Denuncian en Argentina las nuevas masacres en Siria provocadas por el imperialismo y sus aliados

Por Laura Farina, Resumen Latinoamericano, 16 mayo 2016.-“En plena madrugada, mientras la gente dormía, en una pequeña aldea de mil habitantes, una aldea agropecuaria, a orillas del río Orontes, a eso de las cinco, seis de la mañana, en medio del silencio de la madrugada, los terroristas –llamados rebeldes moderados por la prensa occidental- entraron en esta aldea que estaba pobremente protegida, porque en Siria se encuentra vigente un cese al fuego firmado entre Estados Unidos y Rusia. Los terroristas entraron, empezaron a tomar casa por casa; muchos civiles, unos setecientos, ochocientos civiles, lograron salir de la aldea pero el resto, unos doscientos –en su mayoría mujeres, niños y ancianos que no se podían movilizar tan rápido- fueron capturados, muchos de ellos fueron asesinados directamente. Este grupo son los “rebeldes moderados”, no son el ISIS pero se parecen en su ideología y en su accionar operan de la misma manera, lo que hacen con las mujeres es venderlas en mercados de esclavos. Estamos en el siglo XXI y en Siria en este momento han aparecido mercados de esclavos, las mujeres son puestas en hileras y son rematadas, los altos jerarcas de estas organizaciones criminales, las rifan, primero se quedan con las mujeres más jóvenes y después a las mayores las desechan o las usan de sirvientes”. Con estas palabras Abel Hafez Abbas, de la Asociación La Unión Alauita de Beneficencia, se refirió a la situación del pueblo sirio en una conferencia realizada este sábado, organizada por laFederación de Entidades Islámicas de la República Argentina (FEIRA).

Como cada vez que se conversa sobre Oriente Medio, la charla devino en reflexión histórica, política y cultural. Hablar de Siria –entre quienes se comprometen con los pueblos y no con el dinero- es hablar de intereses imperiales y colonialistas, pero también se trata de resistencia, de multiplicidad de identidades y religiones.

En el contexto de esta nueva matanza sobre los hombres y mujeres de esa tierra, a pocos días del asesinato del comandante de Hezbolla Mustafá Badreddin y ante un nuevo aniversario de Al Nakba palestino las causas del conflicto en Siria fueron enumeradas: recursos energéticos, ubicación geográfica y soberanía frente a los deseos conquistadores, entre otras.

La conferencia comenzó con la lectura de un comunicado denunciando la grave situación que sufre Siria atacada por mercenarios ligados a la OTAN y al imperialismo yanqui, lectura que realizó el titular de FEIRA, Daniel Hosain.

Luego habló Galeb Mousa, presidente de la Federación de Entidades Argentino Arabes de Buenos Aires y el Conurbano (Fearab), quien señaló:  “La desgracia mayor para los árabes y los musulmanes es la desgracia de la colonización tras la opresión otomana. No nos dejaron descansar, no nos dejaron liberar, no nos dejaron ser quienes realmente éramos”.

Para Galeb, la raíz del conflicto se remonta al acuerdo Sykes-Picot de 1916, cuando Francia y Gran Bretaña se repartieron la zona –como si fuera pedazos de una torta- tras derrocar al imperio otomano. Más tarde, la violación de la Resolución 181 de la ONU (que creó el estado de Israel en territorio palestino) por parte del sionismo provocó un sinnúmero de masacres, exilios forzados, invasiones y enfrentamientos que perduran hasta hoy, convirtiendo a la Franja de Gaza en la “cárcel a cielo abierto más grande del mundo”.

En cuanto a su potencial económico, Siria es un importante objetivo a conquistar. “Estamos viviendo el requerimiento de recursos del imperio para seguir avanzando y sosteniéndose. El imperio necesita energía, la energía la da el petróleo. Para crear armas, para fabricar tanques, para movilizarlos, para los aviones, para diez mil cosas se utiliza el petróleo, hasta para el nylon. Ese petróleo se encuentra bajo el territorio de los países que componen el mundo árabe islámico”, expresó Mosen Ali, director de la Casa para la difusión del Islam.

El sheij también se refirió a la importancia de esta región por su ubicación geográfica: “El mapa de Oriente Medio necesita rediseñarse por varios motivos, entre ellos por lo que su nombre indica, está en el Oriente Medio, está en el medio del principal tenedor de bonos de Norteamérica, en medio del gigante asiático, en medio del territorio que necesita para establecer bases para futuras peleas con China”.

Al escuchar estas explicaciones, la sensación de que la guerra que está viviendo el pueblo sirio no es una lucha religiosa sino geopolítica-económica se convierte en certeza. Cualquier similitud –aunque menos sangrienta- con lo que está ocurriendo al sur del Río Colorado no es mera coincidencia.

“Oriente Medio y América Latina estamos sufriendo el mismo enemigo voraz, brutal, criminal que es el capitalismo, que representa Estados Unidos, que representa Israel. El pueblo Sirio es heroico, como el Iraquí, como Yemen; son como los pueblos nuestros, como el de Venezuela, el de Bolivia, como el de Brasil, son pueblos que no se resignan. No te podés resignar a la violencia criminal del capitalismo”, aseguró Carlos Aznárez, director de Resumen Latinoamericano y exponente de la conferencia.

Son todos estos motivos –económicos, políticos, geográficos, culturales- los que hacen de Siria un objetivo estratégico para quienes siempre se han creído dueños –por destino manifiesto de quién sabe qué fuerzas- de los pueblos del mundo.

