El pasado 20 de octubre, en la comunidad de Cerro Caliente, municipio de Santiago Jocotepec, alrededor de las 22 horas, el dirigente regional fue asesinado por dos sujetos que le propinaron nueve impactos de bala del calibre 22. Mendoza Ramos fue asesinado cuando se dirigía a su domicilio.
Las organizaciones campesinas no descartan ninguna línea de investigación, pero consideran que su asesinato tiene que ver con “el extraordinario crecimiento de nuestra organización en toda la zona de la Cuenca en los meses recientes”.
Mendoza Ramos tenía 28 años de edad, era padre de una pequeña niña, y según sus compañeros se destacó por su gran compromiso social, capacidad de liderazgo y honestidad.
“El asesinato de Jeremías nos conmueve e indigna profundamente. No descansaremos como UCIN – UCIOEZ hasta que las autoridades correspondientes cumplan con su tarea por las que el pueblo trabajador les paga. No es posible que personas tan productivas y honestas, sean o no luchadores sociales, se sigan sumando a los centenares de víctimas de la violencia sistemática que en muchos de los casos tienen responsables con nombres y apellidos y que no se les ha querido castigar como es el caso de responsables de asesinatos en el sexenio de Ulises Ruíz”, dicen las organizaciones en un comunicado.
Parte de las luchas de sendas organizaciones en la Cuenca, han ido destinadas a reivindicar la construcción y rehabilitación de caminos, hospitales, proyectos productivos, seguridad, así como atención a un conjunto de rezagos en materia de infraestructura urbana en la zona, una de las más humildes en la región de Oaxaca.
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