VENEZUELA. Guarimbas, sicariato y oposición venezolana

Resumen Latinoamericano /19 agosto 2015 .- Un brutal asesinato señala una vez más la sórdida y compleja trama que articula a sectores de la extrema derecha con el sicariato y las violentas protestas en Venezuela.

Liana Hergueta fue asesinada y descuartizada el 6 de agosto de 2015 en Caracas. Su cuerpo fue hallado al día siguiente en otro sector de la capital venezolana. Según se estableció preliminarmente, los autores del crimen fueron José Rafael Pérez Venta, Carlos Trejo y Samuel Angulo Sánchez. Los dos primeros son militantes de partidos de la derecha, Angulo es identificado como “delincuente común” contratado para el asesinato. La víctima, de 53 años, también era activista opositora.

De acuerdo a las primeras evidencias, Liana Hergueta conoció a Trejo en febrero de 2014, cuando ambos participaban de las llamadas “guarimbas”, las violentas protestas que buscaban derrocar a Nicolás Maduro de la presidencia. En ese contexto, Hergueta apoyaba en tareas de logística mientras que Trejo es identificado como uno de los líderes de las acciones. Meses después, ya fracasado el intento de golpe “suave”, Trejo y Hergueta acordaron una operación ilegal de cambio de divisas: Trejo le iba a vender cinco mil dólares a cambio de 1.340.000 bolívares. Con este fin, Hergueta realizó varios depósitos en la cuenta de un amigo de Trejo, pero este no cumplió su palabra y no le otorgó los dólares.

En mayo de este año, Hergueta comenzó a a denunciar por las redes sociales la estafa. Trejo contrató a Pérez Venta y Angulo y el 6 de agosto citó a Hergueta en el departamento de Karen Yepes, pareja de Pérez Venta. En el lugar, Hergueta fue aturdida con una descarga eléctrica, amordazada y abusada sexualmente, previo a su asesinato. Luego, Pérez Venta y Angulo cortaron las manos, los pies y la cabeza con un cuchillo de cocina. Entre el 10 y el 11 de agosto, los tres hombres involucrados fueron detenidos. Pero… ¿quiénes son en realidad estos personajes y cuál es su importancia política?

¿Estudiantes opositores pacíficos?

Carlos Trejo es militante de Primero Justicia, el partido fundado por Henrique Capriles, Leopoldo López y Julio Borges en 1999. Primero Justicia (PJ) nació como una ONG, pero luego fue transformado en partido político, ganó influencia relativa por sobre las formaciones tradicionales de centroderecha (Acción Democrática y COPEI), hasta convertirse en la fuerza con mayor cantidad de votos dentro de la oposición venezolana. En el camino, Leopoldo López salió de Primero Justicia y fundó su propio partido, Voluntad Popular.

Mientras Primero Justicia ocupaba el centro de la escena en la alianza que reúne a los partidos antichavistas, Leopoldo López asumió una posición de confrontación violenta, intentando liderar a la extrema derecha. López, María Corina Machado y Antonio Ledezma convocaron a inicios de 2014 a la campaña #LaSalida, que propició numerosas acciones violentas y culminó con el asesinato de 43 personas, entre febrero y mayo del año pasado.

Por esta razón, López se encuentra detenido desde hace un año y medio. Durante las protestas, que los medios privados internacionales presentaron como pacíficas, protagonizadas por estudiantes que luchaban por la libertad, surgieron numerosos indicios de la participación de grupos entrenados en el ejercicio de la violencia. Por ejemplo, varios agentes de las fuerzas de seguridad fueron asesinados por disparo de francotiradores.

Si bien públicamente Henrique Capriles y su partido, Primero Justicia, no apoyaron esa estrategia de golpe, la participación de Trejo es una evidencia más que presenta interrogantes sobre hasta qué punto existen vínculos entre los sectores “radicales” y “moderados” dentro de la oposición. En febrero de este año, varios oficiales de la Aviación fueron detenidos tras descubrirse un plan golpista, que incluía bombardeos sobre Caracas. Los aviadores habían recibido en tiempo récord visa de EEUU. Julio Borges, uno de los líderes históricos de PJ, fue señalado como partícipe del plan.

El caso de José Rafael Pérez Venta es tan particular que una exhaustiva descripción ocuparía varias páginas. Oriundo de Carabobo, se inició en el activismo político en la Juventud Activa Venezuela Unida (JAVU), una de las formaciones juveniles de ultraderecha que desde hace varios años participan en protestas violentas. Luego formó parte de Voluntad Popular, donde estuvo cercano a Carlos Vecchio –mano derecha de Leopoldo López- quien desde 2014 se encuentra viviendo en Miami, prófugo de la justicia venezolana por su responsabilidad en las guarimbas.

Posteriormente se sumó a Alianza Bravo Pueblo, el partido del ex alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, quien está detenido desde febrero de este año por su participación en los intentos de golpe. Mientras tanto, continuaba participando en la derecha juvenil a través de la ONG Operación Libertad, liderada por Lorent Gómez Saleh, encarcelado en septiembre de 2014, tras comprobarse queorganizaba, desde Colombia, grupos mercenarios para realizar atentados con explosivos y asesinatos a dirigentes del chavismo.

En 2014, Pérez Venta, al igual que Trejo, fue un activo participante de las guarimbas y una cara visible públicamente. En el momento de la detención de Lorent Gómez Saleh, Pérez Venta fue entrevistado por la cadena colombiana NTN 24 –vinculada al uribismo- quien lo presentó como integrante de Operación Libertad y “un defensor de los derechos humanos”.

Pérez Venta era además el coordinador de Derechos Humanos de Alianza Bravo Pueblo (ABP) por la juventud de este partido. En los últimos meses, se relacionó sentimentalmente con Karen Yepez, quien hasta hace pocos días fue asistente de Richard Blanco, uno de los líderes de ABP, diputado a la Asamblea Nacional y mano derecha de Antonio Ledezma.

Según informó el ministro de Relaciones Interiores, Gustavo González López, una vez detenidos hace pocos días, tanto Trejo como Pérez Venta comenzaron a aportar abundante información. El martes 18 de agosto, el presidente Nicolás Maduro se refirió al caso y presentó un video con fragmentos del testimonio de Pérez Venta.

El joven declaró que fue entrenado por paramilitares cerca de la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela y que recibió apoyo político y financiamiento de dirigentes de la derecha venezolana y norteamericana. Entre ellos, María Corina Machado, Leopoldo López, Antonio Ledezma, Henrique Capriles, Miguel Henrique Otero -director del diario El Nacional-, el encargado de negocios de la Embajada de EEUU en Venezuela hasta julio de 2014, Phil Laidlaw y el precandidato republicano a la presidencia de ese país, Marco Rubio.

Por estas horas, circulan gran cantidad de fotos que confirman la vinculación entre ambos criminales con estos y otros dirigentes venezolanos. Incluso Pérez Venta aparece en el primer anillo de seguridad de Leopoldo López al momento de entregarse a la justicia, en febrero de 2014, y hay otra imagen donde se lo ve abrazado con la esposa de López, Lilian Tintori, quien por estos meses recorre el mundo buscando -y consiguiendo- apoyo a su lucha “por la libertad y los derechos humanos”.

Seguramente pocos medios internacionales indagarán sobre los cuantiosos elementos que aparecen sobre la mesa, confirmando datos y relaciones que son visibles desde hace tiempo. En este mundo del revés, probablemente Trejo y Pérez Venta integrarán, dentro de poco, la lista de “perseguidos políticos del régimen chavista”.

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