Victoria de Netanyahu, ¿una derrota para Israel?

Resumen Latinoamericano/Yusuf Fernández/Al Manar, 20 de marzo de 2015 – Una extremadamente sucia campaña ha permitido al primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, obtener la victoria en las elecciones israelíes sobre el partido de centro-izquierda Unión Sionista, que ha manifestado ya que piensa pasar a la oposición y no se unirá a una coalición con el Likud de Netanyahu.

La campaña de Netanyahu puede haberle llevado a la victoria, lo cual dice mucho del nivel de racismo y extremismo que domina la sociedad israelí, pero es probable que tenga efectos perniciosos para Israel y provoque un profundo resentimiento, dentro y fuera del país, contra las políticas del gobierno israelí en un inmediato futuro.

El rechazo del bloque de centro-izquierda a un gobierno con Netanyahu llevará al Likud a construir una alianza con la extrema derecha sobre la base de una posición inequívocamente hostil a la paz con los palestinos y el racismo contra los árabes israelíes, que constituyen un 20% del total de la población israelí y que acudieron a las urnas en masa para votar por su propia lista unificada, que alcanzó la tercera posición.

En este sentido, la unidad política de la minoría árabe de Israel y su mayor concienciación política, fruto de la comprensión de que sus derechos se hallan amenazados, podrían significar un primer revés para la política de Netanyahu de excluir a esta minoría de la vida social y política del país.

Sin embargo, el mayor problema para Israel serán probablemente las relaciones internacionales. Los socios occidentales de Israel han visto con desmayo como Netanyahu mostraba su verdadero rostro durante los comicios con ataques a la solución de dos estados y con su promesa de no permitir la creación de un estado palestino independiente. Estas promesas han indignado a la comunidad internacional, incluyendo la Administración Obama, ya irritada por la reciente aparición de Netanyahu ante el Congreso de EEUU para atacar un posible acuerdo nuclear con Irán.

Poco después de la victoria de Netanyahu y su público rechazo a una solución de dos estados, Obama advirtió que EEUU iba a reevaluar sus políticas hacia Israel. “El presidente ha dicho al primer ministro que necesitamos reevaluar nuestras políticas tras las nuevas posturas del primer ministro y sus comentarios acerca de la solución de dos estados”, dijo un responsable de la Administración bajo la condición del anonimato a AFP. “Ahora, nuestro aliado en esas conversaciones ha manifestado que no se considera comprometido con esa solución. Esto significa que tenemos que reevaluar nuestra postura en este tema”. “Ellos discutieron además los comentarios del primer ministro sobre los árabes israelíes”, añadió.

Todo ello podría significar muchas cosas, incluyendo una resolución del Consejo deo Seguridad que apoye la creación de un estado palestino, en principio, siguiendo las fronteras de 1967. Hasta el momento, EEUU siempre ha protegido con su veto a Israel en la ONU, pero la oposición de Netanyahu a un estado palestino podría llevar al gobierno de Obama a considerar que un esfuerzo más serio ha de ser realizado si no quiere que el conflicto palestino-israelí quede sin resolver y continúe arrojando una carga de desestabilización sobre la región y el mundo.

En Europa, las cosas podrían ir más difíciles para Israel. El viceprimer ministro del Reino Unido, Nick Clegg, ha llamado al Parlamento británico a reconocer formalmente al Estado Palestino después de la promesa de Netanyahu de oponerse a una solución de dos estados.

Clegg describió la promesa electoral de Netanyahu de no permitir la creación de un estado palestino de “extremadamente preocupante”. El líder de los Liberal Demócratas dijo que si Netanyahu llevaba a cabo estas amenazas, entonces el Parlamento británico “no tendría otra opción” que reconocer oficialmente a Palestina.

A nivel popular, las campañas para el boicot económico y académico contra Israel se reforzarán en todo el mundo, y especialmente en los países occidentales, e irán implicando a más gente. En este sentido, cabe esperar que lo que sucedió en Sudáfrica, donde la oposición popular a las políticas del apartheid fue mucho más amplia y decisiva que la de los propios gobiernos, se reproduzca en el caso israelí.

Por su parte, el presidente palestino, Mahmud Abbas, ha sido claro al afirmar que la solución de dos estados será imposible con un nuevo gobierno lierado por Netanyahu. “Las declaraciones de Netanyahu contra una solución de dos estados y contra un estado palestino son una prueba de que no hay seriedad en el gobierno israelí en lo que respecta una solución política”, dijo Abbas. Los palestinos continuarán presionando en favor de sus derechos en la arena internacional, dijo Abbas. “Es nuestro derecho ir a cualquier parte del mundo para lograr una legitimidad internacional”, señaló.

El jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat dijo a la CNN el jueves que la elección de Netanyahu era “muy muy peligrosa”. Los palestinos se unirá formalmente al Tribunal Penal Internacional el 1 de Abril y buscarán acciones desde el primer día contra los crímenes de guerra cometidos durante el conflicto del pasado año en la Franja de Gaza y contra la política israelí de asentamientos. Esto podría acabar con condenas judiciales internacionales contra los líderes israelíes, incluyendo el propio Netanyahu.

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