Los partidarios de Scioli reunieron miles de personas en el Obelisco y en varios parques

15 de noviembre 2015, Página 12.- Sin un acto central ni oradores, sin siquiera una voz organizadora ni operativos de seguridad, miles de simpatizantes autoconvocados por las redes sociales y de militantes sin banderas partidarias se encontraron con un objetivo común y colmaron el Obelisco con los colores de la patria, en lo que fue el punto neurálgico de una jornada de apoyo al candidato del FpV, Daniel Scioli, y de repudio a un posible gobierno de su competidor en el ballottage del próximo domingo, Mauricio Macri. Cientos de banderas argentinas, cantitos patrióticos y carteles hechos a mano desbordaron la avenida 9 de Julio. Lo mismo se replicó en distintas plazas de todo el país, donde también se dieron cita personas dispuestas a disfrutar de un recital, hablar en público sobre su opción política para la segunda vuelta o simplemente encontrarse, mate de por medio, con “compañeros” o conocidos. En la convocatoria central, los participantes eran en su mayoría de clase media y de militancia juvenil, aunque también hubo muchas familias llegadas en tren, colectivo o auto desde el conurbano y desde el interior de la provincia. Se improvisaron cantitos contra el PRO y el Grupo Clarín y hasta surgió un abrazo al Obelisco con una bandera argentina de 110 metros de largo. Como no podía ser de otra manera, el hit de la tarde fue la marcha peronista.

Los primeros en llegar lo hicieron antes de las cinco de la tarde, hora en la que en simultáneo se desarrollaban otras tres grandes actividades en apoyo a Scioli en distintas plazas de la ciudad. Con la parsimonia de un sábado a la tarde, muchos caminaban, en familia, a paso cansino, en contraste con otros, más jóvenes, que sentían la libertad de gritar “¡Cristina, te amo!, ¡Viva Scioli!”, en plena Avenida Corrientes. Los dedos en V eran la llave de la complicidad, para los que se movilizan siempre y para los que era su primera o segunda vez, como el caso de Nicolás, que recuerda haberse movilizado en los cacerolazos del 2001, en ocasión de la muerte de Néstor Kirchner y en la celebración del Bicentenario. “Empecé a moverme desde la mañana del lunes después de la elección. Me había ido a dormir temprano así que no vi los resultados a la noche. Cuando me levanté no lo podía creer, y acá estoy, aportando mi parte”, contó a Página/12, mientras llevaba a su hija en el carrito y a sus dos perras. “El único de la familia que no vino es el gorilón de mi suegro”, bromeó.

Promediando la tarde, todo el ancho de la intersección entre Corrientes y la 9 de Julio era un hervidero de gente, lo que complicaba moverse de un lado a otro, algo que muchos intentaban, esperando encontrarse con algún conocido. Sobre la mano izquierda de Corrientes antes de llegar a la 9 de Julio, sobre la calle, Andrea, llegada desde Tablada, encontraba una sombra para refugiarse del sol y sostenía un cartel escrito a mano con la leyenda “No fue magia”, que enumeraba los que para ella fueron los logros mas importantes del gobierno. “No fue magia cancelar la deuda con el FMI, la repatriación de científicos, la ley de medios, Arsat, Progresar…”, rezaba la lista de Andrea que contaba, orgullosa, que la página de Facebook que creó con la consigna lanzada por la Presidenta tenía miles de visitas. “Está mucho en juego, o salimos a luchar ahora o después vamos a quejarnos”, opinó ante este diario. Como muchos, Andrea prendió la radio a la mañana y escuchó que la marcha se suspendía, y como la gran mayoría, decidió viajar igual. “Vine porque me da esperanza estar acá”, dijo. También fue una de las tantas que se quejó por la ausencia de cobertura de los principales canales privados de televisión.

“Agradezco las muestras de apoyo y acompañamiento hoy, en distintos lugares del país” fue el mensaje que publicó Daniel Scioli en Twitter ante las movilizaciones que llenaron el Obelisco y cientos de plazas más. La de ayer fue la jornada más importante de las iniciativas con que científicos, artistas y activistas de todo el país tomaron en sus manos la campaña de la segunda vuelta.

