hay guardia rural que me agarre y me encierre en un cuartel, ni me arranque y me arroje de mi tierra al medio del camino real”… La guerrillera extasiada del parto pensativa observa las alegres flores y la verde enredadera. Cordón umbilical que la vida espera. Venas entrañables penetran y engendran arriba en los montes lejos del gris de las aceras. La creación se agranda la esperanza despierta. Como un cisne erguido una sombra acampa sin fronteras. La información llega por la extensión de sus venas dilatadas excitadas inquietas, detención del hijo, secuestro e incomunicación, intento de huida, el peregrinar de comisaría en comisaría, la tortura, el psiquiátrico, la cárcel… mientras su mirada serena camina débil dolorida aunque erguida como una uve de victoria. En su voz la palabra altiva: fidelidad, militancia y en sus labios la sonrisa. Sol y luna sobre los sentidos. Mirada y sonrisa se conjuraron dando un puntapié a la sádica incomunicación por los facciosos de dentro y fuera, de comisaría en comisaría. Adelante la celda (de castigo), prisión, enfermería, mazmorra y nuevas palizas, galería, patio, luz, compañeros, camaradas y abrazos: la lucha continua. La guerrillera avanza tras las huellas. El maqui, la guerrillera, el hijo… Se le siente (en el ambiente se le espera), la muga encarna el lenguaje del búho. Sus voces aletean, repican, suena entre enebro, encina, haya, nogal, la higuera alerta, siente la lluvia con pies y cadera, percibe la humectante sementera. Surge un gemido como un manantial frondoso, la higuera abre sus higos de leche. La placenta dilata. El maqui deja pasar el tiempo y deja pasar el día sin pudor, abrazados a la piel del sol irradian sus cuerpos amor que al hijo alimenta, y la vida asoma tras el telón de la trinchera.

El tiempo implacable y la vida en las montañas empieza a dejar su huella. A izquierda y derecha ninguna señal de peligro solo una bufanda roja enredada de forma ‘discreta’, entre zarzas, alerta que una partida de partisanos aguardan sobre el camino trazado. Sus ropas están húmedas, hace frío y hace hambre y hace sueño, rechinan sus dientes, dan tumbos escondiéndose del leve ruido, sombra, extraña señal o huella (ellos no dejan huellas) no pueden dejar huellas. Pasan los años… El hijo cierra los ojos y sueña entre torturas cuando era niño y vivía en la casa de sus padres. Lucha contra la torrente represiva que le cae de lleno brindando con su entereza cantos y coplas de orgullo, de vida, y baila al calor de la lucha entre llamas desatada de los interminables interrogatorios durante horas insostenibles, semanas incomunicado- DESAPARECIDO: no existe, no es nada, no es nadie hacia la vida y el mundo sino despojo, carne torturada, guiñapo durante un mes sin calor de nadie y sin sustento entre las manos que sostienen el holocausto, el levantamiento contra el pueblo, su República popular. ‘Incomunicado’: noches y días de terror sin que nadie sepa su paradero. Y se imagina entre sábanas blancas y calor de leña… una chispa, sólo una chispa, si él pudiera… “ardería la pradera”!

… Tengo, que como tengo la tierra, tengo el mar, no country, no high-life, no tenis y no yacht, sino de playa en playa y ola en ola, gigante, azul, abierto, democrático: en fin, el mar (…) Recuerdo en especial el día que cumplí diecisiete años un 15 de mayo (Edu, Ángel Campillo el ‘Incomunicado’, se encontraba ya en París), me invitó a ver ‘Divinas Palabras’ de Valle Inclán en el Théâtre National de Chaillot. A la salida, después de haber conversado sobre la obra, hablando en una terraza de Trocadero sobre la guerrilla en León dijo: “Del 1948 al 1953, yo viví en Ponferrada, tenía unos 15 años, entonces recibía clases particulares a la salida del trabajo, que un maestro voluntario me daba por las noches, me decía que los guerrilleros andaban por La Cabrera dirigidos por el mítico Girón… y yo obsesionado me acercaba por la zona para intentar verlos”.

Tras la derrota de la República por el fascismo internacional cientos de combatientes organizados en el maquis se desplegaron por distintos territorios, normalmente altas cumbres afines a su arraigo y a su conocimiento. Uno de ellos fue sin duda la zona de León de La Cabrera, El Bierzo y de los Picos de Europa. Hasta finales de los años 60 la guerrilla leonesa estuvo combatiendo al régimen fascista. Ese fue el caso del mítico guerrillero Girón (asesinado finalmente a traición por un infiltrado), y de sus compañeros Pedro Juan Méndez Jalisco y Francisco Martínez López (Quico) que lograron huir hacia Francia. Hubo muchos otros y muchas mujeres en la retaguardia que sirvieron de enlaces, de correos, de todo tipo de ayuda a los que resistían en las altas cumbres, ellos también sufrieron la represión más despiadada del fascismo.

