Argentina: Duro enfrentamiento entre un sector de HIJOS de Desaparecidos y Hebe de Bonafini y la Asociación de Madres de Plaza de Mayo que preside

Cruce de recriminaciones, insultos y gestos que poco ayudan a la lucha por los derechos humanos

Prendieron fuego un muñeco de Bonafini y Milani y se desencadenó una nueva y complicada polémica

EN LA PLATA

Organizaciones de izquierda se despegaron del hecho y repudiaron lo sucedido. Ese muñeco, junto a otro de Milani, fueron armados por HIJOS de La Plata, agrupación que reivindicó haber quemado los muñecos.

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La quema de dos muñecos de papel que representaban a la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y al jefe del Ejército, César Milani, durante el acto por el Día de la Memoria organizado en La Plata, levantó un enérgico repudio de distintas entidades de la provincia.

Madres de Plaza de Mayo responsabilizaron del hecho a la Multisectorial de esta capital, un espacio donde confluyen distintos partidos y organizaciones estudiantiles de izquierda, opositoras al gobierno nacional.

Tanto el Movimiento Popular Patria Grande, como la Federación Universitaria de La Plata repudiaron el episodio, al tiempo que llamaron a la reflexión a las agrupaciones políticas responsables de ese suceso, que se llevó a cabo en la Plaza San Martín de La Plata.

La CTA provincial, una de las convocantes a la marcha en la que se quemaron los muñecos, explicó que el episodio ocurrió una vez concluida la manifestación y responsabilizó del hecho a un grupo que no identificó “escindido del colectivo convocante”.

“No podemos dejar pasar este lamentable suceso sin reafirmar nuestro compromiso con la lucha de Madres, Abuelas, Hijos y Familiares de nuestros 30 mil compañeros Detenidos-Desaparecidos”, sostuvo la CTA, mediante un comunicado. Asimismo, repudió “la decisión unilateral de quienes definieron llevar adelante esa lamentable acción, olvidando el carácter colectivo de la convocatoria”.

Lucas Pasari, del PTS, afirmó que su organización “bajo ningún punto de vista” está de acuerdo con este hecho, al que calificó de “inadmisible”. El militante de izquierda aseguró desconocer a quiénes confeccionaron e incendiaron los muñecos, y que PTS ya se encontraba en la plaza cuando ocurrió el incendio. “En ningún momento se discutió en la Multisectorial el aspecto de quemar a una Madre. No sólo nos desligamos del hecho, sino que estamos absolutamente en contra”, agregó Pasari al sitio La Paco Urondo.

El lunes 23, organizaciones de izquierda realizaron una movilización al cumplirse un nuevo aniversario del golpe de Estado. Cuando la marcha llegaba a su fin, los manifestantes arribaron a una de las plazas principales de La Plata, la San Martín, y luego de leer un comunicado, algunos prendieron fuego dos muñecos: uno que representaba al Jefe de Estado Mayor General del Ejército, César Milani y otro a la Madre de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.

La Multisectorial de La Plata, Berisso y Ensenada que convocó a la marcha bajo la consignas “No a la impunidad de ayer y de hoy”, está integrada por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), el Partido Obrero (PO), la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), Patria Grande, la Federación Universitaria de la Plata (FULP) y una de las dos organizaciones de HIJOS en La Plata.

Desde la cuenta de Twitter de Casa Rosada, se adjudicó el hecho a las fuerzas de izquierda.

Este jueves, el PO emitió un comunicado responsabilizando al Gobierno nacional por adjudicar este hecho a esa fuerza:

“El PO desmiente categóricamente haber participado de la quema de un muñeco con figuras de las Madres de Plaza de Mayo junto con otras de Milani en la manifestación realizada el 23 de marzo en la Ciudad de La Plata. Denunciamos que esta acusación infundada proviene desde el propio gobierno, como lo prueba su difusión desde la cuenta de Twitter de la Casa Rosada, que en vez de cumplir una función institucional se ha transformado en un elemento de difamación política contra la oposición”.

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HIJOS La Plata se adjudicó quema del muñeco de Bonafini y el general Milani:

“El pañuelo blanco no otorga impunidad”

JUEVES 26 DE MARZO DE 2015

La agrupación publicó un comunicado en las redes sociales. Mientras tanto, la organización H.I.J.O.S Regional La Plata repudió categóricamente el hecho.