Sobre la plazoleta del Obelisco, mirando al bajo por Diagonal Sur, se montaba una carpa blanca, la única y precaria estructura entre un mar de miles de personas. Allí, al ritmo de “Resistiré”, se armó un particular baile, con un pasito creativo que le agregaba al tradicional zarandeo de brazos los dedos en V apuntando al cielo. De los parlantes salió música rock, cumbia y también sonó Ricardo Montaner. La otra “estructura” consistía en dos micros proselitistas –uno azul, otro naranja, procedentes de Ezeiza– cruzados, que inauguraron el bloqueo al tránsito sobre Corrientes. Hasta allí se acercaba la gente pidiendo gorras o banderas argentinas, que pronto se agotaron. Los techos de los micros, copados por gente que hacía flamear los colores del cielo, eran una extensión de la fiesta que se vivía más abajo. Sólo desde arriba se podía tener un panorama de la totalidad de la gente que se había autoconvocado, y que llegaba a completar toda la extensión de Corrientes desde Talcahuano hasta Suipacha y la amplitud de la 9 de Julio desde Lavalle hasta Sarmiento.

Sobre Cerrito, en una muestra adelantada del carnaval, la murga Los Caprichosos de San Telmo reunió cientos de curiosos que también se animaron a bailar. Federico, de 27 años, uno de los bombistas, explicó que este fue el primer año en que se decidió a votar, y lo hizo por el FpV porque “veo que estoy mejor, que estamos todos mejor, que puedo tener mi coche y que mi familia y mis hijos pueden progresar”. Cerca, trabajadores del programa Núcleos de Acceso al Conocimiento (NACs) del Ministerio de Planificación Federal, improvisaban una bandera sobre el cemento, de aerosol sobre una sábana vieja, que decía “No da lo mismo”. “Vinimos a defender que miles y miles de personas, gracias a este programa, accedan a la tecnología, lo que ayuda a transformar la matriz productiva del país”, sostuvo Luciana, una de las impulsoras del programa.

Esta vez, las organizaciones populares y juveniles optaron por no llevar banderas ni remeras y mezclarse entre la gente. Fue entonces la oportunidad para que muchos curiosos se acercaran a aprender algunas de las canciones que suenan en los patios de la Rosada durante los actos oficiales. “Te juro que a mi Néstor me enseñó/ que al odio se le gana con amor/ vamos a seguir lo que él empezó/ los mismos que hablan por tv/ ya los vi en helicóptero una vez/ esos buitres no van a volver”, cantaban jóvenes y no tanto. “Hoy tengo más fe que nunca, porque acá está el pueblo”, resumió Federico, de la JP, sobre cómo vivieron el acto.

“Lo único que me falta es subirme al colectivo, lo demás ya lo hice todo”, contó Marcelo, de 40, esposo de Liliana, de 32, que llevaban carteles multicolores hechos en casa. En los hombros de Marcelo, su hija llevaba uno que pedía “seguir viendo Pakapaka”. “Tengo mucha necesidad de desahogarme, así que me la juego a decir lo que pienso a todos lados donde voy y aunque a alguno le caiga mal, no quiero a Macri y estoy acá para evitarlo”, relató. No era el único que desde que se conoció que habría segunda vuelta salió a la calle a disputar cada voto. Muchos de los autoconvocados de ayer contaron a Página/12 sus estrategias para sumar votos entre vecinos, conocidos y familiares: Miriam, de 50, procura que su hijo Facundo “convenza la abuela Neri”, que votó a Cambiemos; Luciana, kiosquera de Caballito, cada vez que vende un chocolate, advierte que “con Macri va a salir más caro” y asegura: “Todo el día bajo línea”; Claudia, 51 años, de Núñez, “de ese barrio…”, salió a pegar carteles que ella misma imprimió llamando a “defender lo conseguido”, con plasticola y cinta de embalar.

