Catalunya:  Entrevista a Anna Gabriel: “Nos pusieron sobre la mesa la liquidación directa de la CUP”

Por David Bou y Adrián Crespo para La Directa / Resumen Latinoamericano / 18 de enero 2016.- Nos encontramos con Anna Gabriel el miércoles por la noche en el edificio histórico de la Universidad de Barcelona, ​​un espacio para la reflexión que enlaza con la que está haciendo la militancia de las CUP tras el acuerdo de investidura.

“Estamos en el rincón de pensar”, nos decía el martes un militante del Camp de Tarragona. Este edificio fue, también, uno de los escenarios de las movilizaciones contra Bolonia hace siete años, que podemos tomar como punto de partida de un ciclo de luchas.

Son dos horas largas de entrevista en las escaleras del rectorado, en los jardines, sentados en los escalones de la entrada cuando el edificio valla. Ana Gabriel Sabaté (Sallent, 1975), diputada de la CUP-Llamada Constituyente en el Parlamento y militante de la izquierda independentista desde hace más de una década, tiene ganas de hablar después de tres meses agotadores, pero no sólo de las negociaciones de investidura, también de cómo se han vivido las últimas semanas dentro de la organización y de su proyecto político, vertebrado por el independentismo, el anticapitalismo y el feminismo.

En 2009, desde aquí mismo, se tejían las protestas contra el plan Bolonia, aplicado desde el Departamento de Universidades, con el tripartito en el gobierno. ¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Qué crees que ha cambiado en la sociedad catalana en general?
Probablemente, los recortes y el ciclo de privatizaciones o de aplicación de las políticas de austeridad más bestias. Por tanto, una regresión absoluta respecto a lo que habíamos conocido más o menos como estado del bienestar. Esto, por un lado; por otro, la aparición de nuevas movilizaciones que eran desconocidas. Las huelgas generales con un bloque de sindicalismo combativo muy numeroso, bien organizado y con una cierta capacidad de incidencia en el ámbito sindical; las movilizaciones del 11-S como no las habíamos conocido: ya no se manifestaba sólo la izquierda independentista (EI), sino que, de repente, sale a la calle todo un nuevo independentismo sociológico que dibuja un nuevo fenómeno.

También la incursión de una nueva fuerza política como la CUP en el Parlamento, con todo lo que ello implica, sobre todo en la primera legislatura, ya pesar de darnos cuenta de que los cambios no eran tan profundos como hubiéramos deseado. Con estos componentes, es decir, recortes, privatizaciones, más gente que nunca en la calle, nuevas formas de organización, todo el fenómeno de los indignados … y, sin embargo, ahora, en 2016, podemos decir que estamos más fuertes y más organizados que nunca? Con más capacidad de contrapoder? Pues, probablemente no.

¿Qué ha cambiado en la EI durante todos estos años para llegar a un escenario en el que contribuyas a una mayoría parlamentaria con ERC, cuando en 2008 era uno de los partidos con el que os mostrábamos más beligerantes?
Supongo que la crítica que hacíamos los que debían ser de izquierdas es que se demostraba que, una vez entraban a la institución ya grandes rasgos, aplicaban las mismas políticas, con falta de voluntad para revertir algo de verdad. Incluso si decían que hacían más inversión en el ámbito social … y la acababan haciendo porque endeudaban las administraciones hasta niveles insostenibles. Ahora, creo que la esperanza es que la voluntad no sea la de entrar a gestionar las instituciones, la de una mera alternancia de los partidos del poder, sino que entendemos que, realmente, el reto es el de la ruptura con el España. Por lo tanto, tal vez son las mismas izquierdas de siempre, pero con un objetivo radicalmente diferente, que, en este caso, sería el que compartimos.