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Por HIJOS LA PLATA

Desde la Agrupación HIJOS La Plata queremos exponer nuestra posición sobre lo ocurrido en la movilización y acto de los 39 años del Golpe Genocida en la ciudad de La Plata.

En primer término aclaramos que la realización, montaje y quema de los DOS muñecos incinerados en la plaza, Milani abrazado a Hebe, es nuestra exclusiva acción y responsabilidad.

Por ello, deslindamos las responsabilidades de TODAS las agrupaciones y personas que fueron parte de la organización de la marcha y el acto del pasado 23 de marzo. Con ello incluimos a María Laura Bretal, Susana Grau, al PTS, al Partido Obrero, Correpi, la Federación Universitaria de la Plata, Patria Grande y los organismos de derechos humanos y organizaciones sociales, políticas y estudiantiles nucleados en la Multisectorial La Plata, Berisso y Ensenada.

A su vez, como hace años venimos expresando, creemos que el movimiento de Derechos Humanos en Argentina está atravesando una de sus peores crisis históricas, que si bien no es la única, esta vez muestra una profundidad política inusitada.

Durante los peores años de la dictadura y desde la recuperación de la institucionalidad democrática, los organismos más antiguos tuvieron sendos acuerdos sobre cómo luchar por la aparición con vida de los compañeros, sobre la gran respuesta que la sociedad organizada debía dar a los intentos de eternizar el olvido y la impunidad. Pero también hubo grandes divergencias sobre cómo calificar al plan genocida, sobre la utilidad de participar de procesos judiciales fragmentados, parciales y perezosos, y sobre si reivindicar a los desaparecidos como simples víctimas o como luchadores revolucionarios.

En los ’90, el surgimiento de nuevas organizaciones, entre ellas HIJOS, aportó aires generacionales renovadores en los modos de expresar la resistencia y de reconstruir las herramientas de la lucha por Justicia. En esos momentos, en la ciudad de La Plata, la figura de Hebe de Bonafini era un ejemplo ético, una enseñanza permanente en la práctica de lucha y un norte coherente en las posiciones de independencia e intransigencia respecto del Estado y los gobiernos. Con ella hemos compartido la calle en la batalla contra la represión a los estudiantes, contra los intentos de legislar la impunidad, denunciando en sus guaridas a los genocidas impunes, y hasta presenciando cómo Hebe le arrancaba de las garras policiales a jóvenes detenidos por luchar. Cabe preguntarse qué cosas sucedieron entre la justeza de aquellas posturas y los negociados que hoy denunciamos sobre los organismos cooptados. Sobre esto somos claros: nada de nuestra historia nos exime de la responsabilidad sobre los hechos que producimos, y desde el “caso Meldorek-Schoklender”, nos permitimos visualizar la esencia de la respuesta a aquella pregunta. Gobiernos como el de los Kirchner generan, no sin saberlo, fracturas que debilitan al campo popular, vía las políticas de doble discurso en materia de Derechos Humanos y la cooptación política para repartir prebendas. Algunos de los que hace unos años estaban juntos en la calle, que luchaban por juicio y castigo a todos los genocidas y no por juicios recortados, que fueron parte de las gloriosas jornadas del 19 y 20 de diciembre, se ven hoy como si estuvieran a años luz de la lucha.

Estamos convencidos de que es imposible que esta administración K, con su política meramente testimonial, haga florecer en la realidad el país con el que soñamos, con el que soñaban los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos y todos los caídos en la lucha. Principalmente porque no creemos que el proyecto K sea la construcción que torcerá los destinos de la historia, ya que hoy mismo continúa vigente en ella la lógica de responder con todo el “peso de la legalidad” a la legitimidad incontestable de los reclamos populares, porque la pugna distributiva continúa inclinando el contrapeso de la balanza hacia los que más tienen, y porque las mayorías estaremos de una u otra manera allí cuando el paso transformador se construya genuinamente en serio.

Este año HIJOS cumple 20 años como organización independiente del Estado y los gobiernos. Estos años nos han hecho madurar como organización y han servido para reafirmar nuestra posición sobre el rol que debe tener un organismo de Derechos Humanos en la contienda social. Y como el único que puede violar los Derechos humanos es el Estado, que ejerce el monopolio de la fuerza legal y administra el andamiaje legal a través de una gestión de gobierno, sabremos que ninguna organización que nace para denunciar esos atropellos puede trabajar ni con un gobierno ni desde el Estado, sin caer en una contradicción fundante sobre sus propios objetivos. Mantener la independencia para poder seguir denunciando la impunidad de la represión estatal es una premisa básica de la sociedad dividida en clases que no todos parecen aceptar.

