Argentina. Las Madres de Plaza de Mayo finalizaron ayer la primera Marcha de la Resistencia

Resumen Latinoamericano/ Página12/ 28 de Agosto 2016.-

“Hay que resistir a este gobierno salvaje”

Hebe de Bonafini pidió “armar grupos de solidaridad” para “acompañar a los desocupados que genera el plan económico de Macri” y llamó “a llenar todas las plazas del país”. En el acto hablaron además Máximo Kirchner, Agustín Rossi, Mario Secco y Edgardo Depetri.

La campana de la Catedral marcó las cinco de la tarde en punto. “Ahora sí, compañeros, podemos decir orgullosos que cumplimos 24 horas de marcha sin descanso.” La arenga provino desde el escenario y fue festejada con aplausos y el ruido de los bombos. Todavía había quienes seguían dando vueltas a la plaza, una más de cientas, cuando el locutor de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo anunció que Hebe de Bonafini y un grupo de madres subían al escenario de la mano de Máximo Kirchner, Edgardo Depetri, Agustín Rossi y el intendente de Ensenada, Mario Secco. Bajo una lluvia torrencial, la multitud que marchó desde el viernes y los que fueron llegando ayer buscaron refugio bajo los paraguas disponibles para escuchar los discursos. “Pensé que nunca volveríamos a hacer esta marcha, pero hay que resistir a este Gobierno salvaje”, introdujo Hebe antes de hacer un llamado “a llenar todas las plazas del país” y pedir “solidaridad con los compañeros desocupados”, consigna con que dio marco a la convocatoria.

Cuando se subió al escenario, Bonafini llevaba más un día entero de vigilia. Reeditar la Marcha de la Resistencia después de diez años fue idea suya, y estuvo hasta en el último detalle de la organización. Ya en el escenario, habló poco, pero fue contundente: “Macri, pará la mano. Vamos a hacer cuantas marchas querramos, y si jodemos a este Gobierno, mejor. Nos acusa de desestabilizadores, pero se va a caer solo, hijo de puta”, dijo. Luego disparó contra “la burocracia sindical”, sostuvo que “algunos dirigentes sindicales son más malditos que el ministro de Economía, porque tranzan”, y reivindincó que la militancia gremial de los 70 “hacía reuniones después del horario de trabajo”. Y no se olvidó de ironizar sobre el Presidente: “El, en cambio, no puede hacer una reunión ni en el baño, porque no lo llena.”

Frente al mar de banderas y paraguas desplegado sobre la plaza, Bonafini pidió “armar grupos de solidaridad” y “llenar las plazas de todo el país” para “acompañar a los desocupados que genera el plan económico de Macri”. “Nuestros hijos nos enseñaron que hay que darlo todo. Muchos de nosotros tenemos más de lo que necesitamos. Tenemos que ser solidarios con ellos”, recitó.

“Esta marcha nació cuando los medios callaban la lucha de las Madres y que había desaparecidos. Y hoy vuelve a surgir otra vez, cuando los medios callan los despidos y las consecuencias del plan económico”, rememoró Máximo Kirchner la primera Marcha de la Resistencia, que tuvo lugar el 10 de diciembre de 1981. Aquella vez, como ayer, la convocatoria estuvo fijada para las cinco de la tarde.

El líder de La Cámpora tomó el micrófono en el cierre del acto y reivindicó la jornada: “Llama la atención que digan que esta marcha es subversiva cuando estamos acá celebrando un acto democrático. Este Gobierno ve fantasmas en todos lados porque le tiene miedo a los trabajadores cuando salen a la calle”, dijo.

Con una consigna

La consigna que aglutinó ayer a las organizaciones que formaron parte de la jornada fue inequívoca. “Cristina Conducción” se leía, con letras imprentas blancas sobre un fondo azul, en la bandera que encabezó cada una de las vueltas alrededor de la Plaza. Aunque sin dar nombres propios, Máximo Kirchner se refirió a los dirigentes que recientemente rompieron con esa idea: “Todavía están a tiempo de volver. Algunos, pensando más en los cargos que en las ideas, y con miedo, se fueron. Hay que tener coraje para defender ideas”, disparó. Y advirtió: “El poder quiere un peronismo previo al del 25 de mayo de 2003, quieren ese pre-peronismo de vuelta en la Rosada.”

Todos los discursos aludieron a la situación interna del FpV y el peronismo. El diputado del Mercosur, Agustín Rossi, se encargó de contestarle al jefe del bloque del PJ en el Senado, Miguel Pichetto, quien ayer temprano dijo que el término “resistencia” no es “propio de un sistema democrático en donde el pueblo ha votado” y aseguró que “el peronismo no está en estos espacios críticos radicalizados”. “Hay pocas cosas más nobles que la militancia kirchnerista”, dijo Rossi. “Somos un ejemplo de convicción, la resistencia es un acto legítimo de la democracia”, siguió para luego completar: “La gente, con su voto, nos puso en el lugar de oposición. Y eso es lo que espera del peronismo y no un paraoficialismo.”