ORGANIZACIÓN

Antes de las elecciones del año 2012, tú defendías que la CUP no se presentara a las elecciones al Parlament. ¿Crees que fue una decisión equivocada pasar del municipalismo en el Parlamento?
Hay una previa al debate del año 2012, que es cuando existe el debate anterior, en 2009. Aquí, ya hay una primera propuesta que la CUP vaya a las elecciones. En ese momento, el sentido del voto contrario es mayoritario por muy poquito y, un poco, sería el mismo análisis que hacíamos: entre 2009 y 2012, sí que habían comenzado a cambiar algunas cosas, pero algunos teníamos mucho miedo de que la apuesta que había hecho por el municipalismo aún no estuviera suficientemente consolidada, que hubiera el riesgo de que el ámbito institucional-parlamentario succionar todas las energías de la organización y que lo que podía ser una virtud, que era que se convirtiera en un altavoz, al mismo tiempo, se convierte en la invisibilización de toda la otra realidad organizada. Con perspectiva, no me atrevería a decir que ha sido un error porque, durante la legislatura pasada -en la que, además, hemos tenido la suerte de tener tres diputados que son unas máquinas-, hemos hecho un papel espectacular y yo creo que el balance es netamente positivo.

Durante estos meses, se han evidenciado las diferencias entre diversos sectores de la CUP. Piensas que esto ha debilitado la organización?
Por un lado, puedes pensar que sí, porque hemos enseñado nuestras diferencias y hemos explicado al mundo nuestras tensiones. El sentido común ya te dice, de entrada, que enseñar todas estas debilidades al adversario desde un espacio político que pretende ser un contrapoder no es positivo, pero también es verdad que la cultura política de las izquierdas en general pasa por esto. Porque el debate aflore, porque no ahogue la diferencia o la disidencia y no te acabes convirtiendo en un partido en el que la dirección decide y las bases obedecen. Hay que mantener el equilibrio entre esta idiosincrasia, que yo identifico con las izquierdas, no sólo con la CUP, y la necesidad de no exponerte innecesariamente. Supongo que es un equilibrio que tendremos que acabar encontrando.

El debate nacional de Manresa y la asamblea nacional de Sabadell, creo que fueron ejercicios muy saludables, un reto muy importante de cómo organizar una asamblea con tres mil personas; y el balance es muy positivo. Sí que es verdad que, después, sobre todo los medios de comunicación, de golpe dieron voz a las personas que no compartían las decisiones adoptadas por la mayoría. La pregunta que nos hacíamos es: si la asamblea nacional de Sabadell hubiera decidido invertir Mas, también se hubiera dado voz a las voces contrarias a las horas de máxima audiencia? Probablemente no, lo que te hace pensar que, evidentemente, había un interés en profundizar en estas diferencias de manera muy poco bienintencionada.

Incluso se ha llegado a hablar de una posible escisión dentro de la CUP. Es realmente plausible que se pueda producir un escenario así? Como está afrontando la desafección de una parte de la militancia después de todo este proceso?
Claro, si el escenario hubiera sido que finalmente no se producía la investidura de un presidente y íbamos hacia unas elecciones, era muy probable que hubiera una buena parte de la organización que no se sintiera cómoda acompañante o formando parte de la CUP en esta nueva contienda electoral. Esto, ya lo habían puesto sobre la mesa diferentes sectores y era una realidad. Si íbamos hacia unas elecciones, íbamos hacia unas elecciones y quizás íbamos debilitados, pero, en todo caso, era la decisión que se había tomado por mayoría.

“Buena parte de la organización no se hubiera sentido cómoda formando parte de la CUP en esta nueva contienda electoral”
Ahora, estamos en un escenario diferente. Yo creo que esta sombra de la escisión no existe. Al contrario. Existe la sensación de que esto puede haber cohesionado, fortalecido, o que existe la posibilidad de recoser algunas heridas que se habían ocasionado. Pero también es verdad que habrá que ver cómo se desarrolla la legislatura. Veremos si somos capaces de recoser tal como queremos y si somos capaces de hacer que las personas que expresaban sus diferencias durante estos tres meses se sientan cómodos formando parte de este proyecto político.

