Elecciones en Francia. ¿Quién es Marine Le Pen? Estas son las 25 cosas que tienes que saber sobre ella / Incestuosa, despótica y de clan: lo que revela el perfil psicológico de la familia Le Pen / Mélenchon consultará a sus bases si apoya o no a Macron

Resumen Latinoamericano / Varias fuentes / 24 de abril de 2017

¿Quién es Marine Le Pen? Estas son las 25 cosas que tienes que saber sobre ella

Ha pasado los últimos años lavando la cara del partido de ultraderecha, el Frente Nacional, que heredó de su padre.

Laura Riestra / El Huffington Post

Marine Le Pen ha pasado los últimos años lavando la cara del partido de ultraderecha que heredó de su padre, Jean-Marie Le Pen, para convertirse en el rostro amable de un movimiento que no ha dejado de ascender electoralmente hasta el punto de llegar a ser el partido más votado de Francia. Y de conseguir pasar a la segunda vuelta de las elecciones de su país.

La candidata ha conseguido que su partido logre una gran adhesión, un electorado fiel que le perdona incluso las acusaciones de financiación ilegal de su movimiento por los que ya ha sido sancionada en el Parlamento Europeo. Pero la líder no ha logrado evitar que genere también mucho rechazo en otra parte de la sociedad. La candidata se mueve como una funambulista entre las propuestas radicales heredadas y la cara más aceptable con la que pretende conquistar el Elíseo.
Las encuestas esta vez no se han equivocado, y, si el 7 de mayo vuelven a no hacerlo, no ganará. Pero aún no hay nada decidido. ¿Se convertirá en la primera mandataria de la extrema derecha de la UE? Esto es lo que tienes que saber sobre ella.
1.- Nació el 5 de agosto de 1968 (tiene 48 años), en Neuilly-sur-Seine, Francia.

2.- Es hija del Jean-Marie Le Pen y Pierrette Lalanne, que tuvieron a otras dos niñas. Ella es la más pequeña.

3.- Quedó marcada para siempre por el atentado que tuvo lugar en su casa, con una carga de cinco kilos de dinamita, el 2 de noviembre de 1976.

4.- Estudió en un colegio público, porque su padre decía que tenía que aprender a resistir frente a los comunistas y los árabes.

5.- Tardó más de diez años en aceptar hablar de nuevo con su madre, a quien había retirado la palabra a sus 17 años, cuando ésta huyó de casa con otro hombre y se desnudó en las páginas de Playboy.

6.- Estudió Derecho en la Universidad Assas-Pantheon, conocida por su profesorado ultraderechista. En esa etapa también estableció lazos de amistad con los jefes del Grupo Unión Defensa (GUD), una organización juvenil neofascista conocida por su violencia.

7.- Ejerció como abogada durante seis años e, irónicamente, representó a clientes pobres, incluyendo inmigrantes ilegales, sin costo alguno.

8.- Ha admitido varias veces que, de no haberse dedicado a la política, le hubiera gustado ser fotógrafa.

9.- Se ha divorciado dos veces y tiene tres hijos.

10.- Se unió al partido de su padre a los 18 años en 1986 y abandonó su carrera de abogada en 1998 para proporcionar asesoramiento legal al partido.

11.- Fue elegida por primera vez para un cargo político en 1998 como consejera regional en el norte de Francia y después tuvo el mismo papel en la zona de París, antes de regresar al área industrial del norte en el 2010 donde optó por establecer su sede.

12.- Es miembro del Parlamento Europeo desde el 2004.

13.- La mayor de sus hijos está bautizada como Jehanne, con ortografía deliberadamente medieval, en honor de Juana de Arco, emblema de su partido, el Frente Nacional.

14.- Desde 2009 está casada con Louis Aliot, vicepresidente del FN y concejal en el Ayuntamiento de Perpiñán.

15.- Intenta por todos los medios que nunca la vean en público con Aliot. Defiende a capa y espada que la vida privada no debe mezclarse con la profesional.

16.- Odia llevar falda.

17.- Se relaja disparando en una galería de tiro.

18.- Es una apasionada jinete.

19.- No se habla con su hermana mayor, Marie-Caroline. No le perdona que ella y su marido se fueran con Bruno Mégret, que encabezó una escisión del partido.