Mucho más cuando de lo que estamos hablando, y lo que quisimos representar en la plaza San Martín de La Plata, es la afronta a la lucha de todos estos años que significa haber visto a Hebe Pastor de Bonafini abrazada, reporteando, sosteniendo y justificando al genocida César Milani, partícipe del Genocidio en el caso del colimba Alberto Ledo, en el Operativo Independencia, en el caso de los Olivera (padre e hijo) y en tantos otros casos que están surgiendo y que lo muestran como activo partícipe del plan genocida.

El sostenimiento del represor Milani al frente del Ejército no hubiera sido posible sin esta operación política de reconciliación con las Fuerzas Armadas.

Que Hebe Pastor de Bonafini y su Asociación, quienes nos decían hace años que “quien cobra la indemnización del Estado se prostituye”, quienes vaciaron su “Universidad Popular” de los mejores intelectuales de izquierda cuando viraron a la derecha, y quienes entraron a la Plaza este 24 en un colectivo estrechados en un hipócrita abrazo con Aníbal Fernández y Carlos Tomada, sean los que hoy se sientan horrorizados porque mostramos en un acto simbólico lo que TODA la sociedad sabe, nos mueve a proponer un debate que, lamentamos, deba darse sólo por la quema de un muñeco. A los cuatro vientos, y de derecha a izquierda, hace años venimos denunciando la cooptación, así como hoy denunciamos el intento de reconciliación. Así que no aceptamos que nos demonizen, de izquierda a derecha, cuando lo que estamos queriendo hacer es promover el debate.

¿El pañuelo blanco, por más símbolo de lucha que efectivamente sea, otorga inmunidad para abrazarse con los verdugos de nuestro pueblo?

No creemos en la sacralidad abstracta del pañuelo blanco, mucho menos cuando lo vemos al lado del verde oliva del Ejército genocida de ayer y de hoy. Sí respetamos la lucha de las Madres y las Abuelas, pero de aquellas que no han transado a sus principios fundantes, como Chicha Mariani, Nora Cortiñas, Mirta Baravalle, Elia Espen, Rosaria Isabella Valenzi, María Esther Tello y tantas otras compañeras de lucha a las que hoy seguimos reivindicando por su coherencia a través de los años.

Y si la sociedad no está dispuesta a reconocer esta posición, invitamos a debatirla.

El discurso de los DD.HH., que ha calado profundo en la población, ha sido muy útil para lograr esa conciliación de la sociedad con el Estado, produciendo un relato en el que no se cuestionan las instituciones sino algunos de sus miembros. Esta manera de pensar torna caótica e ininteligible la razón de ser de la inédita violencia desatada antes, durante y después de la última dictadura militar. Violencia organizada desde el Estado que tiene un solo nombre: Represión. Y que está indisolublemente ligada a una necesidad del capital: disciplinar a quienes trabajan.

El discurso oficial de los Derechos Humanos esconde la extensión y la profundidad de los fines que busca concretar la violencia desatada como medio. Los centros clandestinos de detención, la desaparición de personas, las torturas de todo tipo, parecen permanecer (hasta con la quema de un miserable muñeco de papel) en el plano de lo moral individual, evadiendo y ocultando la dimensión social y política de la cuestión: el sometimiento de la producción social a la explotación capitalista, la acumulación incesante del capital a expensas del trabajo, el genocidio de nuestros jóvenes a quienes solo se les ofrece estar delante o detrás de una bala policial, como víctima o victimario. Queda en evidencia con esto la profunda maleabilidad de la Memoria. Parece que un muñeco de papel ardiendo es más grave, de derecha a izquierda, que abrazarse con los asesinos de nuestro pueblo. Por debajo de esta polémica de baja estofa, queda oculta la dimensión fundamental de los DD.HH. oficialistas: la operación de abstracción que encubre bajo el velo liberal la explotación capitalista. Por eso puede entenderse por qué asistimos simultáneamente a la reactivación de los procesos judiciales contra los genocidas mientras se promueven políticas de impunidad, la desaparición de Julio Lopez, el asesinato Silvia Suppo, los más de 4300 asesinados a manos del aparato represivo del Estado desde 1983, la naturalización de las más de 200 desapariciones forzadas en “democracia”, el espionaje a los que luchan, la criminalización de la pobreza y la eliminación de todo aquel que no entra en los estrechos cánones del “Proyecto Nacional” de crecimiento con exclusión.