Me imagino que toda esta apertura en canal de la que hablabas ha generado tensiones dentro de la organización, así como varios comunicados. Hizo daño a la negociación, el artículo de opinión de David Fernández en el Ara?

Veníamos de un debate nacional en el que un 60% de los posicionamientos eran contrarios a invertir Mas y, a raíz de la publicación de ese artículo, las opiniones comenzaron a cambiar tanto mediáticamente como dentro de la CUP.
La sensación de que algunos hemos tenido durante las negociaciones -y esto también lo hemos dicho en alguna ocasión- es que Juntos el Sí (JxSí) jugaba más a presionar, tensar y debilitar la postura de la CUP que no realmente a trabajar una oferta política que pudiera ser refrendada por una mayoría de la organización. Esta sensación estaba. Por tanto, todas las voces, los artículos y los comunicados que fueran en una dirección contraria a la que se estaba manteniendo como punto de partida nos debilitaban porque, al otro lado, estaban esperando que el bloque del sí superara el 50 % … y cada vez quedaba menos.

Hemos tenido un poco esa sensación. No sabría atribuir un peso específico en el artículo de opinión de David, como tampoco lo sabría atribuir a otros artículos que se publicaron, otras voces de cargos electos u otras organizaciones. No lo sabría calibrar. Lo que es evidente es que los medios dan mucha salida, sobre todo, a estas voces. Ridiculizan el funcionamiento asambleario y, curiosamente, sitúan las posiciones de mantenerse contra la investidura de Mas como las posiciones cerradas, sectarias, infantilista, carentes de sentido de país, etcétera. Es decir, las atribuciones del sistema a una posición u otra son muy evidentes.

Sin embargo, no nos podemos dotar de una cultura política que impida hacer esto a nadie. Yo creo que pasaríamos a ser otro proyecto; por tanto, el reto -una vez más- es encontrar el equilibrio y el don de la oportunidad y ver si en cada momento es oportuno hacer una cosa u otra, sin que ello cambie nuestra manera de ser, según la cual evidentemente, los militantes tienen total libertad para expresarse como quieran.

Tenemos la sensación de que todo el tiempo estamos ante un debate estratégico entre Pueblo Libre y Adelante. Más allá de las diferencias estratégicas, hay diferencias ideológicas entre estos dos sectores de la CUP en cuanto a la transformación social?
Pero es que la CUP no se entiende a partir de las adhesiones de una organización estratégica u otra. Es bastante más complejo que eso y, de hecho, se expresó así al debate ya la Asamblea Nacional, donde se generaron muchos documentos de asambleas locales y territoriales que decían: “Nosotros tenemos una posición determinada, que es coincidente con la que puede tener esta o aquella otra organización, pero rehuimos la lógica de las organizaciones “. También existe la voluntad de mucha militancia de la CUP de no querer dirimir entre cuál es su organización de referencia. Hay mucha gente que no tiene ninguna de estas y, por tanto, es más complejo que decir: si entiendes la concepción estratégica de Pueblo Libre y de Adelante, entiendes la división de la CUP. No, no exactamente.

Sin embargo, los posicionamientos de estas dos organizaciones estratégicas sí han condicionado las decisiones de la CUP, finalmente. Nos referimos, por ejemplo, a que tú eres militante de Adelante y, en las elecciones de 2012, una parte de la organización te vetó porque no fueras al frente de las listas.
Sí, pero no porque yo fuera de Adelante.

No era una cuestión ideológica …
Ideológica sí, pero el motivo no era que yo fuera de Adelante. Hay muchas otras consideraciones a hacer y, naturalmente, sí que tenían que ver con mis posicionamientos, pero el motivo del veto no es que Ana Gabriel fuera de Adelante. Claro, ahora, nos encontramos que, como que la decisión era investir a Mas o no, todo se podría reducir a que había una organización por sí y una por el no y, por tanto, la CUP se podría simplificar con esta lógica de las organizaciones porque había esta dicotomía pura. Pero, para entender la CUP y su complejidad, hay que ir mucho más allá del posicionamiento que mantienen las organizaciones estratégicas.