20.- Por lo general, sus opiniones no indignan tanto como las de su padre. De hecho, se ha desmarcado de él, en apariencia, en algunas ocasiones. Así fue cuando se apresuró en repudiar los comentarios de Jean-Marie Le Pen de que las cámaras de gas nazis eran sólo “detalles” en la historia.

21.- Finalmente no pudieron superar sus diferencias y, tras una larga serie de desavenencias políticas, Marine expulsó a su padre del partido.

22.- Cuenta con varias polémicas ‘perlas’ en su historial. Aquí una prueba: “Hace unos 15 años fue el velo; luego vino el burka, y ahora, las oraciones de los musulmanes en la calle”. Después equiparó, esas oraciones en la calle con la ocupación nazi durante la II Guerra Mundial en Francia. “No se hace con blindados, ni con soldados, pero es también una ocupación”.

23.- Ha implantado en el partido un estricto código de conducta, expulsando a los extremistas y tomando enérgicas medidas contra las expresiones de racismo y antisemitismo.

24.- Promete tasar a los especuladores bursátiles, sacar a Francia del euro —aunque a última hora ha reculado para volver a decirlo y después no dejar claro qué hará— y cerrar las fronteras.

25.- Entre sus promesas estrella está la de acabar con el derecho a la nacionalidad francesa por el hecho de haber nacido en Francia. “La nacionalidad se hereda o se merece”, repite siempre que puede.


Incestuosa, despótica y de clan: lo que revela el perfil psicológico de la familia Le Pen

Serge HefezPsiquiatra y psicoanalista, responsable de la unidad de terapia familiar, hospital la Pitié-Salpêtrière

STR NEW / REUTERS
No obstante, las relaciones familiares de los postulantes merecen ser descifradas, pues revelan los engranajes de las familias políticas a las que pertenecen. Por citar algunos ejemplos, Macron, en su familia moderna reconstituida, quiere mostrarse al mismo nivel que su esposa (20 años mayor que él), su compañera incuestionable. Fillon, patriarca del clan, se apoya en la sumisión de su mujer y de sus hijos para entregarse a dudosas circulaciones de dinero.
Pero, sobre todo, es la familia Le Pen la que suscita más curiosidad y su dimensión mitológica no deja de crecer.

Recordémoslo, fue hace dos años… Marine Le Pen expulsaba a su padre del partido que él había fundado. ¿Era eso los Borgia, los Atridas o un remake gabacho del Rey Lear? El vodevil shakespeariano cruzado de rivalidades asesinas y de odios rancios que esta familia nos sirve en bandeja periódicamente estaba en su punto álgido y la prensa hablaba libremente de “parricidio”.

Ya acudimos al repudio de la esposa legítima (Pierrette), que no tuvo otra elección que posar desnuda en una revista subida de tono; después, a la revocación definitiva de la primogénita (Marie-Caroline) por traición; y entonces, asistimos a la excomunión del patriarca por parte de la más fiel de sus hijos (Marine), y bajo el control vigilante de su nieta preferida (Marion).

Es cierto: la familia Le Pen es, ante todo, una familia política, que funciona como las demás con sus disputas de ambición, sus visiones opuestas del mundo y sus prioridades divergentes, y sería demasiado fácil explicar todos los intríngulis de esta destitución muy política por el sesgo de las tensiones psicológicas entre los protagonistas. Y, sin embargo: “Me da mucha pena por los militantes, que son como los hijos que ven a sus padres divorciarse“. Es la contundente declaración que hizo Jean-Marie Le Pen al día siguiente de su suspensión del Frente Nacional. ¡Padres que se divorcian! Sin querer buscarle tres pies al gato, esto significa que Jean-Marie y Marine Le Pen —padre e hija— es como si estuvieran casados… Básicamente, lo que suele llamarse una relación incestuosa.

Pero, claro, el incesto es un tabú, ¡es pan bendito para un psicoanalista! Por eso vale la pena revisitar ciertos textos fundadores y, justamente, en la obra Tótem y tabú, Freud se pregunta sobre el tabú del incesto en el seno de las sociedades primitivas. Retoma los trabajos de Darwin sobre la “horda primitiva”, según la cual los humanos se organizan bajo la forma de una horda salvaje regida por la autoridad de un padre todopoderoso. Los hijos, celosos del padre, deciden rebelarse, asesinan al patriarca y lo devoran en una comida totémica. Esta parábola ilustra el origen de dos tabús mayores: como está prohibido matar al padre, habrá que satisfacerse con su asesinato imaginario o simbólico para acceder a la autonomía y, como están prohibidas las relaciones incestuosas, habrá que contentarse con soñar a veces con ello y sentirse culpable.

