Honduras. Entierran los restos de la líder indígena Berta Cáceres

Resumen Latinoamericano / 5 de marzo 2016.-A las 2:00 de la tarde de este sábado, la comunidad indígena le dio el último adiós a Cáceres, asesinada el pasado jueves.

Los hijos de la malograda líder hondureña aseguraron que respetarán el legado de su madre.

La vela de la activista ambiental se desarrolló el viernes en un ambiente de luto y dolor que detonó en una protesta social para exigir justicia por su vil asesinato.

“Justicia, justicia”
Los miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) demandaron la noche del viernes, a través de una conferencia de prensa, que se investigue el asesinato de la activista hondureña.

Los indígenas exigieron al gobierno que firme un acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para garantizar una investigación limpia y transparente.

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El mismo viernes, en La Esperanza, cientos de indignados activistas del movimiento social velaban el féretro con los restos de la ambientalista indígena, criticando al gobierno por no haberla protegido pese a recibir amenazas de responsables de una empresa que pretende construir una represa en un río de la zona.

“Vamos a continuar la lucha de ella contra este sistema depredador”, afirmó Norma Cruz, del Partido Socialista de los Trabajadores, dirigiéndose a unas 300 personas reunidas bajo un toldo en el patio de la casa de Berta Flores, la madre de la dirigente asesinada, donde eran velados los restos.

“Justicia, justicia”, “Berta vive, la lucha sigue, sigue”, coreaban unas 400 personas que protagonizaron una protesta por calles de la ciudad, acompasada por los tambores de activistas negros garífunas, que asistían a la vela.

Copinh denunció que a pesar de tener medidas cautelares dictadas por la CIDH, “durante los últimos seis meses Berta recibió amenazas constantes cuya intensidad iba incrementando, disparos contra el carro, mensajes y amenazas verbales directas, por parte del ejército, la policía, el alcalde (de la zona de la represa) Raúl Pineda y la empresa DESA” por oponerse al proyecto hidroeléctrico.

Cáceres fue asesinada la madrugada del jueves en la ciudad de La Esperanza, Intibucá, unos 200 kilómetros al noroeste de la capital. Luego el cuerpo fue trasladado por las autoridades a Tegucigalpa para practicarle la autopsia y entregarlo a la familia.

La noche del jueves, más de mil personas despidieron en un centro social sindical de Tegucigalpa a la familia de la indígena lenca, coordinadora del Copinh, para trasladarlo a La Esperanza.

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