EL “AGENTE DE LA CIA” SANTIAGO ALBA RICO, EL DEMIURGO ANGUITA Y LAS INDESCIFRABLES PARADOJAS DE “UNIDOS PODEMOS”

 POR ADAY QUESADA /Canarias Semanal /Resumen Latinoamericano/ 11 julio 2016.La verdad es que durante lustros la“izquierda” institucional vergonzante, es decir, aquella que ha participado durante 40 años en los enjuagues del sistema, pretendiendo a la misma vez aparecer distanciada del mismo, no ha dejado de proporcionarnos irresolubles rompecabezas ideológicos.

        Con una perseverancia digna de mejor causa, sus líderes se empeñan en empujarnos hacia un callejón de intrincadas paradojas, indescifrables para aquellos que no nos encontramos en el ovillo de todos sus líos. ¿Puede todavía alguien extrañarse a estas alturas de que sus disparatadas contradicciones ideológicas lograran arrastrar nada menos que a 1.200.000 incondicionales electores al limbo de la abstención en los pasados comicios?

Pero no ha sido eso lo peor. Transcurridos ya los movidos efluvios electorales, da la sensación de que el baile de las contradicciones no tiene la intención de cesar. Todo lo contrario, se agrava por momentos. Unidos-Podemos continúa ofreciendo la impresión tragicómica de un alborotadocorral de pollos sin cabeza, en el que cada uno de los frenopáticos gallináceos parece ir a su bola, contando  la historia según su modo y manera.

Me explico. ¿Cómo se puede entender, si no, el hecho de que el Secretario General de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, acudiera a la emblemática base militar  norteamericana de Torrejón de Ardoz a rendir pleitesía a Barack Obama e, incluso, se permitiera regalarle un librico,  mientras que, simultáneamente, la “rama Garzón” de esa misma “confluencia” electoral convocaba a sus simpatizantes – con la boquita chica, eso sí –  a manifestarse en contra de la visita a España del máximo representante del Imperio?

¿Cómo interpretar, asimismo, la aplastante paradoja  de que el pasado sábado, en el  programa afín a Podemos la Sexta Noche, el inefable Julio Anguita se mostrara duramente crítico con los bombardeos de la OTAN sobre Libia, mientras que hace tan solo unas semanas se refería a Julio Rodríguez, el jefe militar que organizó la participación española en aquellos bombardeos, como “un militar progresista, como Hugo Chávez”.  Misterios  inconfesables de la oportunidad politica que uno, quizás por la propia cortedad intelectual, no alcanza a entender.

¿Cómo lograr establecer, igualmente, una relación de afinidad ideológica entre Santiago Alba Rico (1), flamante candidato al Parlamento por Unidos- Podemos, y Javier Couso, eurodiputado por la misma formación, cuando el primero acusa al segundo de actuar como “si se reuniera con los asesinos de su hermano”, por haber acudido a un encuentro con una representación del gobierno electo de Siria?

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¿Qué reglas endemoniadas tendriamos que seguir para  estar en condiciones de traducir correctamente el hecho de que el ex Secretario General del PCE, Francisco Frutos, y miembro igualmente de la coalición Unidos-Podemos, acuse a Santiago Alba Rico, otro destacado miembro de la misma “confluencia”,  de ser un claro ayudante de la CIA”? ¿Cómo podrá uno atreverse a votar en próximos eventos electorales a  una coalición en la que los candidatos a senadores son “claros ayudantes de la Agencia Central de inteligencia de los EEUU”? Alguien nos debería aclarar este tipo de cosas.

En fin. Volvemos a encontrarnos frente a un complejo crucigrama con el que la izquierda leal a la  institución  monárquica vuelve a desafiarnos.

(1)El “filosofo” Santiago Alba Rico publicó en su perfil de Twitter que Couso “se reúna con el asesino gobierno sirio me parece tan repugnante como si se hubiese reunido con los asesinos de su hermano”.

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