Borroka Garaia Da: “Los presos y presas políticas vascas siguen siendo rehenes de los estados español y francés”

 Por Facundo Guillen, Resumen Latinoamericano / 11 julio 2015  .-   Entrevista al creador del blog Borroka Garaia Da! (https://borrokagaraia.wordpress.com/) sobre la situación de Euskal Herria 

ikurrina

El pasado 24 de Marzo se realizaron elecciones municipales y autonómicas dentro del territorio del Estado Español. La coalición nacionalista vasca Euskal Herria Bildu se presentó en dichas elecciones. ¿Que balance haces de dichas elecciones?

Lo primero de todo una constatación. Que son unas elecciones anti-democráticas por dos razones fundamentales. En primer lugar porque son elecciones organizadas y convocadas por el estado español en Euskal Herria además bajo chantaje de ilegalización, un estado que se arroga el derecho a usurpar las formas de gobierno y auto-organización de un pueblo al que no respeta su derecho de autodeterminación mediante un sistema impositivo de violencia organizada para impedir la soberanía vasca. En segundo lugar, que los márgenes de movimiento dentro de esa institucionalidad impuesta son escasos e impiden desplegar la voluntad del pueblo delegando en un sistema construido para someterlo donde los que mandan realmente no son votados.

El soberanismo de izquierda y mas concretamente la izquierda abertzale ha entendido históricamente esta situación y pese a ello dialécticamente ha decidido participar (o no) en las diversas elecciones cuando no ha sido ilegalizada, tratando que con ello pueda servir para un impulso global de la lucha pese a saber que meramente la lucha institucional no tiene nada que hacer en relación a los objetivos estratégicos de independencia y socialismo a no ser que sea una palanca para romper con esa propia institucionalidad y sus limitaciones e imposiciones junto al resto de luchas. Este siempre es un debate contradictorio en la izquierda a nivel internacional. Y en el caso de Euskal Herria se juntan dos factores. Que lo que existe es una democracia burguesa, pero además en nuestro caso impuesta por estados extranjeros. Por lo que la decisión del pueblo vasco está doblemente violentada.

Es posible que de un tiempo a esta parte, el soberanismo de izquierda en torno a EH Bildu se haya dejado arrastrar algo por la vehiculización que produce esa institucionalidad impuesta pero estas elecciones puede que hayan servido para precisamente darse cuenta de ello. Los resultados de EH Bildu no han sido buenos, pese a que siga siendo una fuerza destacada del panorama institucional vasco. Se ha perdido bastante poder institucional que había sido ganado anteriormente y se ha reducido el número de votos en toda la Euskal Herria occidental donde viven la mayoría de vascos y vascas. Esto ocurre en un contexto que agrava negativamente el resultado ya que los partidos conservadores partidarios del régimen como PP, PSOE o UPN debido a la crisis capitalista y a la crisis del estado español están cayendo en picado mientras que supuestamente las izquierdas deberían subir.

Y aquí entra una de las cuestiones principales para explicar lo sucedido: El PNV, partido regionalista conservador que dice de discurso defender la autodeterminación vasca pero que no hace nada para ello, en plena crisis capitalista de la que es co-responsable,ha mantenido el primer puesto y ha subido en la Euskal Herria occidental recuperando mucho poder perdido y formaba parte de la primera fuerza de la oposición en Nafarroa Garaia que es de centro-derecha (ahora en el gobierno junto a la izquierda). Durante los últimos años, gran parte de la estrategia a nivel nacional de la izquierda abertzale ha girado en torno a seducir al PNV tratando que ello pueda facilitar un proceso de soberanía, causando el desencanto de buena parte de la base social de izquierdas y abertzale e impidiendo nuevos horizontes de acumulación por la izquierda cuando las condiciones eran óptimas para ello. Mientras tanto, el PNV sabiamente se ha dedicado a asediar y atacar a su enemigo de clase: La izquierda abertzale. Aumentando con ello horizontes de acumulación por la derecha. Por lo que ni ha existido proceso de soberanía, ni aumento electoral con las condiciones óptimas que existían objetivamente y se ha pegado un retroceso.