Cuando falla la organización se suele echar la culpa a la ideología. Una sombra florecida (traicionada) anda sobre las montañas… Y, es que, según el` Diario de León “A los últimos maquis leoneses les hierve la sangre. Su historia está hecha de olvidos y desprecios. Hasta la Ley de la Memoria Histórica les dio la espalda. Ahora, son «bandoleros y terroristas» Así los define el polémico Diccionario Biográfico de la Academia de la Historia. Los guerrilleros que combatieron durante años a las tropas golpistas de Franco aparecen -de pasada- en los primeros 25 tomos que se han publicado. Las -hazañas bélicas- del militar ferrolano Camilo Alonso Vega (1889-1971), que ocupan siete páginas, relatan: «Llevó a cabo una importantísima actividad contra las partidas de bandoleros-terroristas, comúnmente llamados maquis». Los autores, el filólogo Carlos Iniesta y José Martín Brocos, profesor de la Universidad San Pablo-CEU, se han lucido… Los maquis leoneses Pedro Juan Méndez Jalisco y Francisco Martínez López Quico, combatieron hasta el final de la guerrilla con el legendario Manuel Girón y siguen vivos. Jalisco tiene 83 años y los recuerdos muy frescos. Desde su refugio del Bierzo arremete contra estos -presuntos- historiadores y pide un «consejo» para esos «tiparracos» «Los bandoleros son ellos» «No tienen derecho a hacer esto. Ni en los archivos franquistas tenemos este título» Jalisco está dispuesto a apoyar a quien denuncie a los dos historiadores”.

NOTA

El tiempo pasa y prolonga la espera. Una espera que no va a llegar aunque en ello hayas dejado parte de ti y hasta la vida misma. Se impuso un tic nuevo en su mirada, el gesto cambia desluciendo su fuerza, su eterna sonrisa, esfuerzo confuso e impotente frente al enemigo en tus filas. Y, Girón, como tantos otros caen a traición. La aversión a la traición se impone por delante de uno, la impotencia, el no poder gritar una justicia capaz de conmover cimientos elementales y fundamentales en las propias filas en honor a la historia, a la lucha de clases. Y, yo aquí, cruzando los mares que de ti me alejan. Observando los baños de sol felinos que penetran grano a grano sobre la tierra ¿Cómo desestimar la vida en los montes, la hazaña de indefensos campesinos y obreros prolongada durante tres años, y muchos más contra al fascio internacional?

‘Incomunicado’ es biografía propia e historia, testimonio y reconocimiento que revaloriza una adolescencia y juventud de compromiso inquebrantable hasta la madurez de unos años consumidos sobre el incesante holocausto que perpetuó la dictadura. Una resistencia tenaz, una “vejez” coronada de dificultades económicas, y sufrida traición, horror e impotencia sobre el abismo, defenestración del Partido y revolución.

La melodía del viento silbando se impone contra el olvido. Y la memoria de nuestros abuelos, padres y hermanos aflora a sentir el aroma de la tierra su huerto y su higuera sobre el camino trazado, canto del búho entre el murmullo de árboles, generaciones revolucionarias avanzando el susurro del viento por los altos andamios de los montes. Paso a paso subiendo la libertad. Solo de nosotros depende que emane la fuente humectante, la bandera del poeta, del obrero, del maestro que ofreció su lucha y resistencia ¡Iniciaré mi canto sobre la escuela nueva! (cantaba a su vientre hinchado la guerrillera).

PD.

Londres celebra el 15 de mayo de 1536 con la reina Ana Bolena, que comparece a un juicio cacareado a destajo para enfrentarse a los cargos de traición, adulterio e incesto “condenada a la pena de muerte por un jurado especialmente seleccionado”. Un mismo día y mes de 1957 en la isla Malden (en el océano Pacífico) los británicos hacen la primera prueba de bomba de hidrógeno, llamada Operación Grapple. En 1718 , siempre a la misma altura del año James Puckle se apunta y celebra tal fecha como un auténtico… ‘abogado londinense’, patenta la primera ametralladora. No hubo en ninguno de los casos “condena a la pena de muerte por un jurado especialmente seleccionado” (…) 15 de mayo del 1629, se produce la Batalla de Las Cangrejeras al sur de Chile durante la guerra defensiva, la batalla terminó en una importante victoria indígena contra la tropa colonialista de Isabel la Católica. En 1811 del mismo día y mes florecido, Paraguay se independiza de esa “España” oscurantista, degradada, sedienta de sangre, plagada de explotadores por los cuatro puntos cardinales: Paraguay logra la independencia, primer país de “Sudamérica” (…) En 1943 en el continente europeo, las tropas alemanas comienzan al este de Bosnia la ‘Operación Schwarz’ con el objetivo de aniquilar día y mes primaveral, y por supuesto, las bases partisanas y a su líder, el posterior traidor Tito. Ya puestos sobre la Europa del ladronicio topamos en este día florido con el 2011, donde la creación agranda el movimiento 15M (“Indignados”) más allá de la flor nueva, sobre una “España” que camina como cangrejo para no alejarse de la mano de los raudales del “objetivo bienestar”, el movimiento izó el asfalto, asentamiento campestre con flores a María. La noche en este caso como diría el venezolano Alí Primera: “es la miseria, es el hambre, es la palabra presa, es negar el camino a la inteligencia, es negar que el obrero es un poeta”. Tengo, sí, dijo de la revolución cubana el poeta: Tengo, que ya aprendí a leer, a contar. Tengo que ya aprendí a escribir y a pensar, y a reír. Tengo, que ya tengo donde trabajar y ganar lo que me tengo que comer. Tengo, vamos a ver. Tengo… Lo que tenía que tener (Nicolás Guillén).

Maité Campillo (actriz y directora de teatro)

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