PERÚ: Cocachacra se mantiene en pie de lucha contra el proyecto minero de la transnacional Southern

Resumen Latinoamericano / 13 de mayo de 2015 –  La población peruana de Cocachacra se mantiene hoy como una especie de bastión inexpugnable de la larga huelga contra un proyecto minero, respaldada por segundo día por un paro general de la región de Arequipa.

La localidad se mantiene en manos de los huelguistas, con sus accesos y calles bloqueados por barricadas de piedras y grupos de jóvenes con rostros cubiertos que repelen con piedras, botellas y otros proyectiles, los intentos de avanzar de los policías, que utilizan gases lacrimógenos y perdigones.

La confrontación es tan intensa que ayer la policía reportó cinco agentes heridos y un oficial informó sobre el terreno que controlar la ciudad tomará varios días y que la operación tendrá que hacerse paulatinamente, por la resistencia encontrada.

El gobierno desplegó en días pasados unos mil efectivos de las fuerzas armadas en la zona, sin que la medida amilanara a los manifestantes, aunque las tropas solo respaldan a la policía resguardando puntos estratégicos, sin participar en los disturbios.

Mintras tanto, en la ciudad de Arequipa, capital regional, miles de manifestantes, incluidas familias enteras, acampaban en vías estratégicas del cono norte, cerrando el paso al aeropuerto de la ciudad, y otras rutas, en el segundo día de un paro regional de 72 horas, de solidaridad con la huelga del Tambo.

La protesta se mantiene tras un llamado a la calma para crear condiciones de diálogo, hecho ayer por el presidente Ollanta Humala, quien insistió en lo que su gobierno considera necesidad de viabilizar el proyecto Tía María, rechazado por agricultores y pobladores del Valle del Tambo por temor a que la contaminación arruine el agro.

El mandatario negó que el gobierno defienda a la transnacional Southern, a cargo del proyecto, mientras oficialmente y en la prensa neoliberal se resalta la conveniencia de la inversión en juego y el impacto que tendría la frustración del proyecto en otras inversiones.

La paralización, que cumple su octava semana, ha dejado un saldo de tres muertos -dos manifestantes y un policía-, sumados a otros tres civiles caídos en una protesta similar en 2011, bajo el pasado gobierno del neoliberal Alan García.

La situación existente acrecienta día a día el reclamo de diversos sectores y la certeza generalizada de que, ante la resistencia social, el proyecto se ha hecho inviable y debe ser cancelado o, al menos, suspendido.

El gobierno y los defensores del proyecto alegan que el riesgo de que Tía María deprede el agua del subsuelo en desmedro de la agricultura, fue descartado al optar la empresa por usar agua de mar.

Sin embargo, el analista Nicolás Lynch dijo que no están resueltos los problemas que plantean para el medio ambiente y la agricultura las emanaciones de la planta procesadora de cobre y la acumulación de relaves mineros altamente tóxicos.

Los ministros del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal, y Agricultura, Juan Manuel Benites, aseguran que los organismos a su cargo no permitirán el daño al agro, pero los manifestantes no confían en la Southern, empresa estadounidense de capital mexicano.