Argentina: Qunitas de oro

 

por Marina Pérez Damil, Resumen Latinoamericano, 24 septiembre 2016.-A partir de la orden del juez Bonadio de quemar las cunas del Plan Qunita que eran repartidas gratuitamente por el estado Argentino, la problemática de los moisés se instaló en todos los medios de comunicación. La Nación aprovechó esta ocasión para arremeter contra la falta de cunas en Venezuela y contrarrestar la falta de iniciativa del actual gobierno argentino para responder a ésta demanda en el país.

El Plan Qunitas se convirtió en una de las tantas cruzadas contra la “pesada herencia” del gobierno anterior a partir de la resolución del Juez Bonadio, de quemar las cunas que sirven para dar sustento a los bebés recién nacidos durante los primeros meses de vida, ante la cual tuvo que dar marcha atrás. Si bien especialistas en el tema, legisladores, y funcionarios públicos han solicitado que no se suspenda el “Programa de Acompañamiento de la Madre y del Recién Nacido – Qunita” presentado por Cristina Fernandez de Kirchner en el año 2015, tanto jueces, políticos y medios de comunicación como La Nación han omitido estas demandas.

En su lugar, La Nación -portavoz de la guerra mediática contra el gobierno de Maduro- decidió publicar una nota sobre la falta de cunas que hay en Venezuela como producto de la supuesta “decadencia económica que sufre el país de Venezuela” no reconocida por el primer mandatario. Para La Nación esta situación se da en el marco de una escasez de productos farmacéuticos y médicos que se fugaron del país, producto de las malas políticas del mandatario Chavista.

Desarmando curros

Lo que no informa La Nación es sobre el boicot a los productos farmacéuticos que sufre Venezuela, como consecuencia no de la mala gestión, sino de los intentos del Estado por regular los altos precios de productos farmacéuticos que las multinacionales buscaban imponer a la población. Al no poder mantener su tasa de ganancia como lo habían logrado años anteriores a la recesión económica, empresas del rubro farmacéutico dejaron de producir medicamentos que en Venezuela no tienen reemplazo.

A esta situación se le suma la falta de insumos químicos necesarios para producir medicamentos por culpa del bloqueo económico, el boicot de las farmacéuticas que especulan son la salud de la población y su complicidad de la propia policía local para generar el desabastecimiento de medicina, tal como ocurrió con la Policía de Vargas durante el año pasado.

El simplismo con el que algunos medios hegemónicos se refieren a la situación venezolana fue denunciado por el autor del libro “Antiperiodistas. Confesiones de las agresiones mediáticas contra Venezuela” Fernando Casado, quien posicionó a La Nación como uno de los 11 medios de comunicación que crean una realidad manipulada de Venezuela.

Antes de que Cambiemos estuviera en el Gobierno, La Nación presentaba a Venezuela como el destino manifiesto y catastrófico de Argentina si continuaba gobernando el “populismo”. Actualmente el horizonte venezolano, -al que se intenta achacar con las malas políticas de sus mandatarios-, construido por La Nación es incierto. Si Venezuela es representado de forma manipulada como un lugar donde los recién nacidos sufren malas condiciones, no hay medicamentos, ni médicos, qué queda para la Argentina, en donde funcionarios oficialistas y medios de comunicación coinciden en querer quemar las únicas cunitas que hay y el gobierno actual continúa avanzando sobre la salud pública a través de recortes, despidos y desarticulación de planes que benefician al sistema de salud.

Hasta ahora las únicas cunitas que parecen importarle realmente a La Nación son la de los automovilistas Max Verstappen, Graham Hill y Keke Rosberg, que no nacieron en cuna de cartón. Tampoco en ella nació el actual presidente Mauricio Macri, posible beneficiario de sociedades offshore en Bahamas y funcionarios oficialistas, que cobran por encima de los $80.000 mensuales.

 

 

 

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