Por la defensa del agua, la tierra y el aire, por la paz y la vida, exitoso Tribunal Popular en la Guajira colombiana

 

Resumen Latinoamericano/ 12 de octubre 2015.- Los días 3 y 4 de octubre de 2015, nos dimos cita en el enigmático, hermoso y olvidado departamento de La Guajira, hombres, mujeres y niños/as
provenientes de diversas partes del país y del mundo, para acompañar a las
comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas que desarrollaron el
Tribunal Popular contra las Transnacionales en La Guajira.

Las comunidades del departamento, cansadas ya de tantos años de
violaciones contra sus derechos levantaron la voz y decidieron hablar
sobre todos los atropellos de los que han sido víctimas por parte de la
transnacional Cerrejón, “dueña” de una de las minas de carbón a cielo
abierto más grandes en América.

El 3 de octubre se trabajó en las comunidades con el apoyo de voluntarios
provenientes de Bogotá, Antioquia y Atlántico, quienes desarrollaron 4
talleres: salud, DDHH, niñez y potabilización de agua, con el ánimo de dar
herramientas para construir una realidad diferente a la que han estado
sometidos por décadas, y la cual se ha visto profundizada en estos últimos
años. Los talleres contaron con el acompañamiento de personalidades del
ámbito político y académico, nacional e internacional como la exsenadora
Gloria Inés Ramírez; el vocero nacional de Marcha Patriótica, David
Flórez; el abogado argentino José Shulmann, entre otros. La cara de
alegría y esperanza en estos pueblos, olvidados por el Estado y
atropellados por las transnacionales con el silencio cómplice de las
autoridades, cuando llegamos a realizar la acción humanitaria y de
verificación, EVIDENCIA QUE ESTÁN A LA ESPERA QUE SE LES MIRE Y AYUDE
URGENTEMENTE.

El 4 de octubre sesionó en el coliseo Jhon Medina Toro de la ciudad de
Riohacha, el Tribunal Popular, el cual contó con la participación de
representantes y autoridades indígenas y afro de las comunidades,
igualmente con participación de delegaciones de toda la región Caribe y
demás participantes que asistieron al escenario. La instalación estuvo a
cargo de una representante de la comunidad indígena Wayuu y una
representante de las comunidades afro, acompañados de la senadora del
pueblo, Piedad Córdoba, de 4 magistrados internacionales, abogados,
exsenadores, voceros de movimientos sociales y plataformas nacionales como
Marcha Patriótica y la Cumbre Agraria, Étnica y Popular. También se
recibieron mensajes de apoyo y saludo al espacio por parte de la
delegación de paz de las FARC EP y del senador Iván Cepeda Castro.

El pueblo, cansado de tanta burla por parte de las autoridades, citó a la
transnacional Cerrejón a este juicio popular, pero la silla quedó vacía
porque el Cerrejón, desconociendo la autoridad del pueblo, nunca llegó.

Quienes fungían como fiscales presentaron la imputación de cargos contra
esta transnacional, enumerando diversos hechos que apuntaban a solicitar
una sentencia condenatoria; es así como la fiscalía decidió, entre otras
cosas, acusar al Cerrejón y solicitar a los magistrados que ordenaran su
salida del país por el daño cometido contra este.

Como peritos expertos intervinieron representantes de la Universidad de La
Guajira y de Sintracarbón, exponiendo las consecuencias de los proyectos
de desviación de ríos y afluentes, y los efectos genotóxicos en
trabajadores mineros, entre estos los del Cerrejón.

Dieron su testimonio las poblaciones de Oreganal, Palmarito, Saraita,
Media Luna, Marcelo Rancho, Las Casitas, Roche Viejo, Jamiche, Chancleta y
Patilla, Manantial y Bahía Portete. Todos estos testimonios reflejaron una
realidad que el Estado con su silencio cómplice ha tratado de ocultar: más
allá de las condiciones climáticas propias de la región, los sufrimientos
y padecimientos del pueblo guajiro se deben a la explotación
indiscriminada de nuestros bienes naturales por parte del Cerrejón,
trayendo como consecuencia contaminación ambiental, despojos,
enfermedades, mortandad infantil, etc.