El “nene triste”

En el tramo de su discurso en el que reivindicó la creciente lucha en las calles, que el Gobierno no tardó en señalar como desestabilizadora, Máximo Kirchner remarcó que “en ocho meses, el Presidente elevó la desocupación del 6 al 9 por ciento, cuando a nosotros nos llevó 4 años bajarla del 20 al 10 entre 2003 y 2007. Entonces que no dramatice si el pueblo y los trabajadores salen a la calle”. “Que se haga cargo de que quiso ser presidente, que no juegue a victimizarse, al nene triste. Si no le encuentra el agujero al mate, que lo busque”, graficó. “En Cristina tiene un ejemplo: le cortaron 200 rutas durante el conflicto del campo. Y siguió aún cuando murió Néstor”, agregó.

El referente de La Cámpora sostuvo que las movilizaciones surgieron “en respuesta a un plan económico que se parece mucho a un plan de negocios de las multinacionales”. “Es un plan económico gélido, vacío y frío como la mirada del Presidente”, aseguró y le dedicó varios dardos a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien ayer sostuvo que las movilizaciones buscan una “deslegitimación” del Gobierno. “La ministra tiene la mala suerte de haber sido parte de dos gobiernos que aumentaron la desocupación”, ironizó. “Nosotros no estamos desestabilizando a nadie. Estamos militando, convocando, debatiendo, como lo hicimos siempre”, dijo.

“Hay que tener cuidado con la idea de desestabilización, porque esconde la idea de reprimir, del Estado de sitio. No dudo que esa maniobra está dando vueltas en la cabeza de alguno de los asesores del Presidente”, había advertido Rossi un rato antes y dicho también que. “inestable es el plan económico del Gobierno, y fue la resistencia civil la que frenó el tarifazo”, arengó.

El diputado Edgardo Depetri, de origen sindical, pidió que “la CGT convoque a un paro general para enfrentar el ajuste” y adelantó que la Marcha Federal, a la que convocan ambas CTA y algunos gremios de la CGT “van a llenar esta misma plaza la próxima semana”. “Tenemos claro dónde tenemos que estar: en la oposición a esta política económica que es la misma de Martínez de Hoz y Cavallo, que fue inaugurada a sangre y fuego durante la dictadura”, dijo también Depetri y sostuvo que Cristina Fernández “es la salida política que el pueblo necesita”.

“Este es el gobierno de los ricos”, calificó Depetri a la administración macrista y para graficarlo enumeró medidas como “la transferencia de recursos a los sectores exportadores, el pago a los fondos buitre y la liquidación de los fondos previsionales”. En contraste, remarcó que “Néstor y Cristina defendieron al trabajador, por eso nos odian y hacen campañas mediáticas y judiciales”. Máximo Kirchner retomó después el tema el “bombardeo mediático” a favor del gobierno actual y en contra del anterior y acusó a los “medios hegemónicos” de haber sido “cómplices y parte de la mentira electoral de Cambiemos”. “Mintieron que no iba a haber tarifazos, mintieron que nadie iba a perder el trabajo, mintieron cínicamente con la pobreza cero”, señaló.

El intendente de Ensenada, Mario Secco, quien hace una semana recibió a la ex presidenta en ese municipio, dijo que “se empieza a ver el hambre y la desocupación” en el conurbano. “Algunos creían que el frío nos iba a parar. Pero acá estamos, demostrando una vez más la lealtad a las ideas”, aseguró Secco, quien añadió que “las bases están intactas”. “¿Se imaginan lo linda que va a ser esta plaza el día que volvamos de la mano de Cristina?”, preguntó al público, que contestó con el clásico “Vamos a volver”.

Informe: Matías Ferrari.

LOS ASISTENTES A LA MOVILIZACION EN PRIMERA PERSONA

Un desafío a la lluvia, y al ajuste

Hombres y mujeres de a pie compartieron con militantes kirchneristas el cierre de la marcha de la resistencia convocada por la Asociación Madres de Plaza de Mayo. El temor al 2001 y la represión; la pérdida de empleo y el apoyo a CFK.

na02fo01

“Para mí es atípico esto de resistir”, cuenta un jubilado de hablar pausado que llegó solo a la Plaza de Mayo y nunca militó políticamente. “Yo trabajé toda mi vida y personalmente no la paso mal pero vengo por una cuestión solidaria. La comida no me cae bien si el que tengo enfrente no puede comer”, dice mirando a los ojos y agrega: “veo muchas medidas que afectan a la mayoría de la población, veo cada vez más gente que la está pasando mal y pienso que hay que estar acá, tratando de expresar la disconformidad”. Alberto es una de las miles de personas que ayer soportó el diluvio y el frío que congelaba hasta los huesos para marchar durante horas junto a militantes de organizaciones sociales y políticas, en contra del gobierno de Mauricio Macri. La convocatoria de Hebe de Bonafini, que invocó las históricas “Marchas de la Resistencia” nacidas para enfrentar el terrorismo de Estado, planteó como consigna central del acto la lucha por el derecho al trabajo. “Derecho a trabajar, resistir sin descansar. Cristina conducción”, decía entre pañuelos la gran bandera diseñada por la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Entre los manifestantes podía verse a los jóvenes de La Cámpora, Kolina, la Juventud Peronista, Nuevo Encuentro y la Tupac Amaru.