Esta dicotomía que se ha producido ha tendido a simplificar mucho las cosas. Parecía que un alma era anticapitalista y la otra independentista y nos hemos tenido que esforzarse para decir que algunos nos negábamos a ser algo primero que la otra. Esta voluntad que no nos separaran entre dos almas tan bien definidas era una sensación que teníamos gente que se podía expresar en los dos sentidos. En la asamblea de Sabadell, había intervenciones que iban mucho en esta dirección. Había gente partidaria del sí con motivaciones que no eran exactamente las que defendía Pueblo Libre. Y al revés. Había gente que defendía el no y no era por los motivos que podía esgrimir Adelante en su comunicado.

“Hay mucha gente que ha expresado abiertamente que Pueblo Libre y Adelante deberían estar fuera de la CUP”
Pueblo Libre no lo sé porque no tengo los datos, pero sí te puedo decir que menos del 30% de la militancia de Adelante está dentro de la CUP. Adelante es una organización que no tiene muchos militantes. Si pones menos de un 30% de esta militancia dentro de la CUP, que pronto alcanzará los dos mil, se ve rápidamente que la capacidad de incidencia no puede ser muy alta. Yo creo que todavía se mantiene una cierta autonomía local y que los núcleos acaban configurando unas determinadas análisis por afinidad, por dinámica, por trayectoria. Esto, en ocasiones, también hace que, en el ámbito territorial, las CUP se vayan encontrando bien y se vayan sintiendo cómodos por el hecho de compartir una cierta análisis; así, cuando sube hasta la Asamblea Nacional, tiene una expresión de votos que puede ser la de Sabadell.

No te lo sé explicar mejor que este debate lo dificulta porque es dual; sin embargo, con la cantidad de cosas que debate o aprueba la CUP a sus consejos políticos, por ejemplo, sería mucho más fácil ver que la cosa no va de la incidencia que tienen las organizaciones. La militancia de la CUP, mayoritariamente, está cansada de que se entienda que las organizaciones estratégicas tienen tanta incidencia y hay mucha gente que ha expresado abiertamente ya través de documentos que estas organizaciones deberían estar fuera de la CUP. Yo creo que, justamente, hay un cierto cansancio que se dibuje este papel tan determinante de las organizaciones.

En los últimos años, se han producido movimientos dentro del EI. Hace un tiempo, el movimiento juvenil culminó el proceso de confluencia entre Maulets y la CAJEI y nació raíz. Últimamente, estamos viendo que hay asambleas de raíz que están rompiendo con la organización, pero se están coordinando en el ámbito territorial, en consonancia con los territorios donde tiene más peso Adelante o Pueblo Libre. Hay dos estrategias separadas dentro del mismo movimiento?

Esto es un poco el Proceso. Es decir, cuando aparece el fenómeno Proceso, se empiezan a generar debates sobre si debemos participar en las movilizaciones de la Plataforma por el Derecho a Decidir, toda la ola de las consultas, la gestación de la ANC … Si la CUP debe entrar dentro del ANC, si se ha de participar en las cadenas humanas, en la V y todas estas manifestaciones … Yo creo que es el debate en torno al Proceso: verlo como una oportunidad de transformación social o ver que nosotros no tendremos capacidad de llevarlo hacia nuestras posiciones desde dentro y que es mejor que nos organizamos fuera, sin ser contrarios, pero entendiendo que tendremos más fuerza organizados desde fuera que no insertados dentro. Esta podría ser la columna vertebral, si se quiere, en la distinción de las almas estratégicas, no es si eres más independentista o más anticapitalista. Tiene que ver con cómo concibes el Proceso. Y, de hecho, rápidamente, hubo núcleos partidarios de manifestarse, núcleos que se vertieron en la organización de las consultas y al ANC en el ámbito local y otros que no han participado. Este equilibrio se ha acabado generando de manera natural.