Contaminación ambiental debido al polvillo que encuentran diariamente en
sus casas, en sus cuerpos de agua y en el aire, lo que a su vez trae como
consecuencias enfermedades como pulmonía, ronchas, ardor en la vista,
etc., además de muertes principalmente de niños y ancianos. Cínicamente,
las historias clínicas son manipuladas con el objetivo de no mostrar
causas reales de las enfermedades y muertes.

El despojo se da sobre la falacia de que “el indio no es dueño de esas
tierras, por lo que tienen que salir de ahí”, produciendo el desarraigo de
sus creencias y tradiciones, tirándolos a la pobreza y a engrosar los
cordones de miseria del país.

La transnacional Cerrejón y el Estado niegan a las comunidades que el
polvillo del carbón las esté afectando, además el Cerrejón, a través de su
servicio médico, no entrega diagnóstico escrito o manipula las historias
clínicas.

Consideraciones de los magistrados. Sentido del fallo:

Los magistrados internacionales, investidos de la autoridad que les dio el
mismo pueblo guajiro para juzgar, con base en las pruebas presentadas por
quienes tenían la investidura de fiscales, de los testimonios de las
comunidades y los dictámenes de los peritos, consideraron lo siguiente:

En primera medida, el Tribunal Popular es un espacio legítimo pues el
pueblo guajiro ha estado frente a la ausencia o negación de justicia y
reparación por más de 30 años.

Por todas las consecuencias relatadas por las comunidades y las pruebas
presentadas, se considera que en Colombia hay Terrorismo de Estado al
servicio de las transnacionales, que la violencia no ha sido aislada sino
que es el modo de defender las riquezas que le han quitado al pueblo,
sometiéndolo a la indignidad; por lo anterior, se dice que para hablar de
derechos humanos hay que acabar con la violencia contra la gente, terminar
de una vez por todas con el paramilitarismo que ha sido auspiciado en
ocasiones por empresas transnacionales, como lo demuestran los distintos
testimonios dados en procesos judiciales.

Se considera probado que el Cerrejón y el Estado son solidariamente
responsables del conjunto de violaciones a los DDHH que se han presentado,
motivo por el cual se emite un fallo CONDENATORIO en contra de la
transnacional Cerrejón y el Estado Colombiano, por la grave crisis
humanitaria que atraviesa el pueblo guajiro. Se exhorta a la movilización
popular; también se exige entregar parte de los activos de la empresa a
trabajadores para garantizar sus derechos laborales y la suspensión
inmediata de todas las actividades de extracción en La Guajira. Se propuso
la creación de un comité político internacional, para acompañar la
determinación de la sentencia y lograr una articulación suficiente que
muestre a nivel internacional las violaciones de derechos humanos que día
a día se dan en La Guajira.

El pueblo guajiro hace un fraterno llamado a los contratistas y
trabajadores del Cerrejón, como colombianos que son, a que se pongan la
mano en el pecho y no atenten en contra de su propio pueblo, del mismo
modo EXIGEN Y RECUERDAN a los políticos departamentales y al Presidente
Juan Manuel Santos que en época de campaña los buscaron para prometer
soluciones a sus problemáticas y que al día de hoy no han cumplido ninguna
de sus promesas, por el contrario funcionan a favor de las
transnacionales.

El Tribunal Popular contra las Transnacionales arrojó un fallo
condenatorio, por lo tanto el pueblo guajiro, colombiano, latinoamericano
y del mundo, hace un llamado urgente a mirar la realidad de este
departamento y a luchar por la paz con justicia social: una paz con
contenido, llena de educación, salud, armonía con la naturaleza, de
respeto por la vida.

Esta paz, la de Colombia, es la paz de Latinoamérica, el continente y el
mundo. Nunca más permitamos tantos atropellos contra nuestros hermanos,
uniéndonos todos a la pelea contra la transnacional Cerrejón para que sea
expulsada de Colombia. Del mismo modo, hacemos un llamado a organizarnos
para realizar réplicas de tribunales populares en otros departamentos que
se han visto afectados por el hambre de dinero de estos depredadores de
nuestros bienes naturales.

Porque la Colombia profunda se cansó de tanta ignominia, ya empezó a
levantarse del largo letargo de décadas y comenzó a construir el país que
soñamos, ese que es de todos y para todos, en armonía con la naturaleza.

Fuera transnacionales de La Guajira, fuera de Colombia!!!

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