Movimientos sociales en África

Por Rosa Moro / Resumen Latinoamericano / 9 de Feb 2017 .- 

No hay pueblo sobre la faz de la tierra con mayor tradición de resistencia en forma de movilización popular,
protestas en las calles y acciones de llamada a la acción y unión, que los más de 3.000 pueblos africanos.
A todas las luchas “normales” de la historia de cualquier pueblo del mundo, los africanos deben añadir la resistencia a la colonización en el siglo XIX, la lucha por la liberación en el siglo XX, años 60 y 70.
Después, la indignación y el hartazgo
contra el sistema global capitalista, que a Europa llegó hace unos años, a África llegó en los años 80, cuando empezó a sufrir las consecuencias de las políticas de austeridad, como los planes de ajuste estructural, perduró en los años 90, y la última oleada llegó antes que a Europa, pues los pueblos africanos empezaron a sufrir los efectos de la última llamada crisis, como la subida de los precios de los alimentos o los despidos masivos, antes que el resto del mundo, entre 2003 y 2005. Todos esos años, los movimientos civiles y sociales han tenido una importancia crucial en la “contestación” del sistema.
Los movimientos sociales eran enormes, masivos, organizados y a veces
espontáneos, violentos o pacíficos, pero constantes y fuertes, capaces de
influir en la conformación de sus estados con sus exigencias de justicia
socio-económica, que algunas veces abrieron espacios para una oposición política.
Por lo general surgen como movimientos horizontales, comunitarios. Después pueden caer en la instrumentalización por parte de intereses alejados de los motivos por los que se originaron, pero los movimientos de resistencia y protesta siempre vuelven a surgir, son un energía en constante movimiento. En algunas ocasiones han
tenido dirigentes, ya fueran líderes tradicionales o bien líderes que se
erigían en cabeza visible del movimiento, que llegaban a ocupar cargos
políticos, como Sankara de Burkina Faso y Lumumba de la República Democrática del Congo o Zaire, y otros no, como Ken Saro Wiwa, de Nigeria. Sea como fuere, los líderes visibles de las resistencias sociales africanas eran, literal o figurativamente hablando, decapitados por Occidente, antes y después de las independencias.
La mayoría de las sociedades civiles africanas se han enfrentado organizándose a problemas que muchos gobiernos occidentales no serían capaces de afrontar, cuando sobreviven a -y en- lo que aquí se conoce como estados fallidos, esos países que no superaron bien la fase postcolonial, o países con complejas situaciones que sus gobiernos clientes de los intereses externos no pueden hacer frente, como
crisis de refugiados, degradación medioambiental, privatizaciones, falta de energía, de cobertura sanitaria…. Los movimientos sociales organizados en África son un camino muy transitado, aunque en Europa no hayamos querido o sabido verlos.
Por ejemplo, a Francia le costó mucho invadir el África occidental, no solo porque tuvo que librar una guerra contra los británicos (10 años) por conquistar esa zona sino porque los pueblos y reinos de la zona, como el antiguo imperio Songhai, se revelaron tanto contra la dominación, que Francia se vio obligada a desplegar la mayor campaña militar jamás desplegada por este país. Los pueblos africanos
se resistieron tanto a la colonización, que en varios momentos los europeos pensaron que no podrían dominarlos. Francia tuvo que dividir en pequeños “países” lo que pretendía ser una enorme colonia. La división en Alto Volta (como se llamaba antes Burkina Faso) y las otras administraciones, Mali, Senegal,etc, se hizo para controlar mejor a los incontrolables.

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