Irán desnuclearizado, Italia nuclearizada

Por Manilo Dinucci / Resumen Latinoamericano / Red Voltaire / 17 de julio de 2015 – “Hoy es un día histórico y es para nosotros un gran honor anunciar que hemos alcanzado un acuerdo sobre la solución nuclear iraní, para que el mundo sea más seguro”, declaró en Viena Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea para Asunto Exteriores y Política de Seguridad.

Casi en el mismo momento, otro anuncio llegaba desde Estados Unidos:

«La US Air Force y la NNSA (National Nuclear Security Administration) completaron, en el polígono de Tonopah en Nevada, el primer ensayo en vuelo de la bomba nuclear B61-12.»

Se trata de la bomba que reemplazará la bomba nuclear estadounidense B61, de la que actualmente se almacenan entre 70 y 90 ejemplares en Aviano y Ghedi Torre [Italia], como parte de un arsenal de al menos 200 de esos artefactos almacenados también en Alemania, Bélgica, Holanda y Turquía.

El éxito del ensayo «prueba el continuo compromiso de Estados Unidos de conservar la B1», comunica la NNSA. Esta última especifica que «la B61-12, dotada de una sección de cola, reemplazará las bombas B61-3, -4, -7 y -10 en el actual arsenal de Estados Unidos».

Así se confirma oficialmente que la B61, una bomba de caída libre, será transformada en bomba «inteligente», que podrá dispararse a gran distancia del objetivo. La B61-12, una bomba dotada de un sistema de guía de precisión, con un costo previsto de entre 8 y 12 000 millones de dólares para unas 400 o 500 bombas, se configura como un arma polivalente, con una potencia promedio de 50 kilotones (unas 4 veces la bomba utilizada contra Hiroshima). Y realizará la función de varias bombas, incluyendo las concebidas para «decapitar» el país enemigo destruyendo sus centros de mando y otras estructuras subterráneas mediante un primer golpe nuclear.

El reemplazo de la B61 con la B61-12, anuncia la NNSA, «garantiza seguridad a nuestros aliados». Así lo demuestra el hecho que en Aviano y en Ghedi las bombas nucleares [estadounidenses] se guardan en hangares especiales con los aviones listos para iniciar el ataque nuclear: F-15 y F-16estadounidenses y Tornado italianos, cuyos pilotos están entrenados para el ataque nuclear.

Italia sirvió de polígono, en 2013 y 2014, a Steadfast Noon(Mediodía decidido), el ejercicio de guerra nuclear de la OTAN, que el año pasado contó además con la participación de variosF-16 polacos. Italia viola así el Tratado de No Proliferación nuclear cuyo artículo 2 estipula:

«Cada Estado no poseedor de armas nucleares que sea parte del Tratado se compromete a no recibir de nadie ningún traspaso de armas nucleares o dispositivos explosivos, ni el control sobre tales armas o dispositivos explosivos, sea directa o indirectamente […]»

La modernización de las armas nucleares estadounidenses desplegadas en Europa es parte de la creciente carrera armamentista nuclear. Según la Federación de Científicos Estadounidenses, Estados Unidos dispone de 1 920 ojivas nucleares estratégicas listas para su lanzamiento (de un total de 7 300) ante las 1 600 de Rusia (de un total de 8 000). Si sumamos las ojivas nucleares francesas y británicas, las fuerzas nucleares de la OTAN disponen de unas 8 000 cabezas nucleares, con 2 370 listas para el lanzamiento. Agregando las de China, Pakistán, la India, Corea del Norte e Israel, el número total de ojivas nucleares se estima en 16 300, con 4 350 listas para el lanzamiento.

Y la carrera armamentista nuclear continúa con la constante modernización de los arsenales. Al extremo que la aguja del «Reloj del Apocalipsis», que indica en el Bulletin of the Atomic Scientists a cuántos minutos estamos de la medianoche que sería la guerra atómica, se desplazó de las menos 5 minutos en 2012 a las menos 3 minutos en 2015, situándose así al mismo nivel que en 1984, cuando el mundo se hallaba en plena guerra fría [1].

Es particularmente elevado el peligro de que las armas nucleares lleguen a utilizarse en el Medio Oriente, donde el único país que posee armamento atómico es Israel, que –a diferencia de Irán– no ha firmado el Tratado de No Proliferación. Según los estimados, Israel posee entre 100 y 400 ojivas nucleares, incluyendo bombas H, con una potencia equivalente a casi 4 000 bombas de Hiroshima. Los vectores [en poder de Israel] incluyen más de 300 aviones F-15 y F-16 de fabricación estadounidense, armados además con misiles israelo-estadounidenses Popeye con cabezas nucleares y unos 50 misiles balísticos Jericho II en rampas de lanzamiento móviles. Israel posee también 4 submarinos Dolphin, modificados para la realización de ataques nucleares, fabricados en Alemania, que entregó en septiembre de 2014 el cuarto de los 6 submarinos previstos.

Por otro lado, Estados Unidos tiene firmados varios acuerdos para la entrega a Arabia Saudita, Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos de tecnología nuclear y de material fisible que les permitirían dotarse del arma nuclear. Arabia Saudita ha declarado oficialmente que no excluye la posibilidad de construir o de comprar armamento nuclear, con ayuda de Pakistán, país cuyo programa nuclear de carácter militar está financiado por Riad en un 60% [2].

Ante este contexto, lo sucedido en Viena parece una tragicomedia napolitana. Mientras que los proyectores de los medios de difusión se enfocan sobre Irán –que no tiene armas nucleares y cuyo programa nuclear civil es verificable– se mantiene en la sombra la dramática realidad de la carrera armamentista nuclear para hacer creer a la opinión pública que con la firma del acuerdo con Irán «nuestro mundo es más seguro».

 

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