Para Galeb Mousa, Siria está dentro de un plan preestablecido por los Estados Unidos, junto a otros países del medio oriente, para un nuevo Sykes-Picot, para una nueva fragmentación del mundo árabe, para una atomización no sólo de los territorios sino de las identidades.

Este mismo panorama observa Abel Hafez Abbas: “Lo que está ocurriendo en Siria es un genocidio, Siria está pagando un altísimo precio por su postura geopolítica, por no haberse sometido a los designios de Estados Unidos como lo hicieron Jordania o Arabia Saudita -quienes ahora se encuentran financiando las campañas políticas en el estado de Israel-, por no haber aceptado los designios que aceptó Egipto de buena manera, o Libia o el rey de Marruecos. Hoy Siria está pagando un altísimo costo por haber sostenido la resistencia de Palestina, por haber sostenido la resistencia en El Líbano, por estar sosteniendo la resistencia en Irak. Y ese precio lo están pagando con sangre los civiles que habitan en este país”.

Terroristas y periodistas

Mucho desconocemos sobre lo que ocurre en Medio Oriente, pero basta con escuchar algunos razonamientos, un par de datos y confesiones para por lo menos empezar a dudar sobre lo que dicen los grandes medios de comunicación.

Episodios aberrantes como el relatado al inicio de esta nota fue perpetrado por “rebeldes moderados” según el catálogo de occidente. ¿Qué clase de personas luchan por la democracia y contra la tiranía matando mujeres y niños?, ¿son demócratas?, ¿esa gente va a instaurar una democracia en Siria?, todas esas preguntas hizo Abel Hafez Abbas.

La retórica continuó en voz de Mosen Ali: “¿Escuchamos alguna vez que el ISIS atacó a Arabia Saudita?, ¿vimos al Isis atacar a Israel, enemigo declarado del islam y los árabes?, ¿vimos a Isis operar en los Emiratos Árabes Unidos, en Qatar, en Jordania, en Turquía?, ¿dónde opera el Isis?, ¿contra quién están luchando? Están luchando contra el eje de la resistencia, que sostiene hoy la lucha por la dignidad del ser humano prácticamente: la República Islámica de Irán, el movimiento de Resistencia Nacional Libanesa, con Hezbollah a la cabeza y la República Árabe Siria”.

En este sentido, los participantes de la conferencia se preguntaron cuál es el rol de los medios de comunicación. Cuando el accionar del ISIS se hace sentir letalmente en Europa, durante horas y horas, día tras día, los grandes canales de televisión analizan, debaten y condenan; pero cuando esto mismo ocurre con los pueblos de Oriente Medio apenas aparece la noticia en algún rincón perdido de la honestidad periodística.

Por ejemplo, poco se ha dicho sobre Wesley Clark, comandante de la OTAN y General retirado del Ejército nortemaericano, quien confesó que los aliados a las grandes potencias habían creado y financiado al ISIS. (Ver https://www.youtube.com/watch?v=8W6hBoyHm2M)

Tampoco hizo mucho ruido las sugestivas muertes -ocurridas en menos de 24 horas- de tres periodistas estadounidenses. Bob Simon, Ned Colt y David Carr estaban realizando un documental sobre la posible implicación del gobierno estadounidense en el atentado de las torres gemelas, pero perdieron la vida entre el 12 y 13 de febrero último.

Al respecto, Galeb Mousa consideró que los periodistas de los grandes medios, incluso en Argentina, “creen trabajar, tener el oficio, el sacerdocio de la información. Son mentirosos, falsos, hipócritas, repugnantes mercaderes de las letras”.

El aparato reproductor de noticias parece obedecer aquella frase que proponía “miente, miente, que algo queda”. En palabras de Abel Hafez Abbas: “Una vez más la opinión pública mundial ha sido manipulada para llevarnos a creer algo que no es. En Siria no hay una revolución, en Siria hay una invasión y el objetivo es destruir el país más laico de Oriente Medio, el país más tolerante entre sus pueblos. Y cantonizarlo, dividirlo, convertirlo en estados chiquitos que sean fáciles de gobernar, más fáciles de someter. Y que finalmente Siria deje de ser escollo, deje de ser un obstáculo para la entidad sionista y Estados Unidos.

Frente a este escenario, Carlos Aznárez se encargó de rescatar a quienes proponen otras voces, al menos para generar la duda ante el público: medios de comunicación como Telesur, Al Mayadeen, Al Manar, Hispan TV o Resumen Latinoamericano.

Los panelistas coincidieron que para combatir esta injusta guerra contra los pueblos hay que ser solidarios, internacionalistas y que cada persona sea difusora de nuestras verdades, por más lejos que se encuentren. “Para mí, Siria me queda a la vuelta de mi casa porque cada hombre, mujer, anciano, niño o niña que muere en Siria son como nuestros 30 mil compañeros y compañeras”, expresó el director de Resumen Latinoamericano.

En la era de las redes sociales e internet, es fácil comunicarse, pero eso sólo no basta. Mientras vemos cómo cientos de personas siguen muriendo en guerras, hambrunas y naufragios. Ante la hipocresía de los gobiernos europeos que financian invasiones pero no quieren recibir a las víctimas. Frente a las imágenes de hombre y mujeres resistiendo y combatiendo al verdadero terrorismo. A la vez que mantienen una cruel ofensiva contra Venezuela, un golpe legislativo en Brasil y el asesinato de luchadores en Honduras, Colombia y México. ¿Es posible quedarse callado, quieto?

“La verdad está en la calle. Este es un momento de pueblo en la calle, en el Medio Oriente, en Brasil, en Argentina, en Venezuela. El no rotundo de los pueblos para derrotar al sionismo y al imperialismo norteamericano”, concluyó Carlos Aznárez.