Mano de obra esclava en las cárceles de Estados Unidos

Anahi Rubin/Resumen Latinoamericano/Telesur, 17 de agosto de 2015 – Estados Unidos tiene 2.300.000 personas privadas de libertad, la población carcelaria más extensa del mundo. Con sólo 5 por ciento de la población mundial, este país contiene el 25 por ciento de los presos del mundo.

Centro del capitalismo mundial, sabe muy bien cómo usufructuar y extender la plusvalía a su máximo nivel; trabajadores con bajos sueldos, profesionales que trabajan sin beneficios, personas indocumentadas sometidas a todo tipo de explotaciones forman parte de la cotidianidad.

Lo que mucha gente no sabe y los grandes medios ocultan es la nueva forma de explotación, que se ejerce sobre gente recluida en las prisiones de este país.

Con el cambio de leyes en los 80, se recrudeció el castigo y reclusión por uso y venta de drogas, haciendo que el número de prisioneros arrestados por estas causas se incrementara en un 11 por ciento. Por ende las prisiones federales vieron colmadas su capacidad; dando excusas para el surgimiento de apertura de cárceles privadas y con esto, la explosión de uno de los negocios más rentables de los últimos años

Durante los gobiernos de Ronald Reagan y George Bush se inició la apertura de estas cárceles; y con Bill Clinton se afianzó el negocio. En este momento hay 100 prisiones privadas distribuidas en todo el territorio americano; las dos Corporaciones que se destacan en este grupo son: Corporations of América (posee 66 cárceles, con 91.000 prisioneros, ganancias anuales 1700millones) y Geo (65 prisiones, 65.700 detenidos y 1600 millones de ganancia). Estos dos grupos aumentaron un 46% sus ganancias, entre los años 2007 y 2014.

A esta altura de la nota el lector se preguntará como estas corporaciones obtienen tanto dinero. Como cualquier otro negocio, necesitan “clientes’’, que pueblen las cárceles, 50% provienen de los consumidores y vendedores de estupefacientes y otro gran porcentaje lo aportan los inmigrantes indocumentados -400.000 son detenidos por año-. El Congreso formuló una cuota que requiere que el Departamento de Seguridad Interna, asegure 34.000 personas al día en centros de detenciones por violaciones migratorias.

Además de personas que ocupen las cárceles, necesitan políticos que aprueben leyes para promover todos estos encarcelamientos. Como retribución, dichos políticos, reciben alrededor de 10 millones de dólares. Por otra parte, los estados se comprometen a que las cárceles privadas tengan entre 95 y100% de ocupación, si esto no se cumple, el estado tiene que pagar.

Entre las tareas que realizan los presidiarios se encuentra el de trabajar, no estaría mal si sería parte de un programa de rehabilitación y beneficiaría a la persona, pero en realidad los que más se benefician son las grandes empresas que tienen a miles de personas que realizan trabajo esclavo, sin sindicatos, y beneficios de ningún tipo.

Antes de 1970, se había prohibido a empresas privadas usar reclusos para trabajar, pero en 1979, el Departamento de Justicia y el Congreso Norteamericano levantaron la restricción. En los últimos 30 años, hay 37 estados que permiten que los prisioneros trabajen a cambio de $0.93 a $4.73 por día.

Según el sitio Alternet.org, los presos federales reciben un salario un poco mayor, oscilando entre $0.23 a $ 1.23 por hora. Son empleados por Unicor, una corporación del Gobierno, cuyo principal cliente es el Departamento de Defensa. Más de 20.000 reclusos trabajan en estos programas, haciendo chalecos antibalas, cascos, cables para producir misiles, (incluyendo los que se utilizaron en los misiles Patriot durante la Guerra del Golfo).

Pero en los últimos años otras grandes corporaciones se han incorporado al mercado penitenciario; como IBM, Motorola, Microsoft, Telecom, Target, Pierre Cardín, Macys. Entre 1980 y 1994 las ganancias de estas empresas se incrementaron de $392 millones a 1310 millones de dólares.

Aproximadamente un millón de internos trabajan tiempo completo en cárceles norteamericanas, no tienen muchas opciones de oponerse, ya que si lo hacen les retiran los privilegios del uso de cantinas, o los mandan a celdas de castigo.

Pero no solamente los reclusos son obligados a trabajar en el interior de las prisiones, sino que algunas empresas o individuos los utilizan para otras tareas fuera de las cárceles. Por ejemplo, la compañía petrolera inglesa BP, tristemente célebre por el desastre ambiental que provocó en 2011, cuando se produjo, la explosión en el Golfo de México-contrató a presidiarios del estado de Louisiana para tareas de limpieza .Este estado tiene la tasa de encarcelamiento más alta de la nación, siendo el 70%, afroamericano.

Las corporaciones han descubierto cuan ventajoso es contratar reclusos, no solo por los bajísimo salarios, sino porque se evitan problemas con los sindicatos. En Wisconsin, los reclusos ocupan puestos de trabajo, que anteriormente realizaban trabajadores que estaban sindicalizados. Quizás muchas empresas privadas ya no necesiten ir a países del tercer mundo a establecer sus industrias y contratar empleados a bajo costo, si en este país tienen millones de presidiarios que ganan centavos. Según un informe de la revista Perpective, en 1990 Escod Industrias, prefirió Carolina del Sur en vez de México, porque los trabajadores exigían más dinero.

Sin cambio de leyes que criminaliza la inmigración, y penaliza a pobres, afroamericanos y latinos, estos negocios para las grandes corporaciones seguirán creciendo en detrimento de la justicia social y la libertad.

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