No obstante, aunque el padre haya sido asesinado (simbólicamente), su vuelta nunca está lejos. Así, retomando palabra por palabra las declaraciones de su padre al negar la responsabilidad de Francia en la Redada del Velódromo de Invierno contra los judíos en 1942, y frente a los mismos periodistas, Marine vomita ante nosotros a ese padre reincorporado que, al contrario de lo que trata hacer creer, no ha sido asesinado ni digerido.

Ella muestra en un mismo movimiento hasta qué punto algunas familias son más del clan, más sectarias, más incestuosas que otras, familias que se organizan en autarquía alrededor de un jefe despótico e incontestado, familias que funcionan por la desconfianza del extranjero y la designación de chivos expiatorios para cristalizar las tensiones y los odios. Los conflictos siempre son de una violencia inaudita y las expulsiones, más cercanas al asesinato que a la toma de distancia.

Las familias se miran en el espejo de la sociedad que las alberga. Son la indispensable correa de transmisión de sus mitos y sus valores.

La familia rosa y azul, magnificada por La manif pour tous (movimiento en contra del matrimonio homosexual) y apoyada por François Fillion, entona: “Un padre, una madre, ni más, ni menos“. Excluye de una sola vez a las familias reconstituidas, que adoptan, monoparentales, homoparentales, promete la estricta complementariedad sexuada y se nutre de una homofobia triunfante.

La familia Le Pen prefiere a la hermana antes que a la prima, a la prima antes que a la vecina. Exalta el espíritu de clan y siempre achacará sus dificultades a otro, a un vecino, a un judío, a un musulmán, a un invasor…

¿Familia real, familia política? El filósofo Frédéric Worms, retomando las obras de Henri Bergson, señala que la fractura política hoy no tiene lugar en la democracia, sino entre la propia democracia y lo que se opone a ella: entre “lo cerrado y lo abierto”. Bergson describía, en efecto, el combate entre dos fuerzas vitales que desgarran la humanidad: un empuje hacia la clausura de cara a las amenazas reales o soñadas de la crisis de la invasión, y una aspiración a la apertura nutrida por un deseo de libertad y de justicia que no conoce frontera, un deseo de vivir movido por un impulso que hace que la vida no se reduzca a una lucha contra la muerte. Es en esa oposición entre lo cerrado y lo abierto donde se situaría el desgarro político, moral e incluso religioso de la humanidad. En todo caso, en esta visión cerrada o abierta de Francia se sitúa hoy el combate de las elecciones presidenciales.

Esta misma duda es la que conocen las familias desde la noche de los tiempos, entre el mortífero repliego sobre uno mismo y la apertura al mundo y a los intercambios. En mi trabajo actual con familias de jóvenes aspirantes a la yihad, siempre me encuentro, sea cual sea su origen y su historia, una dimensión fusional, una clausura nociva que lleva a los jóvenes a afiliarse de forma paradójica a un grupo sectario aún más represivo.

La apertura contra la clausura, familias abiertas contra familias replegadas sobre sí mismas… Ahora y siempre debemos abrir nuestras fronteras y acoger a todos aquellos cuyas “pequeñas diferencias” podrían suponen una amenaza para nuestro narcisismo.


Mélenchon consultará a sus bases si apoya o no a Macron

El Diario.es

El izquierdista Jean-Luc Mélenchon no ha manifestado por el momento cuál será su opción en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. “No he recibido ningún mandato de las 450.000 personas que han decidido presentar mi candidatura para expresarme en su lugar”, ha señalado en su comparecencia, y ha pedido a sus bases que den su opinión en la plataforma de su movimiento, Francia Insumisa.

Mélenchon ha criticado a los candidatos que pasarán a la segunda vuelta: “Nada sería mejor para ellos que una segunda vuelta entre dos candidatos que aprueban y quieren prologan las instituciones actuales y que no expresan ninguna conciencia ecológica”. Sin embargo, ha emplazado aún a la declaración de resultados que, según ha indicado, hará pública el Ministerio del Interior en torno a la medianoche.

Acto de Jean-Luc Mélenchon en Toulouse, el 16 de abril de 2017.
Acto de Jean-Luc Mélenchon en Toulouse, el 16 de abril de 2017.

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