Los más supersticiosos, además de sumarse a la militancia, hicieron promesas a cambio de un triunfo del FpV. “Me hago un tatuaje con un cuadro alusivo al peronismo, puede ser de Carpani”, fue la promesa de Victoria, de 24 años, llegada desde Villa Urquiza. “Yo dejo de comer chocolate por tres meses”, prometió Betina. “Me compro la discografía entera de Ricardo Montaner”, exageró un joven de la JP. “Y yo la de Palito Ortega”, se sumó un tercero. Rita, de Bernal, que sostenía un cartel con la inscripción “Scioli vs. Magnetto”, recurrió al clásico de ir caminando a Luján, luego de advertir que no se había movilizado “por el choripán ni por el plan, que quede claro”.

Informe: Matías Ferrari.
CENTENARIO, CHACABUCO Y LEZAMA

Parques colmados de militancia

Por Ailín Bullentini
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En Garay y Paseo Colón, Melina, Francisco, Carla y Mailen pararon el 4. Tienen cerca el Parque Lezama, pero el tango, actor de reparto en una tarde en la que la política fue la protagonista indiscutida, los “aburre un poco”. En poco más de media hora, el colectivo los dejará en Parque Chacabuco, otro espacio público en el que militantes kirchneristas y autoconvocados convencidos de que su voto, el próximo 22 de noviembre, irá para Daniel Scioli, compartieron una tarde de radio abierta, proclamas hacia el ballottage y música de fondo. Allí, suponen, los cuatro adolescentes se sentirán “entre pares”. No se equivocaron. Parque Centenario fue el tercer punto neurálgico de jornadas culturales en apoyo a la fórmula presidencial del Frente para la Victoria y en contra del binomio de Cambiemos, Mauricio Macri y Gabriela Michetti.

“A los jóvenes nos interesa la política porque la política fue protagonista en los últimos años. Hay problemas, pero yo creo en la política por Cristina (Fernández de Kirchner), por las grandes movilizaciones, por el no a los fondos buitre”, argumentó Melina. Con sus amigos militan en el centro de estudiantes de su escuela secundaria y el 22, con 17 años, votarán a Scioli como lo hicieron en la primera vuelta a excepción de Francisco, que votó “entera” la lista del Frente de Izquierda. “Scioli no me convenció nunca”, pero ahora va con el Frente para la Victoria. “Es importante elegir por uno de los dos –opinó–. Macri no puede ser presidente”.

Parque Chacabuco

Camisolas, polleras, zapatos “de salir”. Pitucas, Elsa, Susana y Martha “con h” también se bajaron del 4 en Parque Chacabuco. “Nos gusta este gobierno y no nos gusta Macri”, explicó Susana en una tercera persona del plural que incluía a ella, a sus amigas y probablemente a todos los presentes. Buscaron un banco a la sombra que solo abandonaron cuando el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, tomó el micrófono de la radio abierta. “Estoy conmovido, muy emocionado por encontrar que la población hoy está despierta. Las cosas están claras, sabe que la cosa no está dividida entre un buen candidato y un mal candidato, sino en defensa del trabajo”, sostuvo tras saludar desde el micrófono central y antes de seguir recorriendo el parque. Se cruzó con el senador Juan Manuel Abal Medina y con el diputado Juan Carlos Junio, quienes pasearon por el encuentro “No nos da lo mismo”, organizado por el Partido Solidario, el Centro Cultural de la Cooperación, el Partido Comunista Congreso Extraordinario (PCCE), los docentes de Hacha y Tiza, las Mujeres en Alerta, los radicales Irrompibles, entre otras 20 agrupaciones.

