La mayor cárcel paraguaya incumple las medidas contra incendios, dice órgano estatal

 

Hola ciudad /11 junio 2016.-La cárcel de Tacumbú, la mayor de Paraguay y que este viernes sufrió un incendio que dejó cinco internos y un guardia muertos, incumplía las medidas de seguridad contra ese tipo de siniestros, dijo hoy a Efe Dante Leguizamón, del estatal Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP).

 

La cárcel de Tacumbú, la mayor de Paraguay y que este viernes sufrió un incendio que dejó cinco internos y un guardia muertos, incumplía las medidas de seguridad contra ese tipo de siniestros, dijo hoy a Efe Dante Leguizamón, del estatal Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP).

El incendio se generó en la madrugada de este viernes, aparentemente por un cortocircuito originado en un taller, ubicado en el sótano de la penitenciaría, donde los internos realizan tareas como forrado de termos y recipientes para consumir mate, expuso Leguizamón.

El miembro del MNP dijo que el riesgo de cortocircuitos en el penal es alto debido a que las instalaciones eléctricas son precarias y el sistema eléctrico está pensado para una población carcelaria de unas 1.600 personas, cuando la penitenciaría está poblada por más de 3.500 internos.

Leguizamón detalló que la cárcel no está dotada de bocas antiincendios, ni mangueras, extintores o adecuados sistemas de alarma o detectores de humos.

Estas circunstancias ya fueron advertidas por el MNP en un informe presentado en 2013, donde el organismo recomendaba además la construcción de un tanque de agua, la instalación de bocas de expendio de agua, la habilitación de cuatro salidas de emergencia y la capacitación de los internos y del personal de seguridad para la evacuación en caso de emergencias.

El MNP reiteró estos pedidos al Ministerio de Justicia en otro informe presentado en enero de este año, pero la institución no dio prioridad a estas medidas de seguridad o las aplicó de manera insuficiente, según Leguizamón.

Para el representante del ente estatal antitortura, el incendio de este viernes “podría haber sido evitado si se tomaban las medidas adecuadas”, aunque afirmó que “las consecuencias podrían haber sido peores” dada la situación de hacinamiento en el penal.

Explicó que los internos cuyas celdas quedaron afectadas por el incendio, en su mayoría los ocupantes del sótano y del pabellón destinado a adultos mayores, fueron reubicados y se les entregaron frazadas, sábanas y colchones para dormir.

Sin embargo, estas personas privadas de libertad perdieron todas sus pertenencias, incluyendo los trabajos artesanales por cuyas ventas perciben ingresos, sus mudas de ropa limpia y otros objetos personales.

Además, dos internos fueron trasladados al hospital de Emergencias Médicas para que les fueran realizadas pruebas toxicológicas relacionadas con la inhalación de humo, y otro interno se encuentra en observación en el Hospital del Quemado.

Leguizamón lamentó que tanto el MNP como miembros de la Defensoría del Pueblo, dos órganos estatales de monitoreo de los Derechos Humanos, no tuvieron permitido el ingreso al penal en las primeras horas tras la extinción del incendio, mientras que sí pudo acceder personal de otras instituciones públicas.

El incendio de este viernes en el penal de Tacumbú fue una “tragedia anunciada”, según declaró la sección paraguaya de la ONG Amnistía Internacional, que pidió una “investigación exhaustiva” del suceso.

La población penitenciaria de Paraguay asciende a 13.071 personas, pese a que sus infraestructuras penitenciarias solo tienen capacidad para albergar a 6.643 internos, por lo que la superpoblación comprende a 6.248 personas, de acuerdo con el Ministerio de Justicia.

El 80 % de los reclusos de Paraguay carece de condenas y está entre rejas por un abuso de prisión preventiva, lo que lo convierte en el décimo país del mundo con mayor número de presos sin condena, y en el segundo a nivel suramericano, según datos oficiales.

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