Es verdad que parece que hay demarcaciones territoriales que son más proclives a considerar el Proceso como una oportunidad y otras demarcaciones que tienen un alma diferente. No sé si tiene que ver con la Cataluña vieja, la Cataluña nueva, el frente maíz y la marca hispánica. Podemos pensar que es muy loco ir tan lejos, pero, al final, la memoria histórica también es eso. Y tal hay corrientes de fondo que explican un independentismo diferente en función del lugar donde se ha gestado -si es en el área metropolitana o en otra comarca del país-, con qué lenguaje, con qué referentes, con qué vecinos de lucha . Es que, si pensáramos que el hecho de que vivas en Cornellà oa Vírgenes no aporta diferencias, no estaríamos dando ninguna oportunidad a los hechos materiales de la realidad. Yo pienso que es obvio.

NEGOCIACIONES

Teniendo en cuenta las posturas de la CUP que defendían investir a Mas para salvar el Proceso, crees que fue un error pedir la cabeza de Mas en campaña?
No. Yo creo que Mas simbolizaba lo que simbolizaba. No en que nosotros apuesta para generar estos liderazgos tan fuertes. Sí lo hacen otras culturas políticas, en el caso de CDC de una manera evidentísima. Desgraciadamente, este liderazgo se había identificado con las políticas neoliberales de los últimos años y, por tanto, había sido tan feroz que había gente que identificaba Mas con una pérdida de condiciones en su realidad cotidiana de vida, relacionada con el cierre del CAP o de la línea de P3.

Además, el hecho de que este personaje y su estrategia hubiera sido acompañada de acondicionar siempre, ejerciendo el chantaje sobre las otras fuerzas políticas para que hubiera pregunta, para que hubiera consulta, para que hubiera lista unitaria y para que hubiera elecciones, nosotros, nos hacía pensar que seguir con ese liderazgo en el marco del Proceso no sólo era avalar los chantajes pasados, sino exponerse a que el chantaje fuera ejercido de manera permanente. Además, sobre todo, había otro elemento, que es que muchas voces de España identificaban el Proceso con Mas y entendían que esto era una aventura de un líder político que lo hacía para salvarse. Al final, que se estaban tapando las vergüenzas con la bandera era algo que podía sentir tanto una persona humilde de cualquier barrio de Barcelona como la caverna mediática de Madrid.

Exigir un liderazgo nuevo significaba identificar que nos negábamos a avalar recortes, privatizaciones y determinadas políticas económicas. También entendíamos que no podíamos emitir la señal que esto dependía de una persona, sino que teníamos que representar que esto era un movimiento popular. En tercer lugar, queríamos abrir una nueva etapa que no tenía nada que ver con el pasado. Esta persona, hacía muy pocos años, estaba pactando con el PP, lo que no sólo es muy grave por su significación política, sino por la aplicación práctica de unas políticas económicas. Por lo tanto, yo creo que no era un error, sino un reto.

Hay quien dice que usar esto como herramienta electoral en campaña fue casi idea tuya, cuando no estaba en el programa electoral.
Ah sí? Yo pienso que esto es una idea autojustificativa de una posición. La pregunta es: vosotros creéis que si la CUP inicia una campaña en la que todas las declaraciones públicas respecto a los mítines, los medios y las entrevistas dice que no investiremos Mas y esto es contrario a lo que quiere la organización, nadie reaccionaría? De verdad podemos pasar una precampaña y una campaña electoral en que esto sea uno de los leitmotiv que todo el mundo aplaude los mítines y que no pase nada? Esto era un sentir general. Es decir, no hay nadie de la organización, nadie, que defendiera invertir Mas.