La marcha tradicional alrededor de la pirámide de Mayo se amplió esta vez hasta la mitad de la plaza habilitada por el vallado (el recorrido incluyó el frente de la Catedral y del Cabildo). A las tres de la tarde, cuando ya habían transcurrido 22 horas de ronda y las Madres se tomaban un merecido descanso bajo una carpa en el centro de la plaza, la columna de manifestantes (que abarcaba unas cuatro a cuadras a juzgar por el trayecto) no tenía espacios vacíos. La mayor delegación, encabezada por el diputado Andrés Larroque y el nieto recuperado Horacio Pietragalla, fue la de La Cámpora, con pibes de la ciudad pero también de San Miguel, Ituzaingó, Almirante Brown y varios partidos más del conurbano. “Porque Néstor no murió/ lo llevo en el corazón/ con la jefa los soldados de Perón”, cantaron a coro.

A pesar de las inundaciones que complicaron la movilización desde muchos barrios, fue notoria la delegación de la Tupac con sus camperas caqui y una ancha bandera de “Milagro Sala #presa política”. También aportaron garra, trompetas y música la JP Descamisados, la JP Peronismo Militante, el Partido Comunista Congreso Extraordinario y el Movimiento Aníbal Verón, entre otros.

Las banderas, pecheras y sombrillas que identificaban a dirigentes políticos no fueron mayoritarias. Se destacaban la agrupación Eva Perón referenciada en el intendente Jorge Ferraresi, de Avellaneda, y los partidarios de Mario Secco, el intendente de Ensenada, que sería el primer orador del acto.

“¿Querés saber qué siento? Siento angustia”, confiesa un hombre al cronista de Página/12 mientras saca un cartel con esas mismas dos palabras. Detrás suyo, en la vereda de Hipólito Irigoyen, una mujer duerme sobre un colchón mugriento y dos criaturas con rostros curtidos comen las migas de lo fue un budín. “Vengo ahora porque cuando empiecen a reprimir tal vez no me anime. Están preparando el terreno”, agrega Jorge, el hombre de la angustia, y se explaya sobre su certeza de un escenario que incluirá palos y balas a partir de un escenario planificado con denuncias de “amenazas” al presidente Mauricio Macri o a la gobernadora María Eugenia Vidal.

“Vengo a apoyar a la presidenta”, dice sin dudar Margarita, madre de familia de Florencio Varela, quien sonríe al reparar que la gestión de CFK terminó en diciembre. Detrás hay un puesto de pines de Evita, Cristina, “Juicio y castigo” y “#soydel49%” que en el ballotage no votó a Cambiemos. Margarita cuenta que su marido y sus hijos, obreros de la construcción, quedaron sin trabajo en los últimos meses, y que no se referencia en ningún otro liderazgo. Cuando se le recuerda el pedido de la ex presidenta en Avellaneda hace apenas una semana (“Cristina conducción, no. Cristina militante, junto a cada uno de ustedes”) asiente con la cabeza. “Espero que cambie de postura”, reclama, mientras de fondo retumba “Vamos a volver…”

“Soy de quienes quedamos en la calle en 2001 y estoy porque no quiero que aquella historia se repita”, explica René mientras camina y cobija al cronista con su paraguas. “Después de aquella crisis pudimos crear una cooperativa de reciclado de plástico. Crecimos durante el gobierno de Néstor y somos parte de la lucha por el trabajo sin patrón”, explica y agrega que la cooperativa forma parte del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas. “Con el tarifazo pasamos de pagar 12.000 pesos de luz a recibir una factura de 67.000, que por supuesto no podemos pagar”, agrega.

Minutos antes de las cinco, con el frío pegando duro y techos de nylon improvisados para cubrirse de una lluvia torrencial, la voz oficial del acto agradece “esta maravillosa herramienta que nos regalaron las Madres”, celebra a gritos “casi 24 horas ininterrumpidas de marcha” y anuncia que Hebe de Bonafini está en el escenario. La columna que marchó durante horas se transformó en un bloque de militantes apiñados para darse calor, que ocupan buena parte de la histórica plaza. Los vendedores de choripanes y bondiola empiezan a levantar campamento. Mientras un vendedor ofrece paraguas y pilotos, un anciano con una bolsa de nylon en la cabeza muestra un cartel con la leyenda “Macri, pará la mano!”.

You must be logged in to post a comment Login