Por todo esto, el debate sobre las tareas del movimiento de DDHH no escapa a su planteamiento en términos antagónicos: o se legitima a la clase dominante, que retribuye generosamente con cargos y prebendas, o se sostiene una crítica del orden establecido. Pero la crítica no se hace desde los despachos ministeriales, ni respondiendo con un pequeño comunicado escrito a las apuradas, sino que emerge desde la exploración teórica y práctica de cómo inscribirse en el campo de la liberación humana. Aquella liberación que no puede ser contenida en los estrechos marcos de la caricatura de la realidad en que la obsecuencia kirchnerista pretende encerrar a los luchadores sociales.

Aunque arda en la Plaza y en nuestros pechos.

HIJOS La Plata

Marzo de 2015

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Hebe de Bonafini contestó en Plaza de Mayo

“Nuestros hijos dieron la vida para que estos tarados quemen un muñeco”

Jueves 26 de Marzo de 2015

Apoyo masivo de militantes y referentes políticos del kircherismo a Hebe de Bonafini después de los hechos ocurridos en La Plata el 23 de marzo.

Por Santiago Asorey, de la Agencia Paco Urondo

 

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Cientos de militantes se movilizaron frente a la Casa Rosada en la Pirámide de Mayo para dar apoyo a la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, en la histórica marcha semanal. En este caso, la jornada estuvo marcada por la quema del muñeco con el rostro de Hebe, ocurrido en La Plata el pasado 23 de marzo. “Madres de la Plaza el pueblo las abraza”, se escuchó una y otra vez.

Las agrupaciones convocadas, entre ellas La Cámpora, Nuevo Encuentro, Movimiento Evita, Seamos Libres, entre otras (no participaron organizaciones de izquierda), desplegaron cientos de carteles condenando el ataque y con la consigna “Los Pañuelos no se queman”.

Como era de esperar, Hebe habló y criticó el ataque realizado por Hijos La Plata (no confundir con H.I.J.O.S…). “No se puede hacer una cosa tan baja, tan sucia y tan deshonesta. La pelea es política. Pero como ellos no tienen política tienen que pelear desde lo más bajo. Pero las Madres si tienen política. No le pusimos precio a la vida de nuestros hijos. Siempre les dolió a los que vendieron la sangre de sus hijos. Siempre les dolió que socializarámos la maternidad. Que fuéramos Madres de los 30 mil desaparecidos y que nos jugárabamos por todos los pibes. Y no solo de los de ahora sino de los antes. Cuando sacábamos a los pibes de las garras de los milicos.”

La presidenta de Madres continuó, visiblemente emocionada: “Ustedes son nuestros hijos. Nuestros hijos viven en ustedes, los honestos, los que hacen política verdadera. Nuestros hijos dieron su vida para estos tarados quemen un muñeco. Nuestras marchas son a favor, no en contra de nadie. La marcha del 24 fue un ejemplo de la democracia. Un ejemplo de amor, ternura y afecto. Nada puede borrar lo que pasó el 24. Compañeros: ¿Quién puede quemar la figura de una madre? Solamente el sol. A veces ni el sol tan fuerte de esta plaza en la que hemos marchado durante años nos pudo quemar.”

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EL 24 DE MARZO LA ASOCIACIÓN DE MADRES QUE PRESIDE HEBE BONAFINI PARTICIPÓ EN LA MARCHA A PLAZA DE MAYO EN UN VEHÍCULO CON FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO Y MILITANTES KIRCHNERISTAS

En la foto: Hebe de Bonafini y otras madres junto al jefe de Gabinete Aníbal Fernández. Un hombre que genera repudio en amplios sectores de la militancia popular debido a su corresponsabilidad (como dirigente político) en la represión policial que terminó con la vida, en junio de 2002, de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, dos luchadores pertenecientes a la organización piquetera “Aníbal Verón”

 

HEBE

Bonafini, Juana de Párgament, Evel de Petrini, Mercedes de Meroño, Celia de Prósperi, Hebe de Mascia, Elsa de Manzotti, Claudia de San Martín, Rosa de Camarotti, Josefa de Fiori, Visitación de Loyola, María Rosa Palazzo, Azucena Díaz de Tejan y Beba de Cozzi fueron las integrantes de la Asociación que se subieron a un ómnibus descapotable para hacer el recorrido.
Junto a ellas estaban el jefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández; el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, el titular de la Sedronar, Juan Carlos Molina; el presidente de Radio y Televisión Argentina (RTA); Tristán Bauer; el secretario de la presidencia, Carlos López; Paula Penaca, legisladora de la Ciudad de Buenos Aires; el periodista Víctor Hugo Morales; el coordinador del Programa de Acceso a la Justicia en los barrios, Julián Axat, el intendente de San Antonio de Areco, Francisco Durañona; el dirigente de Ezeiza, Alejandro López y otros.