“No hay nadie de la organización, nadie, que defendiera invertir Mas”
No se debate con suficiente profundidad y, por tanto, es verdad que no está escrito en el programa electoral. Supongo que de la misma manera que no están escritas cosas que son de sentido común y no es necesario que escribimos. Es cierto, no formaba parte del programa electoral; formaba parte del compromiso político que nosotros adquiríamos. Y cuando se nos preguntaba: “Vosotros Invest Mas?”, La respuesta era no, por todas estas razones políticas. No por una manía o una obsesión personal ni por ganas de poner una cruz sobre nadie, sino que había toda una explicación política detrás. Lo que quizás no hacemos como CUP es el ejercicio de preguntarnos: “¿Y si depende sólo de nosotros?”. Es verdad que no analizamos esta aritmética con anterioridad al 27-S y, por tanto, no analizamos nada de lo que podrá suponer si nosotros tenemos la llave de investidura y la clave de gobernabilidad. Y eso conlleva muchas otras cuestiones aparte de Mas.

Por lo que pronosticaban las encuestas antes de las elecciones, parecía que todo el mundo tenía claro que seríais clave tras el 27-S?
Nosotros no hacemos encuestas, no hemos hecho nunca y los hacemos un relativo poco caso. La prueba es ésta: no nos habíamos preparado suficientemente para este escenario; pero una cosa es aceptar esto -que creo que no lo podrá negar nadie- y la otra es intentar convertir una promesa que se había hecho reiteradamente en campaña en algo que se puede abandonar porque hay una aritmética que te sitúa en una posición para la que no habías preparado. Yo creo que lo que tienes que hacer es prepararte para esta situación manteniendo tus compromisos y viendo como los módulos.

Nosotros, en el programa, proponíamos la salida de la Unión Europea y ya entendemos que esto no es lo que se debe llevar a las mesas de negociación, pero llevar el no a Mas era algo factible de negociar. Por lo tanto, esto quiere decir algo. Y no sólo no las ganan, sino que no llegamos a más del 50% de los votos independentistas. Hombre, pues esto todavía nos da más la razón para decir: “Lo siento, pero usted no puede estar frente a este proyecto”. Por lo tanto, yo creo que, políticamente, era impecable. Y se ha comprobado, además, que Mas podía saltar.gociar. Porque, como invertir el nuevo presidente estaba al alcance de nuestra mano, poníamos unas condiciones que eran políticas y no orgánicas, partidistas o para satisfacer nuestras bases. Teníamos la mirada puesta permanentemente a ensanchar la base del Proceso, por eso entendíamos que estaba más que justificado que lo pusiéramos sobre la mesa.

Yo creo que el error puede ser, justamente, debilitar esta posición diciendo si estaba escrito en un programa o no. Creo que esto tiene muy poca solidez como planteamiento. El tema es si creemos que esto sigue teniendo sentido. Sí. Sobre todo después de los resultados de JxS, porque esta gente iba a ganar las elecciones! Lo hicieron todo para ganar las elecciones por mayoría absoluta y no las ganaron. Por lo tanto, esto quiere decir algo. Y no sólo no las ganan, sino que no llegamos a más del 50% de los votos independentistas. Hombre, pues esto todavía nos da más la razón para decir: “Lo siento, pero usted no puede estar frente a este proyecto”. Por lo tanto, yo creo que, políticamente, era impecable. Y se ha comprobado, además, que Mas podía saltar.