Sin embargo en Nafarroa Garaia, debido a la caída de UPN, ha sido posible conformar un gobierno progresista junto al resto de la izquierda y la centro-derecha. En Nafarroa Garaia existía “una misión” que creó cierta confrontación, la de derrocar al gobierno ultraderechista y eso ha posibilitado que al menos a nivel municipal para EH Bildu haya habido más energía que en el resto de Euskal Herria sur. Es ahora cuando los gestores del régimen, y sobre todo la sociedad organizada, tienen que demostrar más rebeldía y audacia que nunca para dejar el régimen atrás. De lo contrario, el proceso puede ser similar a lo ocurrido en la Euskal Herria occidental. Tomar instituciones, no lanzar confrontación política popular debido a un pragmatismo mal entendido y perderlas.

En líneas generales se podría decir que para EH Bildu estas elecciones deberían de traer una profunda reflexión autocrítica en cuanto a estrategia y táctica, filosofías de trabajo e incluso de procedimientos internos que deberían traer bastantes cambios. Pero no solo por el resultado de las elecciones sino por todo el panorama general también porque hay síntomas evidentes de anquilosamiento.

- Euskal Herria

¿Qué rol jugó Podemos en las elecciones que se realizaron dentro de las cuatro provincias de Euskal Herria ocupadas por el Estado Español?

Los resultados de las agrupaciones vinculadas a Podemos que se han presentado en Euskal Herria han tenido buenos resultados pero alejados de los obtenidos en buena parte del estado español.

Absolutamente toda la izquierda española que ha intentado abrirse paso en Euskal Herria siempre en el papel tenía puesto autodeterminación. Y siempre en todos los casos, por una cosa u otra, ha acabado siendo papel mojado. Podemos tenía la oportunidad de un viraje en ese sentido y parece que no está sabiendo o queriendo aprovecharlo. Las presiones desde su “metrópoli política”, o sea el Podemos centralizado con base en Madrid hacia los simpatizantes de Podemos en Euskal Herria existen, porque parece que no ven con buenos ojos un proceso de autodeterminación vasco y ponen pegas y excusas tanto a la unidad de la izquierda como a derechos básicos que corresponden al pueblo vasco siguiendo en cierta manera la vieja herencia de la izquierda tradicional española. A lo que hay que unir cierto nivel de oportunismo, en algunos sitios no poner obstáculos a gobiernos progresistas y en otras instituciones coaccionar a sus simpatizantes desde Madrid para que no los lleven a cabo.


En cualquier caso, la izquierda española si de verdad aspira a un cambio lo tiene muy fácil en Euskal Herria. Simplemente con abandonar la lógica del régimen español y el nacionalismo de estado que subyace de ello. Las condiciones sindicales, políticas y sociales son buenas para ello. Potenciar la unidad de la clase trabajadora vasca para ejercer una autodeterminación integral que nos dote de las herramientas soberanas para ejercer ese cambio. Sería simplemente poner en práctica el derecho de autodeterminación que históricamente siempre dijeron defender. Con ese derecho de autodeterminación Euskal Herria jamás hubiera pertenecido a la OTAN, no hubiera existido conflicto político con todas sus derivaciones, no se hubieran sufrido nunca las consecuencias de las dinámicas amarillas de UGT y CCOO y la izquierda tendría una fuerza hoy secuestrada por los estados. 

Por lo que al final Podemos tendrá dos opciones, servir al imperialismo español, mediante una dinámica anti-autodeterminación, servir a la socialdemocracia haciendo de colchón del capitalismo con dinámicas progresistas vacías muy sistémicas, o servir a la clase trabajadora vasca defendiendo el derecho de autodeterminación y una ruptura en clave de izquierda. La primera opción no tiene futuro, ya que PCE, IU o PSOE ya están inventados, precisamente Podemos surgió de sus desencantados.

Fusionar definitivamente a las capas trabajadoras vascas que hasta ahora han estado bajo la manipulación españolista y la regionalista de la burguesía junto al amplio espectro del soberanismo de izquierda y de la izquierda revolucionaria abertzale en un proyecto atractivo y palpable de liberación nacional con alternativas más que claras y contundentes en lo social debería ser un objetivo compartido de toda la izquierda rupturista de este país. Si Podemos no quiere asumir ese reto, en un futuro otros lo harán.

