Nuestro sistema educativo colapsa por donde se lo mire. Problemas edilicios, plagas, falta de viandas y mal estado de las mismas son algunos ejemplos del problema. Sumemosle el hecho de que el 50% de los que pibes y pibas que ingresan al secundario no logran terminarlo. En la actual situación económica estos problemas se intensifican, se hace difícil llegar a fin de mes, asegurar almuerzo y transporte se convierte en una ardua tarea. Los docentes de la provincia ya hacen dedo para llegar a la escuela, y muchos compañeros y compañeras se ven obligados a conseguir trabajo en lugar de estudiar.
Hace unos cuantos años venimos luchando y defendiendo el derecho a una educación digna. Marchando, cortando calles, y tomando colegios, año tras año, hemos conseguido arrancarle a los distintos gobiernos varias victorias. Este año no solo no puede ser la excepción, sino que habrá que demostrar que los y las secundarias estamos a la altura de las circunstancias. En un momento de avance de la derecha a nivel regional fortalecer nuestra organización y responder con aún más fuerza es la tarea. El macrismo busca generar un consenso que asegure la gobernabilidad capitalista y permita intensificar el ajuste que pesa sobre nuestras espaldas. Ajuste que busca darle a los dueños de todo lo que le pertenece al pueblo trabajador. Nuestra tarea como parte del campo popular es poner en jaque ese consenso arrancándole, mediante la lucha, mejoras para nuestra educación y nuestra vida.
Frente a este panorama hemos llegado al momento de intensificar nuestros métodos de lucha. La reunión con la ministra porteña Soledad Acuña no arrojó luz, ni aquí ni al final del túnel, sobre ninguno de nuestros problemas. Conocemos a este gobierno hace años, sabemos que no hay que comerse sus palabras. Sabemos también que la única forma de conseguir respuestas reales es radicalizando la lucha en las calles y en cada lugar en el que estemos. El tiempo que nos queda del año no nos permite estarnos con vueltas. Se acerca septiembre, un mes con una fuerte impronta juvenil. El dia 16 de dicho mes y hace 40 años la represión del sistema desapareció los sueños de un mundo mejor, encarnados en los y las compañeras de “La noche de los lápices”. La altura de las circunstancias requiere estar al nivel de esos compañeros y de sus sueños.
Debemos entonces tener la inteligencia y la astucia para no caer en el desgaste ni el aislamiento. Impulsar un Septiembre donde los y las secundarios sean los protagonistas de hacerle frente al macrismo. Impulsar, sobre la organización acumulada en años de lucha y resistencia, simultáneos procesos de tomas de escuela rotativas, cortes de calle, pintadas, volanteadas, afichadas, festivales que se sucedan coordinadamente. Evitando el desgaste de los compañeros y renovando nuestras fuerzas. Busquemos instalarnos en todos los medios de comunicación, los medios populares y también en los del enemigo. Impulsemos un gran conflicto que transforme en rebeldía todas nuestras broncas. Expandamos esa rebeldía por toda la provincia y el país, creando lazos con todos los pibes y las pibas que luchan por una mejor educación. Sepamos entonces quebrar la rueda, que gira y busca aplastar nuestros derechos, para construir el futuro con el que soñamos y por el que tambien soñaron y dieron la vida nuestras generaciones precedentes.
“Si no nos van a escuchar, que quilombo que se va armar…”
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