El tono del acuerdo que se hace público el sábado …
Yo estaba en Bilbao …

Pero, supongamos que debías saber por dónde iban los tiros … El tono de sometimiento parece que va mucho más allá de la explicación que dé. Fue una imposición directa de Mas?
Yo creo que, cuando se ve que la última decisión que toma la CUP ya es irrevocable, se hacen todos los movimientos que no se habían hecho en tres meses durante esta última semana. Esto es así. Y se toma conciencia de que, si es por la CUP, se hacia unas elecciones. Por lo tanto, quien debe decidir si se va hacia las elecciones o no es JxS. Supongo que tienen sus diferencias internas. Algunas fuerzas políticas deben pensar que no pierden tanto, otros pensarán que pierden mucho … Y aquí se activa la reacción ante este nuevo escenario y nos llegan a poner sobre la mesa propuestas que contemplan la liquidación directa de la CUP. Se nos plantea que dos diputados pasen a formar parte de JxS -adscrita a su grupo parlamentario-, que los otros ocho dimitan y que nadie tome el relevo, por lo que la aritmética parlamentaria quede alterada durante el resto de la legislatura porque la CUP se liquida.

Esto se plantea como opción plausible que ustedes han de decidir si acepta o no?
Este es el punto de partida. Es obvio que esto no se puede aceptar, pero también lo es que esto te comienza a situarse en una lógica en la que acabas avalando este acuerdo. Como el punto de partida es tan extremo y parte tanto de la concepción que el otro te quiere liquidar porque te concibe como un estorbo -ojalá que no hubieras sacado esta representación-, te hace una oferta para que desaparezcas, con lo que es más fácil que acabes aceptando un acuerdo que tal vez en otros momentos no hubieras aceptado. Se acepta in extremis, cuando faltan menos de 48 horas del pleno de investidura y con la necesidad de habilitar un mecanismo para refrendar esto con las bases.

Ellos son conscientes de que, a nosotros, estas dinámicas nos tensan muchísimo internamente. Justamente, habíamos explicado al mundo que nosotros lo debatíamos todo en asambleas, dándonos nuestro tiempo y debatiendo los documentos porque necesitamos información. Estas últimas 48 horas, a nosotros, nos acaban de tensar muchísimo. Es verdad que, como que el resultado final es Ni Mas ni marzo, entendemos que recoge el espíritu de Sabadell y, finalmente, es refrendado en el Consejo Político y GAP por 44 votos a favor, siete abstenciones y nueve en contra, una amplísima mayoría . También creo que ya había necesidad de cerrar la fase de la negociación y empezar otra. Pero, lo que se pone sobre la mesa es muy bestia. Ya no es sólo una propuesta que se situaría en la lógica de la humillación, sino que directamente busca la liquidación de tu proyecto político.

Entonces, ¿cómo interpretas que tengan que dimitir dos diputadas? Para Juntos el Sí, el sentido político es sencillamente la humillación?
Yo no sé si esto lo defiende todo JxS. Yo creo que quien plantea esto es, directamente, Artur Mas. No me imagino parte JxS planteándose esto, sinceramente. No lo digo para salvar nadie. Tengo la sensación de que esto viene muy directamente de Artur Mas, que dice: “Muy bien, yo haré un paso al lado, pero hay otros que también lo tienen que hacer”. Y me imagino que él se imagina que la tienen que hacer las personas que ellos han identificado que tenían una posición más contraria a su investidura. Plantean: “Yo no saldré invertido, pero las personas que han batallado públicamente esta posición también harán un paso al lado”. Pero nunca ponen nombres sobre la mesa; no sé si es porque hay una cultura política de implícitos -de mover cosas a través de espacios informales-, porque entienden que, si hacen un comentario a alguien, lo ya sirve y ese alguien ya se encargará … pero se equivocan con nosotros. Nosotros lo que decimos es: “¿Desea dos dimisiones?”. Entendemos que no podemos decir no al acuerdo porque nos negamos a dimitir. Nosotros, que nunca hemos hecho fetichismo de los cargos! Por lo tanto, lo que decimos es: “Muy bien, ya decidiremos quien dimite”. Y es evidente que los nombres que generamos no son los nombres que ellos esperaban oír.

Tú crees que es un mecanismo para apartarte de la primera fila?
Sí.