 

¿Cual es la situación de los presos políticos de la izquierda abertzale encarcelados por el Estado Español?

Una situación de rehenes políticos para los estados español y francés. Los mantienen secuestrados y alejados mediante la dispersión carcelaria en situaciones inhumanas a modo de coacción violenta contra ellos y sus familiares y todo el pueblo vasco. Básicamente es ingeniería represiva que utiliza la violencia reaccionaria con fines políticos e ideológicos. La dispersión chantajea a los familiares utilizando la sangría económica, el dolor, el daño y el asesinato en accidente por mera probabilidad estadística, fríamente calculada sobre la población civil, a modo de terrorismo de estado, de la misma manera que con los presos se hace uso de la tortura diaria de la muerte lenta, incomunicación, privación de tratamiento médico adecuado y agresión permanente ya innovada en los laboratorios de la inquisición española y científicamente re-elaborada por el nazismo y aplicada en los presos y presas políticas vascas para quebrar voluntades y romper personas desde la misma raíz.

Un esfuerzo de medios represivos y criminales basado en las enseñanzas de siglos de opresión de la humanidad utilizada contra represaliados vascos y familiares durante décadas que no les ha servido más que para generar sufrimiento. El objetivo es que Euskal Herria sucumba y deje de luchar por su libertad

 

Desde que se inició el proceso de paz ¿el Estado Español ha cumplido alguna de las demandas de los colectivos de presos?
Habría que decir que realmente no existe un proceso de paz en Euskal Herria ya que el requisito para que exista uno es que todos los implicados en el conflicto sean partícipes. Tanto el estado español y francés no quieren saber nada en relación a abrir un proceso de paz y de solución, ni siquiera reconocen a la otra parte como interlocutora, por lo tanto no existe ninguno.

En ese sentido, los estados al no sentirse partícipes de un proceso de paz, continúan la guerra por todos los medios que consideran oportunos, por lo que las demandas de los presos, y de la sociedad vasca en relación a ellos no ha recibido respuesta en absoluto y la situación de los presos políticos continúa igual de mal que siempre sino peor.

 

¿Podrias describir desde tu punto de vista en que situación se encuentra la lucha por la liberacion nacional de Euskal Herria?

Desde mi punto de vista lo primero que me viene a la cabeza es preocupación ante el contexto general en el que se está desarrollando la lucha por la liberación nacional. Creo que existen objetivamente gran parte de los condimentos necesarios para poderlo enfilar bien pero no acaba de cuajar. Y creo que no se ha hecho aún un análisis profundo del porqué.

El término más adecuado para definir la situación es impasse. Un punto muerto donde no hay salidas aparentes. El conflicto político en Euskal Herria pareciera como si se estuviera esfumando sin que en realidad lo hubiera hecho, y lo que ha producido es que los estados ya no sientan la lucha por la liberación nacional vasca como un problema importante, lo cual indica que existen fallos a la hora de llevarlo a cabo.

Creo que existen varios puntos de fricción donde se están generando esas limitaciones. Una serie de dicotomías que no acaban de resolverse: Confrontación vs distensión, internacionalismo vs comunidad internacional, instituciones vs lucha popular, pax romana vs paz con justicia, hegemonía vs “convencimiento”.

Durante muchos años algunos sectores del pueblo vasco afirmaban con contundencia que la lucha armada de ETA era el mayor problema y estorbo para desarrollar una lucha por la liberación nacional en condiciones óptimas. Sin embargo, se podría afirmar que en los últimos años ha quedado comprobado y constatado que no ha sido verdad ese mito. Señalizar donde están los verdaderos nudos es una tarea no grata que posiblemente muchos no están dispuestos a reconocer, pero que se tendrá que hacer si verdaderamente queremos llevar el proceso de liberación nacional hasta el final. Por no hablar del socialismo.

En cualquier caso pese a que la situación general del proceso de liberación no sea buena, existen muchos indicadores objetivos que si son interpretados bien pueden hacernos salir del impasse. Por lo que pese a tener preocupación, creo que el futuro lo podemos ganar en el momento que veamos todas las piezas del puzzle y seamos audaces para construirlo, y lanzar sin remilgos una ofensiva político-social revolucionaria basada en el poder popular y la confrontación política, sin dogmas y haciendo uso de la dialéctica en todo momento y por ello tengo ciertas esperanza.

