Colombia. El costo de la vida, será “de muerte”, para muchos en este año

Víctor Chaves Rodríguez / Resumen Latinoamericano / Ag. Prensa Rural/ 20 de Enero 2016.- La gente tiene que salir a la calle para expresar su repudio a las medidas abusivas tomadas por Juan Manuel Santos en contra del pueblo colombiano y tendrá que permanecer movilizada hasta que se le preste le atención debida.

 

Cómo evitar ser pesimista frente al panorama social y económico que se pinta para los colombianos y muy especialmente para los nariñenses en este año que ya comenzó en firme. Los indicadores, que primero fueron cálculos y proyecciones y ahora pintan la más cruda realidad, nos llevan necesariamente ante un cuadro cargado de factores negativos.

Pero es indudablemente el costo de la vida el indicador que recogerá con mayor crudeza el impacto de las políticas neoliberales del presidente Juan Manuel Santos, de los efectos de la crisis global por la caída de los precios del petróleo y del denominado Fenómeno del Niño, como los principales motores, más no los únicos, de esta crisis.

A estas alturas, nadie se cree el cuento de que la política privatizadora de Santos y el incremento de las más notables tasas impositivas, como el IVA, por ejemplo, eran parte de un Plan B, para compensar los ingresos por la caída de los precios del crudo en los mercados internacionales. El Presidente siempre contempló la venta de Isagen y de otras empresas oficiales, de las que aún son rentables, pero cada vez más pocas, siempre con la idea de repartir la plata que se consiga entre los grandes contratistas del Estado que siguen siendo las familias de siempre, es decir, entre ellos mismos.

Las comisiones que se pagan a las firmas bursátiles, aseguradoras y a los bancos intermediarios son cuantiosas cuando se realizan este tipo de operaciones y es ahí en donde vuelve a aparecer los parientes y amigos de quienes están en el poder, enriqueciéndose mucho más con los bienes del Estado, y propiciando aún más incertidumbre entre el pueblo colombiano, que además tiene que soportar nuevas tasas impositivas, que se extenderán además a otros productos de la canasta familiar.

Como si fuera poco, la ola especulativa que se ha desatado a partir de la certeza de que el denominado Fenómeno del Niño, no era un cuento sino una cruda y cruel realidad, que además de ratificar de varias maneras la irresponsabilidad del hombre con el planeta que habita, también lo castiga con la escasez, los precios altos y la regular o mala calidad de los productos que se consumen.

La producción nacional agropecuaria está al borde de la ruina total. Tanto en los departamentos del centro del país, como acá en la frontera, pequeños y grandes agricultores, incluyendo a los cafeteros vienen anunciando la pérdida de sus cosechas, pues el fenómeno climático también propició incrementos desproporcionados en los insumos, como fertilizantes y demás, al punto de volverse impagables para muchos.

Como lo hemos reiterado en varias notas editoriales del Periódico Virtual Websur.net, no es cierto que el país esté blindado de las crisis globales como suele afirmar cualquiera de los miembros del séquito económico del Presidente, o él mismo, solo con el afán de mantener esa cortina de humo frente a las realidades que pasan por los ojos de los colombianos y que nos hace pensar que de verdad somos el país más feliz, como lo anuncian cada cierto tiempo los medios masivos de comunicación.

Para el caso de Nariño y Putumayo, como región fronteriza, las cosas lucen aún mucho más complejas. El impacto del dólar revaluado es mucho más fuerte por el movimiento comercial binacional. Hasta el momento la gente oriunda de esta parte del país no ha podido canalizar de manera positiva toda la demanda que generan los vecinos ecuatorianos y por el contrario esta bonanza se ha traducido en un nuevo factor inflacionario, dejando por el cielo los precios de los artículos de consumo cotidiano.

Así las cosas, es un hecho que la región y el país han sido víctimas de factores de diverso origen, algunos insalvables, pero no de otros, que son el producto de las arbitrariedades de nuestros mandatarios, sopesadas en bajas condiciones éticas y morales, pues finalmente lo que están haciendo es meternos las manos en los bolsillos, sacarnos lo poco que nos queda para entregárselo a los que mencionamos al comienzo de la columna.

Y una nueva reiteración: es bajo estas circunstancias que se requiere asumir posiciones colectivas, que promuevan por ejemplo la movilización popular contra el despotismo de nuestros mandatarios y también para que estos asuman con eficiencia la atención a las víctimas del Fenómeno del Niño y se tomen medidas para frenar, aunque sea un poco, las acciones contra los recursos naturales.

