Israel comienza a alimentar por la fuerza a los presos palestinos en huelga de hambre

Haggai Matar/Resumen Latinoamericano/972 Magazine, 31 de julio de 2015 – El parlamento de Israel ha aprobado una ley que autoriza la alimentación forzosa de presos en huelga de hambre en las cárceles israelíes. La ley fue aprobada por un estrecho margen, con 46 votos a favor y 40 en contra.

La denominada “ley de huelga de hambre”, considerada más “suave” que el proyecto original propuesto en junio, permite a los jueces autorizar la alimentación forzosa o la administración de tratamiento médico si existe una amenaza para la vida del recluso. Esto se aplica incluso si el preso no da su consentimiento.

El proyecto de ley fue una de las consecuencias de la exitosa huelga de hambre de más de 50 días del “detenido administrativo” Jader Adnán, gracias a la cual consiguió su liberación. Esta ha sido la segunda huelga de hambre de este militante islamista. Ya en 2012, Adnán consiguió su anterior puesta en libertad tras una huelga de hambre. La mayoría de las huelgas de hambre más radicales han sido llevadas a cabo por “detenidos administrativos” palestinos, encarcelados indefinidamente sin cargos ni juicio a la vista.

La Organización Médica Israelí (OMI) anunció hace tiempo que sus afiliados se negarán a ejecutar el procedimiento. En el pasado, el presidente de la OMI, Leonid Edelman, dijo que la organización no protegerá a los médicos que sean juzgados en la Corte Penal Internacional. La posición de la OMI es loable, aunque sea por temor a posibles sanciones por parte de la Asociación Médica Mundial.

La alimentación forzosa es considerada una forma de tortura según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la corta historia de Israel, ni un solo preso ha muerto por huelga de hambre, debido a la sensatez de los presos y del gobierno, que han buscado una solución acordada. Sin embargo, han sido cinco los presos que han muerto como consecuencia de la alimentación forzosa, antes de que esta práctica fuera abandonada por el Servicio de Prisiones de Israel (SPI). La Knesset (parlamento israelí) ha restablecido esta forma de tortura y su acompañamiento de lesiones y riesgos para la vida de los presos.

La OMI debe iniciar una recogida de firmas entre los médicos israelíes que se niegan a llevar a cabo este procedimiento. Además, debe organizar cursos especiales de formación para los médicos que trabajan en los hospitales donde son atendidos los presos en huelga de hambre, así como para los médicos del SPI, con el fin de explicarles por qué no deben tomar parte en la alimentación forzosa, cuáles son los peligros a que se exponen por violar la ética médica y qué tipo de apoyo recibirán si se niegan a cumplir esta ley.

Además, debe quedar claro que los presos en huelga de hambre no amenazan al estado de Israel. Al contrario, el peligro es la pendiente resbaladiza que comienza con un régimen militar de 50 años de vida en los territorios ocupados, a través de la supresión de todas las formas de resistencia, sea violenta o no-violenta, y de este intento de acabar con la última y única forma de protestas al alcance de los presos.

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