“Sabemos lo que es el macrismo en la Ciudad de Buenos Aires en relación con nuestros derechos y no queremos que pase lo mismo a nivel nacional”, explica la periodista María Florencia Alcaraz, miembro de Mujeres en Alerta, un colectivo que integra a profesionales de la comunicación, la cultura y funcionarias públicas desde que comenzó la campaña presidencial para la segunda vuelta. “Entendemos que este proyecto viene ampliando derechos hace 12 años. Entendemos que debemos seguir por ese camino por lo que nuestro apoyo es decididamente a Scioli”, resumió Alcaraz. Las proclamas a favor de la fórmula presidencial del Frente para la Victoria se extendieron por todo el parque. A la sombra, recostados con el mate como compañía y con el espacio suficiente para que “hijo de 8 e hijo de 11” jugaran a la pelota, Leandro y Nadia aportaron su participación con una bandera que flamea en el balcón de su casa desde el pasado 25 de octubre, en Isidro Casanova: “Esta familia tiene memoria, no vota a Macri. Scioli presidente”. “Nos acordamos de cómo estábamos en 2001. Yo estaba sin laburo, alquilábamos, el barrio era más que humilde. Hoy tenemos los dos trabajo, pudimos construir una casa con el Pro.Cre.Ar., estamos todos mejor, y podemos seguir mejorando”, amplió Leandro.

Parque Lezama

El escenario, que miró toda la tarde hacia Paseo Colón, creció desde las 15, cuando solo flameaba el pasacalle “Tango para la Victoria” en el Parque Lezama. La jornada, organizada por el Centro Cultural de la Cooperación y el Partido Solidario, convirtió un sector del piso rugoso del Lezama en una pista de baile. Para las 18, las parejas se animaban sin cesar al dos por cuatro, que sonó entre arenga y arenga por la fórmula kirchnerista que competirá por la presidencia el próximo domingo. Andrés y María de los Angeles la probaron. Ella fue a disfrutar solo de la milonga; la proclama de él fue por los dos vértices de la jornada, que no contó con exposiciones genuinas de vecinos al micrófono, como en las otras dos experiencias, pero a la que tampoco faltaron los carteles. “No conozco a nadie que esté peor que en 2001. Scioli Presidente”, planteó en manuscrita una pareja de mujeres. Otra, con banderas argentinas a modo de capas, alentaban al país: “Vamos Argentina, estoy con vos”. Roberto advirtió por el boleto de “bondi, que va a aumentar si gana Macri”. Desde la vereda, la legisladora porteña Gabriela Cerruti y el titular de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, recibieron palmadas de aliento del público; intercambiaron sonrisas y coincidieron en advertencias. “Le dije que si no defendíamos nosotros lo logrado lo iban a voltear en dos minutos y me dijo que tenía razón”, contó Patricio.

Parque Centenario

Cientos de autoconvocados se reunieron alrededor de la radio abierta que todos los sábados organiza la unidad básica de La Cámpora en la comuna 6. “¿Se marcha a la 9 de Julio o no se marcha?” era la duda con la que llegaban muchos de los vecinos, que esperaban ubicar un punto de encuentro para salir hacia el Obelisco. “Nos autoconvocamos a partir del resultado agónico” del 25 de octubre, contó Cristina, de 65 años, que protestaba por las versiones que había escuchado en varios medios de que la concentración en el centro se suspendería. “Creo que los autoconvocados estamos haciendo el aporte más importante en esta campaña, hablando con la gente y saliendo a ganar votos”, opinó.

Por la radio abierta, montada sobre el tradicional mástil del parque, pasaron varios vecinos ya famosos entre las reuniones espontáneas, que comenzaron el fin de semana posterior a las elecciones. Entre ellos, Alicia, 70 años, vecina de Caballito, conocida por sus apariciones mediáticas a partir de su original iniciativa: “Cristina pidió que saliéramos a tocar timbres, pero por mi edad ya no puedo, así que inventé una autoencuesta para todos los jubilados, que al responderla uno ya sabe a quién tiene que votar”, dijo en la radio ante los aplausos de cientos de vecinos y militantes.

“Este movimiento de gente es sólo equiparable con el surgió con la muerte de Néstor o durante la 125, y rememora aquellas asambleas populares de 2001, porque el pueblo sabe que su única arma contra el poder mediático es la movilización”, contó a este diario Diego, uno de los organizadores. De fondo, como casi siempre, sonaban Los Redondos. “Fijate de qué lado de la mecha te encontrás”, cantaban los vecinos, con los dedos en V. “¡Vamos todos al Obelisco!” se arengó, enseguida, desde la radio.

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