La gente tiene que salir a la calle para expresar su repudio a las medidas abusivas tomadas por Juan Manuel Santos en contra del pueblo colombiano y tendrá que permanecer movilizada hasta que se le preste le atención debida. Esa es la invitación editorial del Periódico Virtualwebsur.net.

 

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4 PROPUESTAS PARA ENFRENTAR LA CRISIS ECONÓMICA Y ASEGURAR LA PAZ EN COLOMBIA

La crisis de los precios del petróleo, el aumento de los precios del dólar que controlan el peso de la deuda externa, el aumento de los impuestos indirectos como el IVA y la aplicación de los tratados de libre comercio, son algunas de las claves de la crisis. Ante ello, desde sectores de organizaciones sociales hacen 4 propuestas.

Establecer un control de cambio al mercado del dólar, frenar la política del libre comercio representada en los TLC’s, remodelar la base arancelaria y aumentar el gravamen de impuestos directos a las industrias extractivas serían las claves para enfrentar la crisis económica. ¿Cómo funcionarían?

LA CRISIS DE LOS PRECIOS DEL PETROLEO

Desde hace varios gobierno Colombia se montó en la llamada “bonanza petrolera” señala Enrique Daza, integrante de la organización Justicia Tributaria. Según el analista varios gobiernos se dedicaron a dilapidar esos recursos y no se hizo nada para garantizar que los dineros que entraban se convirtieran en inversión productiva. Esta crisis de los precios del petróleo podrían seguir disminuyendo por la entrada al mercado de cerca de 1 millón de barriles diarios.

Así las cosas los dineros en Colombia no van a aumentar por cuenta de la exportación del petróleo y por el contrario, las proyecciones del gobierno para estos años esperaban que los precios internacionales del crudo no disminuyeran por debajo de 80 dólares el barril.

Daza señala que la apertura económica y los TLC no tuvieron nada que ver con el petróleo y tampoco se apostó por la diversificación de la capacidad exportadora del país. “estamos pagando las consecuencias” de las malas políticas económicas de los 4 últimos gobiernos.

PRECIOS DEL DÓLAR SEGUIRÁN EN AUMENTO

El precio del dólar es una consecuencia directa de la disminución de los precios del petróleo, pero también de la política económica de los Estados Unidos. Según Daza el precio de la divisa es manejado políticamente por el emisor que es el administrador de la reserva de ese país “tiene una manipulación directa del dólar y nosotros estamos en manos de ellos”.

Por otra parte crece de una manera desmedida el peso de la deuda externa. Colombia tiene su deuda en dólares y los rectores de los mercados internacionales como el FMI y el BM continúan exigiendo el pago de los intereses de la deuda de manera puntual y además emiten medidas económicas para que la austeridad de los gobierno hacia sus ciudadanos permita dicha puntualidad.

LAS MEDIDAS PARA ENFRENTAR LA RECESIÓN SON MEDIDAS RECESIVAS

Los remedios que el gobierno está aplicando fomentan más recesión, por ejemplo, una reforma tributaria que aumenta el valor del IVA y su base gravable, afecta la capacidad de consumo de las clases medias y bajas lo cual disminuye el espectro y las capacidades del mercado interno. Esta situación directamente ligada al aumento de salario mínimo agudizará los factores de crisis.

LAS PROPUESTAS

  1. Según Daza, si hubiera voluntad política lo que se debería hacer sería establecer un control de cambio del dólar para que no dependiera de las fluctuaciones del mercado porque no es un mercado libre, sino atado a las manipulaciones de EEUU.
  2. Con respecto a la reforma tributaria, Daza afirma que deberían incrementarse los impuestos directos, es decir que se debería hacer una revisión de los beneficios tributarios que, a su juicio, son inmensos.
  3. Otro de los grupos es de los empresarios que mantienen sus dineros en paraísos fiscales, Daza señala que mucha de la inversión extranjera en Colombia proviene de Panamá y muchas veces no son de ese país sino de empresarios nacionales que se hacen acreedores a los beneficios tributarios. Así las cosas la revisión de los aranceles significaría un aumento inmenso de los activos del país.
  4. Frenar los Tratados de Libre Comercio y renegociar los existentes aumentaría las capacidades productivas del campo colombiano y obligarían a un rediseño de la política agraria para que no esté sujeta a las exigencias coyunturales del mercado sino que tenga una aplicación a largo plazo.

 

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