Paradojas de la reciente historia argentina, Bonafini acusaba a Aníbal Fernández y a otros dirigentes políticos de la época en que gobernaba Eduardo Duhalde de ser “los asesinos de Maxi y Darío”. Sin embargo, el año pasado le entregó al mismo Fernández el pañuelo de las Madres y ahora lo considera un “imprescindible” y lo invita a marchar junto a las Madres.
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Haciendo memoria:
Carta abierta del padre de Darío Santillán cuando se cumplían nueve años del asesinato de Darío y Maxi

Esta carta de Alberto Santillán fue escrita el 26 de junio de 2011 y en ella marca a fuego a los asesinos y corresponsables políticas del crimen de Maxi y Darío

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A 9 años del asesinato de mi hijo Darío y de Maxi, sigo esperando que la Justicia, a cargo del Juez Federal Ariel Lijo y el fiscal federal Miguel Angel Osorio, se digne a llevar adelante la postergada investigación de los autores intelectuales que ordenaron y planificaron la represión que terminaría con el cobarde asesinato de dos jóvenes luchadores populares y más de 30 heridos.

Nueve años de lucha y movilización lograron condenar a prisión perpetua al ex Comisario Fanchiotti y al ex Cabo Acosta de la Policía Bonaerense, asesinos materiales de mi hijo Darío y de Maxi. Pero los responsables políticos e intelectuales siguen libres, amparados por la impunidad de acuerdos políticos oscuros y complicidades perversas.

Los responsables políticos y penales del asesinato de Darío y Maxi son el ex presidente Eduardo Duhalde y actual candidato a presidente; el ex gobernador Felipe Solá, actual diputado nacional y precandidato presidencial del Peronismo Federal; Juan José Alvarez, ex secretario de Seguridad de Duhalde y actual diputado nacional en alianza con el kirchnerismo; Jorge Vanossi, ex Ministro de Justicia de Duhalde y ex diputado nacional por el macrismo; Carlos Soria, ex jefe de la SIDE durante el gobierno de Duhalde, actual intendente de Roca, y candidato a gobernador de la provincia de Río Negro por el peronismo; Alfredo Atanasof, ex Jefe de Gabinete de Duhalde y actual diputado nacional por el Peronismo Federal; Oscar Rodriguez, ex Vice Jefe de la SIDE, nombrado por Néstor Kirchner en el año 2008 consejero en la embajada argentina en Uruguay; Jorge Matzkin, ex Ministro del Interior y actual operador político del Peronismo Federal y empresario de medios en la provincia de La Pampa; y Aníbal Fernández, ex Secretario General de Presidencia durante el gobierno de Duhalde, encargado tras el asesinato de Darío y Maxi de “embarrar la cancha”y deslindar responsabilidades del gobierno frente a los medios, y actual Jefe de Gabinete del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Ninguno de los anteriores fue investigado, cuando se cuenta con sobradas pruebas de la existencia de un plan represivo con reuniones previas, directivas y complicidades necesarias, una autoría ideológica y responsables políticos del asesinato de Darío y Maxi. Tanto la Justicia como los sucesivos gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández prometieron impulsar la investigación y nunca cumplieron, lo que los hace cómplices del asesino Duhalde y sus secuaces / socios.

El dolor por la ausencia de mi hijo y la impotencia por no ver a los autores intelectuales tras las rejas se agigantan al tener que escuchar que, impunemente, Duhalde se muestra como “garante de gobernabilidad”, y dice saber cómo “se pacifica y ordena”. Darío y Maxi comprobaron con su propia vida lo que eso significa. Por eso, y porque sabemos que el asesinato de Darío y Maxi es parte de un dolor colectivo, es que decimos: Duhalde lo único que puede ser es candidato a la cárcel.

 

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