Argentina: Más de 1.200 policías desalojaron a cientos de familias que ocupaban tierras desde hace 6 mese en Merlo / El Intendente del Frente para la Victoria felicitó a los represores.
Cerca de 2 mil personas que vivían en un predio tomado desde octubre pasado en la localidad de Libertad, en el partido de Merlo, fueron desalojadas por efectivos de la Policía Bonaerense, durante un procedimiento que tuvo momentos de tensión y una suspensión durante varias horas por pedido de un fiscal.
El operativo se inició cuando unos 1.200 agentes cercaron el predio ubicado al costado de la ruta 1003. Por la tarde, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, recorrió junto el jefe de la Policía de la provincia de Buenos Aires, comisario general Pablo Bressi, los predios que se encontraban tomados en Merlo, donde supervisó el operativo que efectivos de la fuerza desplegaron en el lugar. El funcionario se reunió con trabajadores sociales para tratar de encontrar la mejor salida al conflicto, a la vez que felicitó a los que actuaron en la recuperación pacífica de los terrenos.
En declaraciones a “Levantado de 10”, programa que se emite por Radio 10, el intendente local, Gustavo Menéndez (Frente para la Victoria) afirmó: “Los 40.000 vecinos que viven alrededor tienen derecho a protestar por las tomas”. Aunque señaló que “las tomas empezaron por la fuerza”. “No hubo negociación previa, sino una decisión judicial frente a una presentación de los titulares de la tierra”, dijo Menéndez. Y agregó: “La información que tenemos es que (el desalojo) va a ser absolutamente pacifico”.
Sin embargo, los vecinos denunciaron que el operativo fue “ilegal” y que hubo “represión”.
Además, aseguraron que utilizaron “topadoras”, que arrasaron “las casas” y que “ni siquiera” pudieron retirar sus “pertenencias, como camas, heladeras y colchones”. “El municipio aplicó un dispositivo con decenas de camiones y empleados para ayudar a la gente a desmontar las viviendas para que nada se rompiera y pudieran ser reutilizadas”, dijo el funcionario.
Desde su lugar, el jefe comunal alegó que había “un grupo chico pero muy violento” que tenía “como escudo” la ocupación “para cometer delitos”. Ayer, se había referido a “narcotraficantes” y “gente” que salía “a robar” y recordó que el domingo último fue asesinado un nene de 8 años en medio de una pelea entre bandas, lo que “ha sobrepasado el nivel” de tolerancia.
“Con topadoras arrasan las casas y ni siquiera podemos retirar nuestras pertenencias, como camas, heladeras y colchones”, se quejó en diálogo con la agencia de noticias DyN Rodrigo Alonso, uno de los ocupantes, al tiempo que aseguró que fue “ilegal”, pues existía una “prórroga” judicial de “180 días para el desalojo firmada ayer” y protestó al sostener que “no” había “ningún tipo de contención social” para las personas retiradas.
El desalojo se llevó adelante con efectivos que les pedían a los ocupantes que en forma voluntaria abandonaran las casillas improvisadas como precarios hogares, aunque también participaron topadoras. Hubo momentos de tensión con la quema de algunas casillas, según los ocupantes provocadas por vecinos de la zona.
El Juzgado de Garantías Nº 4 había firmado una resolución en la que exhortaba a las autoridades a suspender cualquier intento de desalojo por el plazo de 180 días, pero el propio tribunal dio marcha atrás y autorizó el procedimiento.
“Lo de mi hijo no fue una guerra de bandas, fue asesinato”
El hombre explicó que “el intendente de Merlo se puso a mi disposición y lo único que puede brindarnos a todas las familias del barrio para que no haya otro chico asesinado, es la seguridad. Es imprescindible la inseguridad en el barrio y el desalojo de toda esta gente“.
Ante la pregunta sobre el origen de estas bandas que llegaron a la zona en el mes de noviembre, Saúl explicó que “es gente proveniente de la 1-11-14 sin duda. Llegaron ahí a fuerza de pistola, a ocupar terrenos para hacer su cocina y comercialización de droga y a raíz de esto están arrasando con gente inocente, con gente trabajadora que nunca vivió estas cosas”
Asimismo, Saúl señaló que la que asesinó a Oscar es una banda integrada por ciudadanos peruanos, pero se ocupó de aclarar, una vez más, que el hecho no fue un enfrentamiento entre bandas sino que se trató de “un asesinato” perpetrado por un grupo de delincuentes que “fueron a disparar a quemarropa a un cumpleaños, donde había criaturas jugando”.
Por su parte, una vecina de Oscar llamada Gabriela contó que los responsables del hecho son narcotraficantes que “después que mataron al nene, nos vinieron a amenazar” y que los mismos “andan en autos caros, con armas automáticas y chalecos antibalas”. Además, Gabriela contó que Oscar no es el primer muerto ocasionado por este grupo que mantiene un enfrentamiento con una banda de origen brasilero.
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