Y no ponen tu nombre sobre la mesa …
Formalmente, no. Lo que nos ponen sobre la mesa es una dimisión sin nombres y, entonces, nosotros vamos a nuestros órganos, debatimos los nombres y decidimos así. Además, yo creo que tampoco hubiera aceptado otra cosa. Yo creo que no hubiera aceptado que JxS pusiera nombres. Pero vamos, si los hubiera puesto, seguramente se hubiera generado una nueva tensión dentro de la organización.

El domingo 3 de enero se dijo no a Mas, pero también a un plan de choque que se considera insuficiente. Donde queda éste no al plan de choque dentro del acuerdo?
El consejo político del día 3, vamos con dos propuestas: una que se mantiene en que el mejor reflejo de los resultados de Sabadell es cinco diputados a favor y cinco en contra o diez abstenciones y, a partir de ahí, si alguien se mueve, perfecto; si no, vamos hacia unas elecciones. Esto era una propuesta. La otra era, como que interpretamos que la propuesta política que incluye el plan de choque, el proceso constituyente y la hoja de ruta- no ha satisfecho la mayoría -sí la mitad, pero no en la mayoría-, nos olvidamos de toda esta propuesta y recuperamos la idea de los dos votos por el Proceso. Daremos dos votos, pero nos olvidamos de cualquier otra carga y les damos sólo para que se inicie la legislatura; era un intento de que esta propuesta se entendiera como una propuesta de consenso. Así se planteaba.

Sin embargo, después de la asamblea de Sabadell, JxS nos había dicho que ellos ya se hacían suya esta propuesta y que, por tanto, independientemente de que nosotros la avaléssim o no, si empezaba la legislatura, ellos aplicarían este plan de choque , este proceso constituyente y esta hoja de ruta. Por tanto, queda implícito que este será su proyecto político, independientemente de que la CUP haya avalado o no.

Parece que ERC ha sido un invitado de piedra en las negociaciones. Las han facilitados? Las han dificultadas? Hay algún momento en que le hayan dado apoyo explícito ante CDC?
Las mesas de negociación de JxS siempre tenían un formato que se repetía cambiando los miembros y cambiando el número de personas, pero el resultado siempre era unos representantes de ERC, unos de independientes y unos de CDC. Y ha habido momentos en que surgía el debate entre ellos y, entonces, nosotros salíamos de la reunión y nos volvíamos a incorporar al cabo de un rato. Yo diría que ERC no se ha posicionado, ni para ayudar ni para no hacerlo. Es decir, la sensación de que yo he tenido, particularmente, es que su prioridad era mantener JxS y, cuando surgía alguna diferencia, ellos la trabajaban internamente. En la mesa, llevaban una postura y, cuando no podían llevar una postura, se encargaban de llevarla ni que fuera la próxima reunión. Es evidente que, por ejemplo, con BCN World, con el tema del impuesto de sucesiones o incluso con el tema de Aguas Ter-Llobregat, se veía que había diferencias. Pero también es verdad que, al final, acababan llegando a una postura única. No pasaba que nos juntáramos todos y acabáramos aislante CDC y trabajando por mayorías. No, esto no ocurría. Es decir, el bloque de JxS ha mantenido siempre como un bloque diferenciado de la CUP. Supongo que la lectura que hará ERC es que, evidentemente, ha ayudado mucho y ha hecho lo imposible para que el acuerdo fuera el mejor, pero lo que nosotros visualizábamos era un bloque de JxS.

ERC ha presionado para que Mas diera un paso al lado?
Yo no he tenido esa sensación. Seguramente, a ellos, les interesará decir que sí … o no, no lo sé. Nosotros no hemos tenido esa sensación porque, además, el no a Mas existe desde el 28-S, por tanto, la capacidad para que diera un paso al lado la tenían desde el primer día.

IMAGEN DE PORTADA: Anna Gabriel, diputada de la CUP-CC, a les escales del rectorat de la Universitat de Barcelona – Victor Serri

fuente: Kaos en la Red

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