 

Con el fin de la lucha armada ha habido un claro cambio de estrategia de la izquierda arbetzale. ¿Cual es tu balance en torno a dicho cambio de estrategia?

Es probable que la izquierda abertzale en esta coyuntura no se encuentre aún en condiciones ideológicas, políticas y organizativas para aprovecharla como se merece. Pero eso no significa que no se pueda llegar a ello. De la misma manera que existen retrocesos también pueden haber avances.

En realidad creo que no ha habido en muchos apartados una evolución estratégica sino una involución. Es decir, muchos planteamientos existentes hace 10 años, 20 años e incluso 30 años han sido los que se han abierto paso en demasiadas ocasiones. Planteamientos latentes históricamente que siempre han estado ahí frente a la estrategia revolucionaria (posibilismo, institucionalismo en centralidad, etc etc).

Por lo tanto las razones fundamentales de que haya cierta percepción de que no se está en condiciones de dar respuesta a la coyuntura como se merece no es culpa de esos planteamientos, que siempre han estado ahí, sino de un colapso del movimiento revolucionario en general que no supo reorientarse a tiempo a una coyuntura que necesitaba un cambio, un refuerzo ideológico, y un análisis adecuado a lo que estaba por venir a todos los niveles. Un cambio en sentido revolucionario. Como ese cambio y reorientación revolucionaria no se dio, no se hizo, por muchísimas razones que van desde la salvaje represión hasta inercias dañinas que se venían arrastrando hace tiempo, lo latente desde hacía tiempo se quedó solo sin ninguna alternativa de calado.

Es cierto que el vector actual, puede encaminar a algo peor que a una derrota siempre recuperable, a una derrota tomada como victoria y que existen muchos desajustes pero en cualquier caso, la tesis que sostengo consiste en que pese a que el vector principal apunta en esa dirección, la mutación no ha acabado de operarse, y en esa transición en la que se encuentra la izquierda abertzale están abiertos dos resultados posibles. La asimilación o revolucionar la izquierda abertzale para revolucionar Euskal Herria.

Eso partirá de la generosidad y la reconciliación de la propia familia de la izquierda abertzale hoy emocionalmente rota y que impide aunar todo el caudal histórico. Necesitará además de una nueva receta que abra un nuevo ciclo revolucionario que pueda dar paso a un nuevo tiempo. De nuevas formas organizativas que no abran contra-poderes internos porque finalmente el poder ha desaparecido junto con el dirigismo, desatando la fuerza creativa hoy acotada. Necesitará en definitiva de un reconocimiento de los avances y de los vacíos,y de una reconstrucción del MLNV e incluso del movimiento soberanista donde se vea con normalidad la diferencia , y ésta no esté acotada a ser “pegacarteles” . Es posible que muchas de las filosofías usadas en el presente y en la larga historia del proceso de liberación no sirvan para operar la ruptura pero más que nunca lo que se necesita es la crítica, la autocrítica, y el asamblearismo mediante el poder popular. Con esa base afianzada no hay límite que no podamos rebasar.

A modo de conclusión. Hay que discutir, debatir y teorizar a fondo todos los vacíos, hay que llenarlos, y la ciencia del ejemplo, la transparencia y el compromiso debe ser la única moneda de cambio. No creo en estrategias como fórmulas mágicas y estancadas, sino como procesos dialécticos no plenamente escritos, por ello me resulta más importante que la estrategia, la propia gente. Y en el proceso de liberación nacional y social no sobra nadie, por lo que cómo optimizarlo debe ser una tarea compartida incluso desde diferentes perspectivas, planteamientos y acciones. Aunando donde se pueda y no haciéndolo donde no se pueda hasta que seamos tal problema que “no tengamos solución” abriéndose las puertas a la tan ansiada independencia para una Euskal Herria socialista. Siempre he pensado, y lo sigo haciendo, en que algún día lo vamos a conseguir y que solo es cuestión de tiempo, el tema es cómo acelerar los relojes.

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