Colombia / Camilo Torres Restrepo: “Insistamos en lo que nos une y prescindamos de lo que nos separa”

15 febrero 2017, Colombia Informa.- Sacerdote, intelectual, revolucionario y guerrillero, Camilo Torres Restrepo es junto a Jorge Eliecer Gaitán, uno de los personajes más importantes de la historia Colombiana. Su compromiso con las causas populares y revolucionarias lo convirtieron en un símbolo de los movimientos sociales en América Latina y el mundo.

Nació en Bogotá el 3 de febrero de 1929, en el seno de una familia privilegiada de Bogotá perteneciente a las elites colombianas. Tras un breve semestre en el cual intento estudiar derecho en la universidad nacional, se retiró para hacerse sacerdote católico, gracias a la influencia de unos sacerdotes dominicos que conoció por intermedio del padre de su novia. Su interés por las causas sociales lo llevaron a ser ordenado sacerdote en 1954.
Un año después, Camilo viajo a Bélgica y estudio en la Universidad Católica de Lovaina sociología, graduándose en 1958.

Al regresar a Colombia decidió vincularse con las causas de los pobres, asumiendo un compromiso básico: El amor eficaz por el prójimo. Esta postura lo llevo a ser pionero de la teología de la liberación, desde la cual, propuso unir el marxismo con el cristianismo, buscando la unidad entre los pueblos y asumiendo una concepción transformadora y revolucionaria.

Su conocimiento en sociología lo llevo a elaborar varios estudios y escritos en los cuales hizo significativos aportes a las ciencias sociales. Sin embargo, Camilo Torres prefirió no quedarse solo en la teoría. A diferencia de otras personas, decidió pasar a la acción, sumándose al desarrollo de diversas experiencias sociales.

Junto a Orlando Fals Borda, Eduardo Umaña Luna, María Cristina Salazar, Virginia Gutiérrez de Pineda, Carlos Escalante, Darío Botero Uribe, y Tomás Ducay, entre otros, participo en la fundación de la primera facultad de Sociología de América Latina, en la Universidad Nacional de Colombia. Allí mismo ejerció como profesor y capellán de dicha la institución.

Su compromiso con las causas populares aumentaron cada vez más. Fue miembro fundador del Movimiento Universitario de Promoción Comunal –MUNIPROC-, hizo parte del comité técnico de la reforma agraria del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria –INCORA-, y presidió el primer congreso nacional de sociología entre otros.

Sus múltiples actividades sociales y comunitarias pronto lo llevaron a tener continuos enfrentamientos con la curia de la iglesia católica en cabeza del cardenal Luis Concha Córdoba desde 1961. Los continuos enfrentamientos obligaron a Camilo Torres a solicitar su reducción al estado laical. El 24 de junio de 1965, con lágrimas en los ojos oficio la que fue su última misa, en la iglesia de San Diego en Bogotá. Las presiones de la conservadora iglesia católica colombiana chocaron con la visión revolucionaria y cristiana de Camilo, quien señalo que los cristianos verdaderos debían sumarse a la lucha revolucionaria.

Tras fundar el Frente Unido en 1965, Camilo radicalizo su posición y decidió crear un movimiento político que buscase la unidad de todas las expresiones populares, revolucionarias, democráticas y abstencionistas para la lucha de transformaciones reales profundas en la sociedad. A la par que realizó mítines, movilizaciones, protestas y grandes concentraciones populares en todo el país, hizo contactos con el Ejército de Liberación Nacional –ELN-, grupo insurgente fundado el 4 de julio de 1964.

Su fuerte vinculación con las luchas populares y revolucionarias, su carisma y capacidad de liderazgo, así como sus vínculos con el ELN se hicieron evidentes para las fuerzas de seguridad del gobierno. Según el escritor Walter J. Broderick, autor del libro Camilo Vive; la vida de Camilo Torres estaba en riesgo y eran cada vez mayores los temores de que fuera asesinado por las fuerzas gubernamentales. El evidente temor de sufrir un magnicidio obligo a Camilo Torres a vincularse formalmente a las filas del ELN y viajar a las selvas santandereanas en octubre de 1965.

La vinculación de Camilo Torres Restrepo al grupo insurgente del ELN fue conocida mediante un comunicado público firmado por el revolucionario el 7 de enero de 1966.

Un mes después, el 15 de febrero de 1966, el país se estremeció con la noticia de la muerte de Camilo Torres, quien murió en combate al intentar recuperar el fusil de un soldado, solo tenia 37 años. Tras la muerte de Camilo, empezó la leyenda. Se convirtió en un símbolo de las luchas sociales y populares, de hecho varios colegios y barrios tienen su nombre, inspiro a varias mujeres y hombres a sumarse a la teología de la liberación y las luchas revolucionarias en Colombia y América Latina.

Tras su muerte, el general Álvaro Valencia Tovar, quien dirigió el grupo de soldados que dio muerte a Camilo Torres, escondió su cuerpo y lo enterró en un lugar desconocido. A pesar de los pedidos de su familia, amigos y sobre todo del movimiento social, su cuerpo aún permanece en un lugar desconocido.

El 15 de febrero de 2016, al cumplirse 50 años de su muerte, un amplio grupo de personas realizo una eucaristía en Patio Cemento, San Vicente de Chucuri en el departamento de Santander, sitio en el cual cayo en combate el legendario cura guerrillero, para rememorar su vida, sus aportes a la lucha social, la vigencia de su pensamiento y exigir que el gobierno devuelva sus restos.

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